El Papa a los religiosos: despojarse de todo para dar testimonio de la primacía de Dios

jueves, 9 de octubre de 2025

Fuente: @VaticanMedia

Ciudad del Vaticano – En la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV ha celebrado hoy, 9 de octubre, la misa por el Jubileo de la vida consagrada, exhortando a miles de religiosos y religiosas a despojarse de todo para ser “testigos vivos de la primacía de Dios”. Durante su homilía, el Pontífice centró su reflexión en los tres verbos del Evangelio de Lucas —«pedir», «buscar» y «llamar»— como guía para una vida entregada al Señor y a los demás. El Papa, según informa Vatican News, pidió a los consagrados que revivan los “generosos impulsos de caridad” que caracterizaron a sus fundadores.

Ante religiosos provenientes de cien países, el Obispo de Roma, también él un consagrado, describió la profesión de los consejos evangélicos como un “signo profético” y un acto de “abandonarse como niños en los brazos del Padre”. Explicó que los verbos de la oración son actitudes esenciales para ellos: “‘Pedir’ es reconocer, en la pobreza, que todo es don del Señor […]; ‘buscar’ es abrirse, en la obediencia, a descubrir cada día el camino […]; ‘llamar’ es pedir y ofrecer a los hermanos los dones recibidos con corazón puro”. Con estas palabras, el Papa les invitó a vivir su vocación con una gratitud y docilidad renovadas, siguiendo el camino de la santidad.

León XIV también les instó a mirar su propia historia y la de sus congregaciones para recordar cómo Dios ha obrado a través de ellos. Advirtió contra el riesgo de una “parálisis del alma”, causada por una vida superficial y fugaz, y destacó que los consagrados pueden ofrecer al mundo el “oxígeno” de un amor diferente. Señaló que la historia demuestra que “de una auténtica experiencia de Dios brotan siempre generosos impulsos de caridad, como ocurrió en la vida de vuestros fundadores y fundadoras, hombres y mujeres enamorados del Señor y por eso dispuestos a hacerse ‘todo para todos’”.

Finalmente, el Papa concluyó su homilía con una llamada a la misión, citando la exhortación Evangelica testificatio de San Pablo VI. Encomendó a los consagrados la tarea de mostrar al mundo un camino alternativo al de los “sabios y hábiles”, a quienes se ocultan los secretos del Reino. “Sed verdaderamente pobres, mansos, hambrientos de santidad, misericordiosos, puros de corazón”, les exhortó, “aquellos gracias a los cuales el mundo conocerá la paz de Dios”. De este modo, reafirmó que su testimonio, anclado en la sencillez y el amor, es fundamental para la Iglesia y para el mundo.

Fuente: Vatican News