Debemos ” tener gran respeto y cuidado de nuestro cuerpo y el de los demás”

lunes, 16 de abril de 2018
image_pdfimage_print

FranciscoAngelus_LOR_081115_2

16/04/2018 – Antes de rezar el Regina Coeli a la madre del cielo, el Papa Francisco habló de “la experiencia de Cristo Resucitado hecha por sus discípulos” aseguró que “debemos tener una idea positiva de nuestro cuerpo” ya que “puede convertirse en una ocasión o en un instrumento de pecado, pero el pecado no es causado por el cuerpo, sino por nuestra debilidad moral”.

Narrando el Evangelio según San Lucas, donde Jesús se manifiesta a los Apóstoles diciéndoles: “La paz esté con ustedes”, el Papa Francisco explica que se trata tanto “de la paz interior, como de la paz que se establece en las relaciones entre las personas”. El episodio contado por el evangelista Lucas insiste mucho en el realismo de la Resurrección, de hecho no es una aparición del alma de Jesús, “sino de su presencia real con el cuerpo resucitado”.

“Jesús se da cuenta de que los Apóstoles están desconcertados al verlo porque la realidad de la Resurrección es inconcebible para ellos” continuó el Papa. Creen que ven un fantasma, “pero Jesús resucitado no es un fantasma, es un hombre con cuerpo y alma” y es por ello que les dice: “Miren mis manos y mis pies: ¡soy realmente yo! Toquen y miren; un fantasma no tiene carne ni huesos, como ven que tengo”. Y como esto no parece suficiente para vencer la incredulidad de los discípulos, Jesús les pregunta: “¿Tienen aquí algo para comer? Los discípulos le ofrecen un poco de pescado asado y Jesús lo toma y se lo come delante de ellos.

Tras narrar el Evangelio según San Lucas, el Papa afirmó que “la insistencia de Jesús en la realidad de su Resurrección ilumina la perspectiva cristiana sobre el cuerpo”, pues el cuerpo “es creado por Dios” y el hombre no está completo “si no es una unión de cuerpo y alma”.

Jesús, que ha vencido la muerte y ha resucitado en cuerpo y alma, nos hace comprender que debemos tener una idea positiva de nuestro cuerpo: “El cuerpo es un regalo maravilloso de Dios, destinado, en unión con el alma, a expresar plenamente la imagen y semejanza de Él”, dijo el Papa – por lo tanto, continuó –  “estamos llamados a tener un gran respeto y cuidado de nuestro cuerpo y el de los demás” ya que toda ofensa, herida o violencia al cuerpo de nuestro prójimo “es un ultraje para Dios el creador”.

Además, Francisco envió un particular pensamiento a todos los niños, las mujeres y los ancianos maltratados en el cuerpo: “En la carne de estas personas encontramos el cuerpo de Cristo; Cristo herido, burlado, calumniado, humillado, azotado y crucificado” pero Jesús lo que nos enseñó fue “el amor”, un amor que, en su Resurrección – puntualizó el Santo Padre – “ha demostrado ser más poderoso que el pecado y la muerte, y quiere salvar a todos aquellos que experimentan en su propio cuerpo las esclavitudes de nuestros tiempos”.

“Vivimos en un mundo donde prevalece la prepotencia contra los más débiles y el materialismo que sofoca el espíritu”, señaló el Pontífice, y es por eso que el Evangelio de hoy “nos llama a ser personas capaces de mirar profundamente, llenas de asombro y gran alegría por haber encontrado al Señor resucitado” y concluyó pidiendo, por la intercesión materna de la Virgen María para que “nos sostenga en este camino”.

Fuente: Vatican News