“La vida siempre debe ser protegida y amada”

lunes, 7 de mayo de 2018
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Pope Francis makes a blessing as he arrives for the Angelus prayer in Saint Peter's Square at the Vatican April 15, 2018. REUTERS/Remo Casilli

07/05/2018 – Al compartir el rezo del Regina Coeli, el Papa Francisco dijo que “la Palabra de Dios continúa indicándonos estilos de vida coherentes para ser la comunidad del Señor resucitado” y concretamente el Evangelio de hoy, representa “la entrega de Jesús”.

Asomado desde el balcón de la Plaza de San Pedro, el Papa indicó que debemos vivir “en la corriente del amor de Dios” para que nuestro amor no pierda por la calle su ardor y su audacia e invitó a “recibir con gratitud el amor que viene del Padre” tratando de no separarnos “con el egoísmo y el pecado”, algo que – puntualizó – es un programa “difícil pero no imposible”.

Lo primero a tener en cuenta – señaló Francisco – es que “el amor de Cristo no es un sentimiento superficial, sino una actitud fundamental del corazón” que se manifiesta en vivir como Él quiere. Y es por ello que el amor se debe realizar “en la vida cotidiana, en las actitudes y en las acciones” o de lo contrario son sólo “palabras, palabras y palabras”. “Eso no es amor” exclamó, el amor es “concreto cada día”.

Y es un amor, que debemos compartir con los demás. “Jesús ha indicado en diversas ocasiones quién es el otro para amar” dijo Francisco, amor que debe ser expresado “no en palabras sino con hechos”.       

Es a él a quien encontramos en nuestro camino – continuó – y quien, con “su rostro y su historia” nos llama. También es “Él” quien, con su propia presencia “me aleja de mis intereses y mis certezas” y quien “espera mi disponibilidad a escuchar y hacer un trozo del camino juntos”. Una disponibilidad – dijo el Papa – que debemos tener hacia “cada hermano y hermana”: “sea quien sea y en cualquier situación que sea, empezando por aquellos cercanos a mí en la familia, en la comunidad, en el trabajo, en la escuela…” detalló.

El Papa también explicó que “este amor por los demás no puede reservarse para momentos excepcionales”, sino que debe convertirse “en la constante de nuestra existencia”. Y es por eso que estamos llamados – dijo el Santo Padre – a mantener a los ancianos “como un tesoro precioso y con amor”, incluso “si crean problemas económicos e inconvenientes”. Y es por eso que a los enfermos, “incluso en la última etapa, les debemos brindar toda la asistencia posible”. “Esta es la razón por la que los niños por nacer son siempre bienvenidos”, porque “la vida siempre debe ser protegida y amada desde la concepción hasta su ocaso natural”.

Por último, afirmó que somos amados por Dios en Jesucristo, quien nos pide de amarnos como Él nos ama, “pero esto no lo podremos hacer si no tenemos su mismo corazón” y es por ello que estamos llamados a asistir a la Eucaristía cada domingo – explicó el Papa – que tiene como finalidad “formar en nosotros el corazón de Cristo”.

Día también en el que además de saludar a todos los peregrinos presentes en la Plaza de San pedro, recordó la beatificación de Clara Fey, que tuvo lugar ayer en Alemania, agradeciendo a Dios por su ejemplo de testimonio del Evangelio, siendo una educadora solidaria de los jóvenes desfavorecidos, y pidió oración por la población de la República Centroafricana, donde en los últimos días se han perpetrado episodios de violencia que han dejado muchos muertos y heridos, entre ellos, el fallecimiento de un sacerdote.

Fuente: Vatican News