El Papa León XIV en Estambul: la unidad comienza derribando muros

01/12/2025 – El sábado 29 de noviembre, en el marco de su primer Viaje Apostólico a Turquía y el Líbano, el Papa León XIV celebró la Eucaristía en el Estadio Volkswagen Arena de Estambul. La visita, que incluyó una peregrinación a İznik por el 1700 aniversario del Concilio de Nicea, sirvió de plataforma para un mensaje de unidad y esperanza. En su homilía, el Pontífice destacó la necesidad de construir la unidad en tres niveles: dentro de la comunidad católica, en las relaciones ecuménicas con otros cristianos, y en el encuentro con otras religiones.

La Misa tuvo un significado especial, ya que se celebró en vísperas de la fiesta de San Andrés Apóstol, patrono de la zona, y marcando el inicio del Adviento. El Santo Padre recordó la conexión entre el tiempo litúrgico y la fe profesada en Nicea: la Navidad nos ayuda a rememorar el misterio de Jesús, «Hijo de Dios, «engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre»», tal como lo definieron los Padres conciliares hace 1700 años. A partir de la primera lectura de Isaías, el Papa propuso meditar sobre la Iglesia como «monte elevado sobre la cima de los montes,» un símbolo de que el bien y la fidelidad son una luz y una alegría «contagiosa» para todos.

El obispo de Roma exhortó a los fieles a cultivar la fe con oración y coherencia, despojándose de las «obras de las tinieblas» para «vestirnos con la armadura de la luz» (Rm 13,12). La segunda imagen propuesta por el Papa fue la de un mundo donde reina la paz, una urgencia evidente en la actualidad. Para abordar esta necesidad de paz y reconciliación, el Papa vinculó el concepto de unidad con el logo de su viaje, que representa un puente, y con los viaductos que cruzan el Estrecho del Bósforo, uniendo Asia y Europa.

Esta triple extensión de los puentes sirvió para que el Papa reflexionara sobre los esfuerzos por la unidad en los tres niveles mencionados. Primero, dentro de la Iglesia, donde conviven ricas tradiciones litúrgicas (latina, armenia, caldea y siríaca), instando a «fortalecer los lazos que nos unen» para ser un signo creíble del amor de Dios. Segundo, el vínculo ecuménico, reforzado por la presencia de Representantes de otras confesiones cristianas. Y finalmente, el tercer vínculo con las comunidades no cristianas, subrayando la importancia del diálogo en un mundo donde la religión se utiliza, con demasiada frecuencia, «para justificar guerras y atrocidades.»

En este contexto de encuentro y diálogo, el Papa León XIV pronunció unas palabras contundentes y claras: «Queremos caminar juntos, valorando lo que nos une, derribando los muros del prejuicio y la desconfianza, favoreciendo el conocimiento y la estima mutua, para dar a todos un fuerte mensaje de esperanza y una invitación a convertirse en ‘artífices de la paz’.» Al concluir la Eucaristía, el Pontífice invitó a hacer de estos valores —la unidad y el encuentro— los propósitos para el Adviento y para la vida, manteniendo la mirada fija en el Señor, que es el puente que une la tierra con el cielo, para poder encontrarse todos, algún día, «en la casa del Padre.»

Fuente: Vatican News.