28/11/2015 – En el segundo día de su visita apostólica a Uganda, el Papa Francisco se encontró hoy con los jóvenes del país, en el Kololo Air Strip de la ciudad de Kampala. Ante la multitud congregada, Francisco escuchó atentamente y con profundo dolor el testimonio desgarrador de dos jovenes. Winnie contó su historia de sufrimiento y exclusión al haber nacido con VIH, y a continuación Eammanuel que siendo seminarista fue secuestrado y torturado junto a sus compañeros por la guerrilla “Ejército de Resistencia del Señor”, hasta que consiguió escapar hace 14 años. En un mensaje muy interactivo con participación de los jóvenes, los alentó a transformar la guerra en paz y el odio en amor con la ayuda de Jesús.
Escuché con mucho dolor en el corazón el testimonio de Winnie y de Emmanuel, pero a medida que iba escuchando, me hice una pregunta: ¿una experiencia negativa puede servir para algo en la vida? Sí. Tanto Emmanuel como Winnie han sufrido experiencias negativas en sus vidas. Winnie pensaba que no había futuro para ella, que la vida para ella era una pared delante, pero Jesús le fue haciendo entender que en la vida se puede hacer un gran milagro, transformar una pared en horizonte, un horizonte que me abra el futuro. Delante de una experiencia negativa, muchos de los que estamos acá hemos tenido experiencias negativas. Siempre está la posibilidad de abrir un horizonte, de abrirlo con la fuerza de Jesús. Hoy Winnie transformó su depresión, su amargura, en esperanza. Y esto no es magia, esto es obra de Jesús porque Jesús es el Señor, Jesús puede todo y Jesús sufrió la experiencia más negativa de la historia: fue insultado, fue rechazado y fue asesinado. Y Jesús, por el poder de Dios, resucitó. Él puede hacer de cada uno de nosotros lo mismo con cada experiencia negativa porque Jesús es el Señor. Yo me imagino -y todos juntos hagamos un acto de imaginar- el sufrimiento de Emmanuel, cuando veía que sus compañeros eran torturados, cuando veía que sus compañeros eran asesinados. Emmanuel fue valiente, se animó. Él sabía que si lo encontraban el día que se escapaba, lo mataban. Arriesgó, se confió en Jesús y se escapó y hoy lo tenemos aquí después de 14 años graduado en ciencias administrativas. Siempre se puede. Nuestra vida es como una semilla, para vivir hay que morir y morir a veces físicamente como los compañeros de Emmanuel, morir como murió Carlos Lwanga y los mártires de Uganda, pero a través de esa muerte hay una vida, hay una vida para todos. Si yo transformo lo negativo en positivo, soy un triunfador pero eso solamente se puede hacer con la gracia de Jesús. ¿Están seguros de esto? No escucho nada, ¿están seguros de esto? ¿Están dispuestos a transformar en la vida todas las cosas negativas en positivo? ¿Están dispuestos a transformar el odio en amor? ¿Están dispuestos a querer transformar la guerra en la paz?
Escuché con mucho dolor en el corazón el testimonio de Winnie y de Emmanuel, pero a medida que iba escuchando, me hice una pregunta: ¿una experiencia negativa puede servir para algo en la vida? Sí. Tanto Emmanuel como Winnie han sufrido experiencias negativas en sus vidas. Winnie pensaba que no había futuro para ella, que la vida para ella era una pared delante, pero Jesús le fue haciendo entender que en la vida se puede hacer un gran milagro, transformar una pared en horizonte, un horizonte que me abra el futuro.
Delante de una experiencia negativa, muchos de los que estamos acá hemos tenido experiencias negativas. Siempre está la posibilidad de abrir un horizonte, de abrirlo con la fuerza de Jesús.
Hoy Winnie transformó su depresión, su amargura, en esperanza. Y esto no es magia, esto es obra de Jesús porque Jesús es el Señor, Jesús puede todo y Jesús sufrió la experiencia más negativa de la historia: fue insultado, fue rechazado y fue asesinado. Y Jesús, por el poder de Dios, resucitó. Él puede hacer de cada uno de nosotros lo mismo con cada experiencia negativa porque Jesús es el Señor.
Yo me imagino -y todos juntos hagamos un acto de imaginar- el sufrimiento de Emmanuel, cuando veía que sus compañeros eran torturados, cuando veía que sus compañeros eran asesinados. Emmanuel fue valiente, se animó. Él sabía que si lo encontraban el día que se escapaba, lo mataban. Arriesgó, se confió en Jesús y se escapó y hoy lo tenemos aquí después de 14 años graduado en ciencias administrativas. Siempre se puede.
Nuestra vida es como una semilla, para vivir hay que morir y morir a veces físicamente como los compañeros de Emmanuel, morir como murió Carlos Lwanga y los mártires de Uganda, pero a través de esa muerte hay una vida, hay una vida para todos. Si yo transformo lo negativo en positivo, soy un triunfador pero eso solamente se puede hacer con la gracia de Jesús. ¿Están seguros de esto? No escucho nada, ¿están seguros de esto? ¿Están dispuestos a transformar en la vida todas las cosas negativas en positivo? ¿Están dispuestos a transformar el odio en amor? ¿Están dispuestos a querer transformar la guerra en la paz?
Ustedes tengan conciencia que son un pueblo de mártires. Por las venas de ustedes corre sangre de mártires y por eso tienen la fe y la vida que tienen ahora. Y esta fe, y esta vida es tan linda que se la llama la Perla del África. Parece que el micrófono no funcionaba bien. A veces también nosotros no funcionamos bien. ¿Sí o no? “Right” y cuando no funcionamos bien ¿a quién tenemos que ir a pedirle que nos ayude? No oigo, ¡más alto! A Jesús, Jesús puede cambiarte la vida, Jesús puede tirarte abajo todos los muros que tienes delante. Jesús puede hacer que tu vida sea un servicio para los demás. Alguno de ustedes me puede preguntar ¿y para esto hay una varita mágica? Si ustedes quieren que Jesús te cambie la vida, pídele ayuda y esto se llama rezar. ¿Entendieron bien? Rezar. Les pregunto, ¿ustedes rezan? ¿“Sure”? Rezarle a Jesús porque él es el Salvador. Nunca dejen de rezar. La oración es el arma más fuerte que tiene un joven. Jesús nos quiere. Les pregunto: ¿Jesús quiere a unos sí y a otros no? ¿Jesús quiere a todos? ¿Jesús quiere ayudar a todos? Entonces abrile la puerta de tu corazón y dejalo entrar. Dejar entrar a Jesús en mi vida. Y cuando Jesús entra en tu vida te ayuda a luchar. A luchar contra todos los problemas que señaló Winnie. Luchar contra la depresión, luchar contra el HIV, pedir ayuda para superar esas situaciones, pero siempre luchar, luchar con mi deseo y luchar con mi oración. ¿Están dispuestos a luchar? Están dispuestos a desear lo mejor para ustedes? Están dispuestos a rezar, a pedirle a Jesús que los ayude en la lucha?.
Ustedes tengan conciencia que son un pueblo de mártires. Por las venas de ustedes corre sangre de mártires y por eso tienen la fe y la vida que tienen ahora. Y esta fe, y esta vida es tan linda que se la llama la Perla del África.
Parece que el micrófono no funcionaba bien. A veces también nosotros no funcionamos bien. ¿Sí o no? “Right” y cuando no funcionamos bien ¿a quién tenemos que ir a pedirle que nos ayude? No oigo, ¡más alto! A Jesús, Jesús puede cambiarte la vida, Jesús puede tirarte abajo todos los muros que tienes delante. Jesús puede hacer que tu vida sea un servicio para los demás. Alguno de ustedes me puede preguntar ¿y para esto hay una varita mágica? Si ustedes quieren que Jesús te cambie la vida, pídele ayuda y esto se llama rezar. ¿Entendieron bien? Rezar. Les pregunto, ¿ustedes rezan? ¿“Sure”? Rezarle a Jesús porque él es el Salvador. Nunca dejen de rezar. La oración es el arma más fuerte que tiene un joven.
Jesús nos quiere. Les pregunto: ¿Jesús quiere a unos sí y a otros no? ¿Jesús quiere a todos? ¿Jesús quiere ayudar a todos? Entonces abrile la puerta de tu corazón y dejalo entrar. Dejar entrar a Jesús en mi vida. Y cuando Jesús entra en tu vida te ayuda a luchar. A luchar contra todos los problemas que señaló Winnie. Luchar contra la depresión, luchar contra el HIV, pedir ayuda para superar esas situaciones, pero siempre luchar, luchar con mi deseo y luchar con mi oración. ¿Están dispuestos a luchar? Están dispuestos a desear lo mejor para ustedes? Están dispuestos a rezar, a pedirle a Jesús que los ayude en la lucha?.
Y una tercera cosa que les quiero decir: Todos nosotros estamos en la Iglesia, pertenecemos a la Iglesia. ¿Verdad? Y la Iglesia tiene una Madre. ¿Cómo se llama? Rezar a la Madre. Cuando un chico se cae, se lastima, se pone a llorar y va a buscar a la mamá, cuando nosotros tenemos un problema, lo mejor que podemos hacer es ir donde nuestra madre y rezarle a María nuestra Madre. ¿Están de acuerdo? ¿Y ustedes le rezan a la Virgen, a nuestra Madre? Y por aquí pregunto, ustedes rezan a Jesús y a la Virgen nuestra Madre. Las tres cosas: superar las dificultades, por segundo transformar lo negativo en positivo, y tercero oración, oración a Jesús que lo puede todo. Jesús que entra en nuestro corazón y nos cambia la vida. Jesús que vino para salvarme y dio su vida por mí. Rezar a Jesús porque Él es único Señor y como en la Iglesia no somos huérfanos y tenemos una Madre, rezar a nuestra Madre. ¿Y cómo se llama nuestra Madre? ¡Más fuerte! Les agradezco mucho que hayan escuchado. Les agradezco que quieran cambiar lo negativo en positivo, que quieran luchar contra lo malo con Jesús al lado y sobretodo les agradezco que tengan ganas de nunca dejar de rezar. Y ahora los invito a rezar juntos a nuestra Madre para que nos proteja. ¿Estamos de acuerdo? ¿Todos juntos? Está muy bien. Dios te salve María… May God bless you. In the name of the Father, the Son and the Holy Spirit. Please, un último pedido. Pray for me. Pray for me. I need it. Don’t forget. Good bye.
Y una tercera cosa que les quiero decir: Todos nosotros estamos en la Iglesia, pertenecemos a la Iglesia. ¿Verdad? Y la Iglesia tiene una Madre. ¿Cómo se llama? Rezar a la Madre. Cuando un chico se cae, se lastima, se pone a llorar y va a buscar a la mamá, cuando nosotros tenemos un problema, lo mejor que podemos hacer es ir donde nuestra madre y rezarle a María nuestra Madre. ¿Están de acuerdo? ¿Y ustedes le rezan a la Virgen, a nuestra Madre? Y por aquí pregunto, ustedes rezan a Jesús y a la Virgen nuestra Madre.
Las tres cosas: superar las dificultades, por segundo transformar lo negativo en positivo, y tercero oración, oración a Jesús que lo puede todo. Jesús que entra en nuestro corazón y nos cambia la vida. Jesús que vino para salvarme y dio su vida por mí. Rezar a Jesús porque Él es único Señor y como en la Iglesia no somos huérfanos y tenemos una Madre, rezar a nuestra Madre. ¿Y cómo se llama nuestra Madre? ¡Más fuerte!
Les agradezco mucho que hayan escuchado. Les agradezco que quieran cambiar lo negativo en positivo, que quieran luchar contra lo malo con Jesús al lado y sobretodo les agradezco que tengan ganas de nunca dejar de rezar. Y ahora los invito a rezar juntos a nuestra Madre para que nos proteja. ¿Estamos de acuerdo? ¿Todos juntos? Está muy bien. Dios te salve María…
May God bless you. In the name of the Father, the Son and the Holy Spirit. Please, un último pedido. Pray for me. Pray for me. I need it. Don’t forget. Good bye.
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