“Rezar no es fácil; es un combate alegre y fatigoso”

miércoles, 12 de mayo de 2021
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12/05/2021 – El Pontífice asegura que el momento de oración no es fácil y por eso muchos de nosotros “escapamos” de la oración. También habla de la otra cara de la oración, que no es siempre alegría, a veces también es fatiga y molestia y explica que por eso muchas veces es una “lucha” que tenemos que combatir.

Hoy el Papa Francisco ha continuado su ciclo de Catequesis sobre la oración cristiana, y ha asegurado que “rezar no es algo fácil” y que ninguno de los grandes oradores que encontramos en la Biblia y en la historia de la Iglesia “ha tenido una oración cómoda”, de hecho, ha dicho: “se puede rezar como los loros – bla, bla, bla – pero eso no es rezar”.

Durante la Audiencia General de este miércoles 12 de mayo, el Pontífice ha querido mostrar el otro lado de la oración, ese del que no se suele hablar, y que es ese “combate interior, a veces duro – dice el Papa – que puede acompañar también periodos largos de la vida”. “Rezar no es fácil, ha dicho Francisco, y por eso escapamos de la oración”. También ha explicado que todos los hombres y las mujeres de Dios mencionan no solamente la alegría de la oración, sino también la molestia y la fatiga que puede causar. “Algún santo la ha llevado adelante durante años sin sentir ningún gusto, sin percibir la utilidad” ha expresado el Papa, explicando que el silencio, la oración y la concentración “son ejercicios difíciles, y alguna vez la naturaleza humana se rebela”. “Preferiríamos estar en cualquier otra parte del mundo, pero no ahí, en ese banco de la iglesia rezando” continúa el Santo Padre, y recuerda que quien quiere rezar “debe recordar que la fe no es fácil, y alguna vez procede en una oscuridad casi total, sin puntos de referencia”.

El Catecismo enumera una larga serie de enemigos de la oración
Después, se ha centrado en “los enemigos de la oración” que cita el Catecismo, aquellos que hacen que sea difícil rezar y que nos ponen en dificultad, como por ejemplo “que algunos dudan de que esta pueda alcanzar verdaderamente al Omnipotente”; otros, en cambio – dice el Papa – “sospechan que la oración sea una mera operación psicológica; algo que quizá es útil, pero no verdadera ni necesaria: se podría incluso ser practicantes sin ser creyentes”. El Papa asegura que los peores enemigos de la oración “están dentro de nosotros” y el Catecismo los llama así: “desaliento ante la sequedad, tristeza de no entregarnos totalmente al Señor, porque tenemos “muchos bienes”, decepción por no ser escuchados según nuestra propia voluntad; herida de nuestro orgullo que se endurece en nuestra indignidad de pecadores, difícil aceptación de la gratuidad de la oración, etc.”.