La Iglesia crece en el silencio, sin dar espectáculo

jueves, 15 de noviembre de 2018

15/11/2018 – La Iglesia crece “en la sencillez, en el silencio, en la alabanza, en el sacrificio eucarístico, en la comunidad fraterna, donde todos se aman y no se despellejan”. Son palabras del Papa Francisco, durante la Misa de esta mañana en que reafirmó que el reino de Dios “no es espectacular” sino que crece en el silencio.

Las obras buenas no son noticia

De modo que la Iglesia se manifiesta “en la Eucaristía y en las buenas obras”, si bien, aparentemente, no “hacen noticia”. La Esposa de Cristo tiene un temperamento silencioso, genera frutos “sin ruido”, sin “sonar la trompeta como los fariseos”.

“El Señor nos ha explicado cómo crece la Iglesia con la parábola del sembrador. El sembrador siembra y la semilla crece de día y de noche… – Dios da el crecimiento – y después se ven los frutos. Pero esto es importante: primero, la Iglesia crece en silencio, a escondidas; es el estilo eclesial. ¿Y cómo se manifiesta la Iglesia? Por los frutos de las buenas obras, para que la gente vea y glorifique al Padre que está en los cielos – dice Jesús – y en la celebración – la alabanza y el sacrificio del Señor – es decir en la Eucaristía. Allí se manifiesta la Iglesia; en la Eucaristía y en las buenas obras”.

La tentación de la seducción

“La Iglesia crece por testimonio, por oración, por atracción del Espíritu que está dentro – insistió el Papa Bergoglio – no por los eventos”. Ciertamente también aquellos “ayudan”, pero “el crecimiento propio de la Iglesia, la que da fruto, se produce en el silencio, a escondidas con las buenas obras y la celebración de la Pascua del Señor, la alabanza de Dios”.

“Que el Señor nos ayude a no caer en la tentación de la seducción. “Nosotros querríamos que la Iglesia se viera más; ¿qué cosa podemos hacer para que se vea?”. Y se suele caer en una Iglesia de los eventos que no es capaz de crecer en silencio con las buenas obras, a escondidas”.

El espíritu del mundo no tolera el martirio

En un mundo en el que demasiado frecuentemente se cae en la tentación de la espectacularidad, de la mundanidad, del aparecer, el Papa Francisco recordó que el mismo Jesús ha sido tentado por la seducción del espectáculo: “¿Pero por qué tanto tiempo para hacer la redención? Hace un lindo milagro. Tírate del templo y todos verán y creerán en ti”. Pero Él ha elegido “el camino de la predicación, de la oración, de las obras buenas”, “de la cruz” y “del sufrimiento”.

“La Cruz y el sufrimiento. La Iglesia crece también con la sangre de los mártires, hombres y mujeres que dan su vida. Hoy hay tantos de ellos. Curioso: no son noticia. El mundo esconde este hecho. El espíritu del mundo no tolera el martirio, lo esconde”.

Fuente: News.va