Papa Francisco: “Estén atentos, detrás de la rigidez no está el espíritu de Dios”

miércoles, 1 de septiembre de 2021
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1/09/2021 El Papa Francisco celebró la Audiencia General en el Aula Pablo VI y continuó explicando la Carta de San Pablo a los Gálatas.

“En las catequesis precedentes hemos visto cómo el apóstol Pablo muestra a los primeros cristianos de Galacia el peligro de dejar el camino que han iniciado a recorrer acogiendo el Evangelio. De hecho, el riesgo es el de caer en el formalismo, que es una de las tentaciones que nos lleva a la hipocresía, y renegar la nueva dignidad que han recibido de Cristo”, dijo.

Reflexionando sobre la segunda parte de la Carta el Papa Francisco expresó que Pablo “interpela directamente a los Gálatas: los pone delante de las elecciones que han realizado y de su condición actual, que podría anular la experiencia de gracia vivida”.

El Pontífice destacó que esta la interpelación no viene acompañada de expresiones corteses, como en otros pasajes, sino de términos genéricos como: “gálatas”, “ignorantes”  o “insensatos” y afirmó: “son ignorantes porque no se dan cuenta que el peligro es el de perder el tesoro valioso, la belleza de la novedad de Cristo. La maravilla y la tristeza del Apóstol son evidentes. No sin amargura, él provoca a esos cristianos para recordar el primer anuncio realizado por él, con el cual les ha ofrecido la posibilidad de adquirir una libertad hasta ese momento inesperada”.

“En resumen, el intento de Pablo, dice Francisco, es poner en un aprieto a los cristianos para que se den cuenta de lo que hay en juego y no se dejen encantar por la voz de las sirenas que quieren llevarlos a una religiosidad basada únicamente en la observancia escrupulosa de preceptos”.

Los Gálatas habían hecho la experiencia de la acción del Espíritu Santo en la comunidad: “al comienzo de su llegada a la fe, estaba la iniciativa de Dios, no de los hombres. El Espíritu Santo había sido el protagonista de su experiencia; ponerlo ahora en segundo plano para dar la primacía a las propias obras sería de insensatos. La santidad viene del Espíritu Santo que es la gratuidad de la redención de Jesús: esto nos justifica”, destacó Francisco.

Esto también nos invita a reflexionar sobre cómo vivimos la fe nosotros. ¿El amor de Cristo crucificado y resucitado permanece en el centro de nuestra vida cotidiana como fuente de salvación, o nos conformamos con alguna formalidad religiosa para tener la conciencia tranquila? ¿Estamos apegados al tesoro valioso, a la belleza de la novedad de Cristo, o preferimos algo que en el momento nos atrae, pero que después nos deja un vacío dentro?

Luego el Papa Francisco advierte: “estén atentos ante las rigideces que les proponen, estén atentos, porque detrás de la rigidez no está el espíritu de Dios y por eso esta carta nos ayudará a no escuchar propuestas un poco fundamentalistas, que nos llevan hacia atrás en nuestra vida espiritual.”

“Pablo recuerda a los gálatas que el Padre es el que otorga en abundancia el Espíritu y realiza milagros; porque no obstante todas las dificultades que nosotros podemos poner a sus acciones, Dios no nos abandona, sino que permanece con nosotros, con su amor misericordioso. Dios siempre está cerca de nosotros con su bondad. Pidamos la sabiduría de darnos cuenta siempre de esta realidad y de echar a los fundamentalistas que nos proponen una vida de ascesis artificial que es lejana a la resurrección de Cristo. La ascesis es necesaria, pero una ascesis sabia, no una artificial”.

Tras estas palabras el Papa Francisco saludó en distintos idiomas a los presentes en el aula Pablo VI, y animó a los fieles hispano hablantes con estas palabras:

“Los animo a dejarse transformar por la gracia que han recibido de Cristo, y a responder de forma adulta a la llamada de Jesús, que los envía al mundo como testigos misioneros para la obra de evangelización. Que Dios los bendiga.”