“Jesús no nos deja solos” tras su Ascensión al cielo

lunes, 30 de mayo de 2022
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30/05/2022 – El Papa Francisco presidió el Regina Coeli desde la Plaza de San Pedro ante numerosos fieles provenientes de diferentes países del mundo.

El Santo Padre reflexionó acerca del Evangelio de San Lucas y recordó que en muchos países se celebra la Ascensión del Señor, “su regreso al Padre” y destacó que, antes de hacerlo, primero “anuncia el don del Espíritu y luego bendice los discípulos”.

A continuación, el Papa Francisco explicó que Jesús “habla del Espíritu Santo, el Consolador, el que los acompañará, los guiará, los apoyará en su misión, los defenderá en las batallas espirituales” y aseguró que “Jesús no abandona a los discípulos”.

“Sube al cielo, pero no nos deja solos. Al contrario, precisamente al ascender al Padre asegura la efusión de su Espíritu”, señaló.

“El amor de Jesús por nosotros también se puede ver en esto: la suya es una presencia que no quiere restringir nuestra libertad. Al contrario, nos hace un espacio, porque el verdadero amor siempre genera una cercanía que no aplasta, no es posesivo, es cercano pero no posesivo, sino que nos hace protagonistas”’, dijo el Papa a continuación.

El Santo Padre explicó que, al subir al cielo, “Jesús, en lugar de permanecer cerca de unos pocos con su cuerpo, se hace cercano a todos con su Espíritu. El Espíritu Santo hace presente a Jesús en nosotros, más allá de las barreras del tiempo y del espacio, para que seamos sus testigos en el mundo”.

Más tarde, el Papa Francisco destacó que “el Evangelio quiere decirnos que Jesús es el gran sacerdote de nuestra vida. Jesús sube al Padre para interceder por nosotros, para presentarle nuestra humanidad”.

“Así, ante los ojos del Padre, están y estarán siempre, con la humanidad de Jesús, nuestras vidas, nuestras esperanzas, nuestras heridas. Así, al hacer su ‘éxodo’ al Cielo, Cristo nos abre camino, va a preparar un lugar para nosotros y, desde ahora, intercede por nosotros, para que siempre estemos acompañados y bendecidos por el Padre”, aseguró.

Por último, el Papa invitó a los fieles a preguntarse si “realmente” son testigos del Evangelio “y si somos capaces de amar a los demás, dejándolos libres y dejándoles espacio”.

“Aprendamos esto: la oración de intercesión, intercediendo por las esperanzas y los sufrimientos del mundo, por la paz. Y bendigamos con la mirada y palabras a quienes encontramos cada día”, dijo a modo de conclusión el Papa Francisco.