El Papa anima a renovar la confianza en Jesús

viernes, 3 de diciembre de 2021
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03/12/2021 – En la primera Misa celebrada en su viaje a Chipre, el Papa Francisco invitó este 3 de diciembre a renovar la confianza en Jesús porque su luz “es más grande que cualquiera de nuestras tinieblas”.

“Renovemos nuestra confianza en Él. Digámosle: Jesús, creemos que tu luz es más grande que cualquiera de nuestras tinieblas, creemos que puedes curarnos, que puedes renovar nuestra fraternidad, que puedes multiplicar nuestra alegría; y con toda la Iglesia te invocamos: ¡Ven, Señor Jesús!”, invitó el Santo Padre.

Según indicó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, en la Misa participaron alrededor de 10 mil personas, entre ellas, el presidente de la República de Chipre y un grupo de fieles procedentes de Líbano.

En su homilía, el Papa reflexionó en el pasaje del Evangelio de San Mateo en el que Cristo cura a dos ciegos y destacó que los dos protagonistas, a pesar de ser invidentes, “ven lo más importante: reconocen a Jesús como el Mesías que ha venido al mundo”.

En esta línea, el Santo Padre propuso tres consejos: ir a Jesús para sanar, llevar las heridas juntos y anunciar el Evangelio con alegría.

Además, el Pontífice recordó que Jesús “es la luz que ilumina las noches del corazón y del mundo, que derrota las tinieblas y vence toda ceguera”, y reconoció que “también nosotros, como los dos ciegos, tenemos cegueras en el corazón… somos viajeros a menudo inmersos en la oscuridad de la vida”; por lo que “lo primero que hay que hacer es acudir a Jesús, como Él mismo dijo: ‘Vengan a mí todos los cansados y abrumados por cargas, y yo los haré descansar’”.

“¿Quién de nosotros no está de alguna manera cansado y abrumado? Pero nos resistimos a ir hacia Jesús; muchas veces preferimos quedarnos encerrados en nosotros mismos, estar solos con nuestras oscuridades, autocompadecernos, aceptando la mala compañía de la tristeza. Jesús es el médico, sólo Él, la luz verdadera que ilumina a todo hombre, nos da luz, calor y amor en abundancia. Sólo Él libera el corazón del mal”, dijo el Papa.

Luego, el Santo Padre alentó a pedir ayuda junto a otros porque “es el signo elocuente de la vida cristiana, el rasgo distintivo del espíritu eclesial: pensar, hablar y actuar como un ‘nosotros’, saliendo del individualismo y de la pretensión de la autosuficiencia que enferman el corazón”.

En esta línea, el Papa advirtió que el pecado “nos impide ‘ver’ a Dios como Padre y a los otros como hermanos”, y el tentador “falsifica las cosas y tiende a mostrárnoslas bajo una luz negativa para arrojarnos en el desánimo y la amargura”.

De este modo, el Santo Padre subrayó que “si permanecemos divididos entre nosotros, si cada uno piensa sólo en sí mismo o en su grupo, si no nos juntamos, si no dialogamos, si no caminamos unidos, no podremos curar la ceguera plenamente”.

Por último, el Santo Padre alentó a “anunciar el Evangelio con alegría”, porque un signo distintivo del cristiano es “la alegría del Evangelio, que es incontenible, llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús, libera del riesgo de una fe intimista, distante y quejumbrosa, e introduce en el dinamismo del testimonio”.