“Los que hablan de paz y favorecen la guerra son unos hipócritas”

10/06/2015- Durante el vuelo de regreso de Sarajevo a Roma, Francisco hablo sobre múltiples temáticas respondiendo a las preguntas de los periodistas. Entre ellas mencionó que vivimos una “tercera guerra mundial combatida a pedazos”, en el mundo se respira “un clima de guerra y hay quienes quieren crearlo y fomentarlo” mediante el enfrentamiento entre culturas y civilizaciones y especulando con la venta de armas, porque “algunos potentes de la tierra hablan de paz, pero por debajo venden armas”. Pero la paz es posible, es “el proyecto de Dios”, y, desde Sarajevo, ciudad símbolo de las guerras fratricidas de Europa, Papa Francisco dijo que ve signos de esperanza. Las heridas que dejó el último conflicto de los años noventa todavía son profundas. Bergoglio, al ver a los niños que pertenecen a diferentes etnias y religiones que lo saludan por la calle y frente a las autoridades políticas de Bosnia-Herzegovina, dijo: “Los niños son la esperanza por la que hay que apostar”.

Durante el vuelo de regreso a Roma, hablando con los periodistas, Francisco explicó que su decisión de visitar Europa empezando por países pequeños “que han sufrido mucho”, como Albania y Bosnia-Herzegovina, “es una señal”. Y también son una señal las palabras con las que ante los políticos dijo que este país “es parte integral de Europa”. Esta es la transcripción de las preguntas y las respuestas del diálogo durante el vuelo de regreso.

Usted habló sobre los potentes de la tierra que trafican armas y de los que fomentan el clima de guerra. ¿Podría explicar mejor?

“Siempre hay hipocresía, y por esto dije que no es suficiente hablar de paz; hay que hacer la paz. Los que solo hablan de la paz y no hacen la paz están en contradicción. Los que hablan de paz y favorecen la guerra, por ejemplo con la venta de armas, son unos hipócritas.”

Hay un gran interés por el juicio sobre el fenómeno de las apariciones de Medjugorje. ¿Qué nos puede decir al respecto?

“Sobre Medjugorje Papa Benedicto XVI, en su momento, instituyó una comisión presidida por el cardenal Ruini, con otros cardenales y teólogos. Prepararon un estudio y Ruini me lo entregó, después de algunos años de trabajo. Hicieron un muy buen trabajo. El cardenal Müller (Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ndr.) me dijo que habría hecho una reunión del dicasterio sobre esto; creo que fue el último miércoles del mes. Estamos por tomar decisiones y luego serán comunicadas. Por el momento, se dan solo algunas indicaciones a los obispos.”

Con los jóvenes usted habló sobre la necesidad de tener cuidado con la tele y las computadoras, habló de “porquerías” y de “mala fantasía”. ¿Qué quería decir?

“Hay dos cosas diferentes: las modalidades y los contenidos. Sobre las modalidades hay una que hace daño al alma, y es estar demasiado pegados a la computadora. Esto hace daño al alma y quita la libertad, te hace esclavo de la computadora. Es curioso, en muchas familias, los papás y las mamás me dicen: con los hijos estamos comiendo y ellos, con el teléfono, están en otro mundo. El lenguaje virtual es un progreso de la humanidad, pero cuando nos aleja de la familia, de la vida social, del deporte, del arte, y nos quedamos pegados a él, se convierte en una enfermedad psicológica. En segundo lugar, los contenidos. Sí, hay cosas sucias, que van desde la pornografía a la semi-pornografía hasta los programas vacíos, sin valores; el relativismo, el consumismo, que fomentan todas estas cosas, es un cáncer de la sociedad, y hablaré sobre esto en la próxima encíclica. Hay padres muy preocupados que no permiten que haya computadoras en las habitaciones de los niños, sino en un lugar común de la casa, y estas son pequeñas ayudas.”

Una última pregunta fue sobre el posible viaje a Francia y los “problemas” existentes (una referencia explícita a la falta de plácet para el embajador Laurent Stefanini, de cuya homosexualidad se habló durante semanas en la prensa internacional). El Papa dijo: “los pequeños problemas no son problemas”. Y dijo que visitará Francia porque lo prometió “a los obispos”.

Fuente: Vatican Insider