El Papa reza por los doctores y sacerdotes muertos ayudando enfermos de Covid-19

martes, 24 de marzo de 2020
image_pdfimage_print

 

24/03/2020 – En la misa de hoy en Santa Marta, el Papa rezó por el personal sanitario y los sacerdotes que atienden a los pacientes con coronavirus, poniendo sus vidas en riesgo. Hasta la fecha, 24 médicos han muerto en su trabajo junto con los afectados por el Covid-19. Casi cinco mil trabajadores de la salud están contagiados. Cerca de 50 sacerdotes murieron como resultado de esta epidemia. Estas fueron sus palabras al principio de la celebración:

“Recibí la noticia de que en estos días algunos médicos, sacerdotes, no sé si algunas enfermeras, se contagiaron, se llevaron el mal porque estaban sirviendo a los enfermos. Rezamos por ellos, por sus familias, y agradezco a Dios el ejemplo de heroicidad que nos dan en el sanar a los enfermos”, dijo el Papa

En esta línea, el Papa Francisco advirtió sobre el pecado de la pereza que el diablo “puede usar para aniquilar nuestra vida espiritual” y dijo que “la tristeza es la semilla del diablo” por lo que animó a recordar que el agua del Bautismo “es símbolo de nuestra fuerza”.

“Pensemos en el agua, esa agua que es un símbolo de nuestra fuerza, de nuestra vida, el agua que Jesús usó para regenerarnos, el Bautismo. Y pensemos también en nosotros, si alguno de nosotros tiene el peligro de resbalar en la pereza, en este pecado ‘neutral’: el pecado de lo ‘neutro’. Es esto, ni blanco ni negro, nadie sabe lo que es. Y es un pecado que el diablo puede usar para aniquilar nuestra vida espiritual y también nuestra vida como personas”, señaló el Papa.

Finalmente, el Papa concluyó la celebración con la adoración y la bendición eucarística, invitando a hacer la comunión espiritual. Esta es la oración recitada por el Papa:

“Jesús mío, creo que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar. Te amo por encima de todas las cosas y te deseo en mi alma. Ya que no puedo recibirte sacramentalmente ahora, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como ya venido, te abrazo y me uno a Ti. No permitas que nunca me separe de Ti.”