El martirio de San Juan Bautista

lunes, 29 de agosto de 2016
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Los Evangelios nos acercan la vida de San Juan Bautista.  En ellos se habla de su nacimiento, de la vida en el desierto y de su predicación, y en el Evangelio de Marcos, se nos refiere su muerte. Por el Evangelio y por la tradición podemos reconstruir la vida del precursor, cuya palabra de fuego parece en la verdad con el espíritu de Elías.

Negó categóricamente ser el Mesías esperado, afirmando la superioridad de Jesús, que apuntó a sus seguidores por ocasión del bautismo en las orillas del Rio Jordan. Su figura perece irse deshaciendo, a la medida que va surgiendo “el más fuerte”: Jesús.

Todavía, “el mayor de entre los profetas” no cesó de hacer oír su voz donde fuese necesaria para concertar los sinuosos caminos del mal.

Reprobó públicamente el comportamiento pecaminoso de Herodes Antipas y de la cuñada Herodías, lo cual le costó la dura prisión en Maqueronte, en la orilla oriental del Mar Muerto.

En una fiesta , la hija de Herodías, habiendo dado un verdadero show en la danza, entusiasmó a Herodes. Como premio pidió, por instigación de su madre, la cabeza de San Juan Bautista.

Celebrar el martirio de san Juan Bautista nos recuerda también a nosotros, cristianos de nuestro tiempo, que no se puede descender a negociar con el amor a Cristo, a su Palabra, a la Verdad. La Verdad es verdad y no hay componendas.