“Al tratar a nuestros hermanos, tratamos a Jesús”

miércoles, 18 de diciembre de 2013
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18/12/2013 – “Que en esta Navidad, el amor, la bondad y la generosidad entre todos sean un reflejo y una prolongación de la luz de Jesús, que desde la gruta de Belén ilumina nuestros corazones”, deseó el Papa Francisco, alentando a pensar en especial en los pobres, los que tienen hambre, los probados por la guerra, con particular atención a los más pequeños. En la última audiencia general de este año, Su Santidad centró su catequesis en el nacimiento de Jesús. El Santo Padre hizo hincapié en que la Navidad es una fiesta de la confianza y de la esperanza. Recibido con grandes muestras de cariño por los miles de peregrinos que también hoy acudieron a la Plaza de San Pedro, el Papa recorrió el recinto y se detuvo, siempre sonriente, a saludar, acariciar y bendecir, en particular a los niños y enfermos. Incluso se detuvo para tomar un mate.

“Dios se ha puesto de parte de los hombres, con su amor real y concreto. Y este amor, que enardece nuestro corazón, nos regala una energía espiritual que nos sostiene en medio de las luchas y fatigas de cada día», destacó el Santo Padre, añadiendo en su catequesis que de la gozosa contemplación del misterio del Hijo de Dios hecho carne, se desprenden dos consecuencias: La primera es que, en su natividad, Dios se abaja, se hace pequeño y pobre». Por lo que «si queremos ser como Él, no podemos situarnos por encima de los demás, sino que hemos de ponernos a su servicio, ser solidarios, especialmente con los más débiles y marginados, haciéndoles sentir así la cercanía de Dios mismo”, afirmó Francisco.

“La segunda consecuencia -explicó también el Obispo de Roma- es que ya que Jesús, en su encarnación, se ha comprometido con los hombres hasta el punto de hacerse uno de nosotros, el trato que damos a nuestros hermanos o hermanas se lo estamos dando al mismo Jesús. Por lo que invitó a recordar que ´quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve`. Y confiando a todos a la protección maternal de María, Madre de Dios y Madre nuestra, rogó asimismo para todos su amparo, lleno de alegría y de paz”.

Estas son las palabras del Papa en español:

Queridos hermanos y hermanas: cercanos ya a la Navidad, les propongo hoy una reflexión sobre el nacimiento de Jesús como expresión de la confianza de Dios en el hombre y fundamento de la esperanza del hombre en Dios.

El Verbo no se ha encarnado en un mundo ideal, sino que ha querido compartir nuestras alegrías y sufrimientos, y demostrarnos así que Dios se ha puesto de parte de los hombres, con su amor real y concreto. Y este amor, que enardece nuestro corazón, nos «regala» una energía espiritual que nos sostiene en medio de las luchas y fatigas de cada día. De la gozosa contemplación del misterio del Hijo de Dios hecho carne, se desprenden dos consecuencias:

La primera es que, en su natividad, Dios se abaja, se hace pequeño y pobre. Por eso, si queremos ser como Él, no podemos situarnos por encima de los demás, sino que hemos de ponernos a su servicio, ser solidarios, especialmente con los más débiles y marginados, haciéndoles sentir así la cercanía de Dios mismo.

La segunda: ya que Jesús, en su encarnación, se ha comprometido con los hombres hasta el punto de hacerse uno de nosotros, el trato que damos a nuestros hermanos o hermanas se lo estamos dando al mismo Jesús. Recuerden que ´quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve`(1 Juan 4,20). Que en esta Navidad, el amor, la bondad y la generosidad entre todos sean un reflejo y una prolongación de la luz de Jesús, que desde la gruta de Belén ilumina nuestros corazones”.

En el Vaticano se siente el fútbol más que nunca. Una delegación de dirigentes de San Lorenzo, el club de los amores del Papa Francisco en Argentina, fueron hasta la plaza San Pedro, donde presenciaron la tradicional audiencia general. Luego, el Papa recibió amablemente una camiseta especial de San Lorenzo por el campeonato del Ciclón y la Copa obtenida en el torneo Inicial de la Asociación del Fútbol Argentino. A cambio, Francisco les regaló una imagen preciosa de la Virgen María, que los dirigentes de San Lorenzo van a entronizar en su estadio.

Después de tanta espera, finalmente se confirmó que Francisco vendrá a la Argentina en el año 2016, año del Bicentenario de la declaración de la Independencia, para presidir el Congreso Eucarístico Nacional que se realizará en la provincia de Tucumán. La confirmación llegó desde la Academia Pontificia de Ciencias.

 

Valores Religiosos / Rome Reports