Niño Jesús, amor sin medida, llave de la vida. Quiero ser llave de tu amor en medio de mi familia, en mi pueblo, en mi parroquia, en el mundo en el que vivo.
Llave que abra los ojos para mirar a la gente con cariño y ternura, y ver siempre en los demás todo lo bueno que tienen, y ayudarles a descubrir que, siempre, el mejor camino, es el que te hace feliz.
Llave que abra las manos para darlas a los demás sin miedo, para ofrecerlas gratuitamente a los demás, para acariciar, sanar y curar.
Llave que abra los brazos para dar mil abrazos de esos que dicen: “te quiero”. Llave que abra los brazos, para trabajar por un mundo mejor y hacer mil maravillas entre los pobres y necesitados, y sobre todo en los enfermos, como hacerles sonreir y recuperar, aunque cueste, la alegría de vivir.
Quiero ser Jesús, llave de tu amor, para que todos se sientan amados, y en mi vida descubran que empeñarse en seguir tus pasos, es apostar por ser feliz con los demás por toda la eternidad.
Gracias Jesús por nacer, y por ser la llave divina que nos abre el camino de la verdadera alegría, para gozar en un mundo cada vez mejor para todos si juntos compartimos contigo la vida.
AMÉN
Padre David Ceamanos, Párroco de Utebo (Zaragoza)