Las familias salen a misionar

martes, 18 de diciembre de 2007
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Un grupo misionero se conformó dentro de la obra de Radio María Argentina y su primer labor será misionar del 8 al 17 de febrero en Obispo Trejo (Córdoba). Aquí le dejamos 5 momentos de oración para compartir en familia durante:
“La Familia de Nazareth salió a sembrar…

y nuestras familias están llamadas a ser tierra fértil para recibir la semilla de la Palabra”.

Jesús, María y José desean sembrar en nuestro hogar semillas que den mucho fruto… ¡recibámoslas con alegría!
Grupo Misionero “Familia de Nazareth”

                                                                                                              Radio María Argentina

 

1º Momento

 

– Rezamos juntos la Oración por la familia (en la contratapa de este cuadernillo).

– Hoy la familia de Nazareth salió a sembrar la Semilla de:

   LA ALEGRÍA

 


Texto: Juan 2:1-12

 

“Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino.» Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía.» Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga.»

 Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas.» Y las llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete.» Así lo hicieron.

 El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: «Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento.»

Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.”

 

Reflexionamos juntos:

 

En este momento podríamos pensar en el vino como la alegría que en algún momento, y por diversas circunstancias, se acaba.

 

Para responder en familia:

 

– ¿sentimos que el vino de la alegría se ha acabado en nuestra familia?

– ¿en que momento creemos que comenzó a faltar?

– los sirvientes pusieron de su parte al llenar de agua las vasijas, que luego sería transformada en vino: pensemos ¿que acción concreta podemos realizar cada uno de nosotros para colaborar en el milagro que Jesús desea hacer en esta familia?

 

Hoy como entonces en las bodas, María ha notado la falta de alegría en nuestra familia. Vayamos con ella a decirle a Jesús: “¡No tenemos vino!”

El Señor hoy también está dispuesto a transformar en vino nuevo y abundante la realidad de nuestra familia.

 

Rezamos juntos esta oración:

 

Señor Jesús, con María hoy queremos decirte que se está acabando en nuestra familia el vino de la alegría. Y no sabemos como recuperarla.

Los problemas, las dificultades, la rutina y el desaliento a veces nos invaden.

Confiamos en que, como en las bodas de Caná, hoy también escucharás a tu Madre y nos escucharás a nosotros, que reunidos como familia, te pedimos. ¡Ayudanos a recuperar la alegría de ser familia! Amén

 
2º Momento

 

– Rezamos juntos la Oración por la familia (en la contratapa de este cuadernillo)

– Hoy la familia de Nazareth salió a sembrar la Semilla de:

 

   EL SERVICIO

 


 

Texto: Lucas: 1,39-56

 

"En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: ‘¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor.’

María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.”

 
Reflexionamos juntos:

 

María, apenas supo que su parienta Isabel, ya entrada en años, estaba embarazada, partió sin demora a servirla, a asistirla en todo lo que necesitara.

No se detuvo en ella misma, en lo que el Ángel acababa de anunciarle, sino que inmediatamente pensó en la necesidad de su prima y se puso en marcha.

 

Para responder en familia:

 

– ¿cómo es mi servicio en esta familia?

– ¿Colaboro en las tareas del hogar?

-¿estoy atento/a a las necesidades de los otros miembros de la familia y me apresuro a ayudarlos?

-¿realizo mis tareas con alegría y amor o sólo como una carga, obligación o peso?

-¿espero recompensa por ello?

-¿Qué tarea concreta me comprometo a asumir comos servicio a mi familia?

 
Rezamos juntos esta oración:

 

En este día queremos pedirte Señor que podamos, al modo de María, ponernos siempre al servicio de los demás.

Que como familia aprendamos a servirnos los unos a los otros con alegría y amor en las tareas y trabajos de cada día, sabiendo que contribuimos a la salvación del mundo, no como una obra nuestra, sino sólo poniéndonos plenamente a tu disposición. Amén

 
 

3º Momento

 

– Rezamos juntos la Oración por la familia (en la contratapa de este cuadernillo).

– Hoy la familia de Nazareth salió a sembrar la Semilla de:

   EL PERDÓN

 


Texto: Mateo 18: 21, 22

 

"Entonces se le acercó Pedro y le dijo: ‘Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete veces?’ Jesús le dijo: ‘No te digo hasta siete, sino  hasta setenta veces siete’.”

 
Reflexionamos juntos:

 

El perdonar significa que la persona que nos ha hecho daño es más valiosa que el agravio que ha cometido contra uno, y con eso estamos mostrando nuestro verdadero amor hacia los demás, como Cristo hizo.

Es imposible perdonar de corazón, si no aceptamos a la persona tal y como es.

La clave está en separar a la persona de su pecado. Así hace el Señor.

 

Para responder en familia:

 

– ¿Nos cuesta perdonarnos mutuamente en las ofensas que nos hacemos?

-¿Pido perdón cuando me equivoco o cuando hiero a algún miembro de mi familia con alguna palabra, gesto o actitud?

-¿por qué creo que me cuesta hacerlo?

– ¿en qué cosa concreta creo que debería pedir perdón y en qué siento que debería ser perdonado?

 
Rezamos juntos esta oración:

 

Señor, Tú nos enseñas que el perdón es liberar a mi hermano de tener que pagar por lo que me hizo, y poder mirarlo otra vez fraternalmente.

Tú nos amas, Señor, pero también quieres que amemos a los demás con ese amor que perdona, comprende y espera. Tú quieres que nos liberemos de esas espinas escondidas de resentimientos y malos recuerdos.

Señor, danos la gracia de querer verdaderamente perdonar, de querer arrancar de nuestras almas todo rencor. Y danos también la suficiente humildad para pedir perdón cada vez que sea necesario y poder reconstruir los lazos que se han roto en esta familia por la falta de perdón. Amén

 
 

4º Momento

 

– Rezamos juntos la Oración por la familia (en la contratapa de este cuadernillo).

– Hoy la familia de Nazaret salió a sembrar la Semilla de:

 LA CONFIANZA

 

Texto: Mateo 2, 13-15

 

"Después que los magos se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.

El se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.”

 
Reflexionamos juntos:

 

Dios le revela a José su proyecto a través de un sueño. Para proteger al niño de la matanza planeada por el rey Herodes huye con María a Egipto. Al morir el rey Dios le señala el tiempo de volver a la tierra de Israel para establecerse en la región de Galilea, en el pueblo de Nazareth.

José, obediente, sin cuestionamientos y con plena confianza, se abandonó siempre en los planes de Dios.

 
Para responder en familia:

 

– ¿Sentimos que Dios tiene un plan para nuestra familia?

– ¿Podemos confiar en Él cuando las cosas no resultan bien? O nos invade la desesperación?

– ¿Ponemos bajo su mirada nuestros proyectos y decisiones?

-¿Cuáles son aquellas cosas, planes o proyectos que tenemos cada uno y quisiéramos sentir la guía de Dios en ellos para no equivocarnos?

 
Rezamos juntos esta oración:

 

Señor, hoy como familia queremos pedirte que nos renueves en la confianza.

Que esta semilla que hoy deseas plantar en nuestro corazón dé mucho fruto.

Que ante cada situación difícil podamos esperar en Ti, como lo hizo la familia de Nazareth.

Que confiemos en tu Palabra y nos dejemos guiar por tu Espíritu.

Enseñanos a escuchar tu voz, en la realidad de todos los días y fortalece nuestra esperanza para confiar en ti siempre. Amén

 
 

5º Momento

 

– Rezamos juntos la Oración por la familia (en la contratapa de este cuadernillo).

– Hoy la familia de Nazareth salió a sembrar la Semilla de:

EL AMOR

 

Texto: Juan. 15, 9-17

 

"Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos, y son ustedes mis amigos, si cumplen lo que les mando. Ya no les llamo servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre.

Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca. Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi Nombre.

Ámense los unos a los otros: esto es lo que les mando…”

Reflexionamos juntos:

 
Decía la Madre Teresa de Calcuta:

"La paz y la guerra empiezan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en el mundo, empecemos por amarnos unos a otros en el seno de nuestras propias familias. Si queremos sembrar alegría en derredor nuestro precisamos que toda familia viva feliz”.

 
Para responder en familia:

 

– ¿Sentimos a Dios en nuestra vida y en nuestra familia como una presencia Amiga?

– ¿Se nota en nuestra casa que nos amamos? ¿En qué cosas?

– ¿Creemos que tal vez no nos amamos lo suficiente? ¿Por qué?

– ¿qué podemos hacer (en gestos y palabras concretas) para demostrarnos el amor que nos tenemos?

Rezamos juntos esta oración:

 

Señor, abre nuestro corazón para que aprendamos a amarnos los unos a los otros,

como Tú nos amas.

Que aprendamos a ser, en nuestra familia, amigos los unos de los otros, como Tú lo eres de nosotros. Que nuestra familia sea para los demás modelo de amor, amistad y paz. Amén

Oración por la familia

 

Señor,

Escucha a esta familia que te pide la unión

 para ser testimonio de unión ante un mundo violento y descreído.

Ayúdanos para que venciendo el egoísmo y la comodidad,

abramos las puertas de nuestra casa y de nuestro corazón

 a aquel que necesite de nosotros.

Haz que nuestras familias sean misioneras

 y hagan partícipes de nuestras riquezas materiales

y espirituales a las demás familias.

Y que formemos una comunidad viva

que manifieste ante el mundo tu verdadero Amor

a Tí y a nuestros hermanos.

Amén

 

(Juan Pablo II)