La Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús se celebra el viernes posterior al segundo domingo de Pentecostés, existiendo esta devoción desde los primeros tiempos de la Iglesia, cuando se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua.
De ese Corazón nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo.
Santa Teresita meditaba en el amor personal de Jesús y lo hacía desde sus sentimientos profundos, alabando al amor que llenaba su Corazón y a la manifestación suprema de este Amor:
¡Corazón de Jesús, tesoro de ternura, tú eres mi dicha, mi única esperanza! Tú que supiste hechizar mi tierna juventud, quédate junto a mí hasta que llegue la última tarde de mi día aquí. Te entrego, mi Señor, mi vida entera, y tú ya conoces todos mis deseos. En tu tierna bondad, siempre infinita, quiero perderme toda, Corazón de Jesús.”