“La Iglesia está llena de cristianos con una fe a medias”

viernes, 10 de enero de 2014
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10/01/2014 – El Papa advirtió, en la misa de la Casa Santa Marta, que en la Iglesia existen muchos "cristianos derrotados". Al mismo tiempo, Su Santidad recordó que "la fe lo puede todo y vence al mundo, aunque es necesario tener el valor de confiar plenamente en Dios”. Al centro de su homilía estuvo el pasaje de la Primera Carta de San Juan en la que el apóstol dice: "Permanecer en el Señor, para amar a Dios y al prójimo”.

“Este ´permanecer en el amor de Dios` es obra del Espíritu Santo y de nuestra fe, y produce un efecto concreto. Así, quien permanezca en Dios, quien ha sido generado por Dios, quien permanece en el amor, vence al mundo por la fe. Por nuestra parte, ponemos la fe. Por parte de Dios, está el Espíritu Santo, que es quien hace la obra de gracia. Nuestra fe puede todo, es victoria segura. Y esto sería bueno que lo repitiéramos, también a nosotros mismos, porque muchas veces somos cristianos derrotados. La Iglesia está llena de cristianos derrotados, que no creen en esto, que la fe es la victoria; que no viven esta fe, porque si no se vive esta fe, está la derrota y vence el mundo, el príncipe del mundo”, sostuvo el Santo Padre.

A continuación, el Papa recordó que Jesús alabó mucho la fe de la hemorroísa, de la cananea o del ciego de nacimiento. Sobre este tema, indicó que Jesús decía que quien tenga fe como un grano de mostaza puede mover montañas. "Esta fe nos pide dos actitudes: confesar y confiar. Sobre todo confesar. La fe es confesar a Dios, pero el Dios que se ha revelado a nosotros, desde el tiempo de nuestros padres hasta ahora; el Dios de la historia. Y esto es lo que todos los días recitamos en el Credo. Y una cosa es recitar el Credo desde el corazón y otra es hacerlo como loros, ¿no? Creo, creo en Dios, creo en Jesucristo, creo… ¿Yo creo en lo que digo? ¿Esta confesión de fe es verdadera o la digo de memoria porque se debe decir? ¿O creo a medias? ¡Confesar la fe! ¡Toda, no una parte! Y esta fe guardarla toda, como ha llegado a nosotros, por el camino de la tradición: ¡toda la fe! ¿Y cómo puedo saber si yo confieso bien la fe? Hay un signo: quien confiesa bien la fe, y toda la fe, tiene la capacidad de adorar, adorar a Dios", afirmó el Papa.

Francisco subrayó además que "nosotros sabemos cómo pedir a Dios, como dar gracias a Dios, pero adorar a Dios, ¡alabar a Dios es más! Solamente quien tiene esta fe fuerte es capaz de la adoración. Yo me atrevo a decir que el termómetro de la vida de la Iglesia está un poco bajo en esto: hay poca capacidad de adorar. Y esto porque en la confesión de la fe nosotros no estamos convencidos o estamos convencidos a la mitad. Por tanto, la primera actitud es confesar la fe y guardarla. La otra actitud es confiarse".

De este modo, Francisco concluyó diciendo: "El hombre o la mujer que tiene fe confía en Dios. Y esto nos lleva a la esperanza. Así como la confesión de la fe nos lleva a la adoración y a la alabanza a Dios, el confiar en Dios nos lleva a una actitud de esperanza. Hay muchos cristianos con una esperanza demasiado aguada, débil. ¿Por qué? Porque no tienen la fuerza y la valentía para confiarse al Señor. Pero si nosotros creemos, confesando la fe, también guardándola, haciendo custodia de la fe y confiando en el Señor, seremos cristianos vencedores. Y esta es la victoria que ha vencido al mundo: ¡nuestra fe!".

 

Zenit / Centro Televisivo Vaticano