Señor Jesús, estoy delante del volante que me trae el pan de cada día.
Acompáñame, guíame en esta lucha diaria.
Te doy gracias y te pido tu protección.
Alejame de todo mal. Bendecí a mi familia.
Que mi fe me haga servir con alegría a todos los pasajeros
y no permitas que sea dominado ni por el rencor
ni por el exceso de velocidad.
Permite a la Santísima Virgen sea mi copiloto
y que de regreso al hogar,
siga siendo para ellos fuente de amor y paz
Amén.