Papa: “la fe en Cristo y magia son incompatibles”

04/12/2019 – En la Audiencia General el Papa Francisco afirmó que las cosas que se hacen para adivinar el futuro o para cambiar situaciones de la vida “no son cristianas”. Y aseguró que “la gracia de Cristo” lo da todo: “ora y confía en el Señor”, recomendó el Santo Padre.

Francisco afirmó que, “si eliges a Cristo no puedes recurrir al mago”, puesto que la fe “es el abandono confiado en las manos de Dios”, que se da a conocer “no por las prácticas ocultas, sino por la revelación y con amor gratuito”

Retomando su ciclo sobre los Hechos de los Apóstoles, el Papa se centró en la estadía de Pablo en Éfeso y Mileto, en los momentos finales de su apostolado en Asia menor. Son muchas las maravillas que tienen lugar a través del apóstol, y esto se debe a que el discípulo se parece a su Maestro.

Refiriéndose a la parte del relato que narra cómo el poder de Dios irrumpe en Éfeso y desenmascara a los que quieren usar el nombre de Jesús para realizar exorcismos sin tener la autoridad espiritual para hacerlo, el Papa puntualizó el énfasis puesto por el Evangelista Lucas en la incompatibilidad entre la fe en Cristo y la magia.

El Santo Padre se detuvo en este punto de la catequesis para subrayar que la magia “no es cristiana”, y para observar que aun en nuestros días, en muchos lugares, católicos practicantes recurren “por las dudas” a magos, para hacerse leer las cartas, o las manos: “Estas cosas que se hacen para adivinar el futuro o adivinar muchas cosas o cambiar situaciones de la vida, no son cristianas”, aseguró. Y reiteró que “la gracia de Cristo” lo da todo solo es necesario “ora y confía en el Señor”.

En esta parte de la catequesis, el Papa Francisco recordó la recomendación del Apóstol a los responsables de la comunidad: «Velen por ustedes y por todo el rebaño» porque “el pastor debe velar, el párroco debe velar, los presbíteros, los obispos, el Papa deben velar”. Y deben “velar para custodiar el rebaño, y también velar sobre sí mismos”, para “examinar la consciencia”. “Se pide a los episcopados -dijo el Papa – la máxima proximidad con rebaño, rescatado por la sangre preciosa de Cristo, y que estén dispuestos a defenderlo de los lobos”.