“Que la promoción humana caracterice el compromiso de la Universidad Católica”

lunes, 4 de noviembre de 2019
image_pdfimage_print

04/11/2019 – El Papa Francisco recibió esta mañana a los participantes en la Convención de la Federación Internacional de Universidades Católicas que se está realizando en Roma.

Después de agradecer las palabras de la presidenta de la Federación, profesora Isabel Capeloa, y felicitar a los presentes por su “compromiso de estudiar e investigar”, el Papa señaló, que “hoy el sistema universitario se enfrenta a desafíos sin precedentes que surgen del desarrollo de la ciencia, de la evolución de las nuevas tecnologías y de las necesidades de la sociedad que instan a las instituciones académicas a proporcionar respuestas adecuadas y actualizadas”.

Entre esos desafíos el Santo Padre subrayó “la tarea de los maestros de enseñar e investigar y preparar a las generaciones jóvenes para que no solo se califiquen profesionales en diversas disciplinas, sino también protagonistas del bien común, líderes creativos y líderes de la vida social y civil con una visión correcta del hombre y el mundo”.

“En este sentido, las universidades de hoy deben cuestionarse sobre la contribución que pueden y deben hacer a la salud integral del hombre y a una ecología de solidaridad”.

Ante estos desafíos y considerando “la apertura universal”, que poseen las universidades católicas, Francisco señaló que “los viejos y nuevos problemas deben estudiarse en su especificidad e inmediatez, pero siempre desde una perspectiva personal y global”.

“La interdisciplinariedad, la cooperación internacional y el intercambio de recursos son elementos importantes para que la universalidad se traduzca en proyectos solidarios y fructíferos a favor del hombre, todos los hombres y también el contexto en el que crecen y viven”, explicó el Papa

A continuación Francisco indicó: “Es necesario superar el legado de la Ilustración. Educar, en general, pero particularmente en las universidades, no es solo llenar la cabeza de conceptos” y para este fin aconsejó tomar “los tres idiomas”: el de la mente, el del corazón, y el de las manos.

“Para que uno piense en armonía con lo que siente y hace. Una armonía general, no separada de la totalidad. Por lo tanto, es necesario actuar ante todo a partir de una idea de educación concebida como un proceso teleológico, es decir, que mira hacia el final, necesariamente orientado hacia un fin y, por lo tanto, hacia una visión precisa del hombre”, aseveró el Papa.

El Santo Padre advirtió finalmente que “es necesario también tener una perspectiva más amplia para enfrentar el tema de los porqués, es decir, de la esfera ética, en el campo educativo”, pero “una nueva ‘episteme’ no de laboratorio, porque no funciona, sino en la vida”, explicó el Papa.