Transmitir la fe quiere decir “fundar un corazón en la fe en Jesucristo”

jueves, 3 de mayo de 2018
image_pdfimage_print

FranciscoSantaMartaRojo_LOR_291015

03/05/2018 – El Papa Francisco en su homilía de hoy en la capilla de la Casa Santa Marta dijo que “transmitir la fe” no quiere decir “hacer proselitismo”, “buscar a personas que apoyen este equipo de fútbol” o “este centro cultural”, sino testimoniar con amor.

Transmitir la fe no quiere decir “dar informaciones”, sino “fundar un corazón en la fe en Jesucristo”. Lejos de aprender, mecánicamente, un librito o algunas nociones, ser cristiano quiere decir ser “fecundo en la transmisión de la fe”, así como la Iglesia, que por “ser madre” da a la luz “a los hijos en la fe”.

“Transmitir la fe no es dar informaciones, sino fundar un corazón, fundar un corazón en la fe en Jesucristo. No se puede transmitir la fe mecánicamente: ‘Pero, toma este librito, estúdialo y después te  bautizo. No. Para transmitir la fe, el camino es otro: transmitir lo que hemos recibido. Y éste es el desafío de un cristiano: ser fecundo en la transmisión de la fe. Y también es el desafío de la Iglesia: ser madre fecunda, dar a luz a los hijos en la fe”.

El Papa Francisco insistió en la transmisión de la fe que atraviesa las generaciones, de la abuela a la mamá, en un aire que perfuma de amor. El propio credo no viaja sólo con las palabras, sino con las “caricias”, con la “ternura”, e incluso “en dialecto”. El Pontífice también extendió su pensamiento a las cuidadoras, que veces son casi segundas madres, independientemente de que sean extranjeras o no. En efecto el Papa afirmó que están cada vez más difundidos los casos en que las cuidadoras transmiten la fe con atención, ayudando a crecer.

Por lo tanto, una primera actitud en la transmisión de la fe es seguramente el amor; mientras la segunda es el testimonio.

“Transmitir la fe no es hacer proselitismo, es otra cosa, es algo aún más grande. No es buscar gente que apoye a este equipo de fútbol, a este club, a este centro cultural; todo esto está bien, pero para la fe el proselitismo no va. Bien lo dijo Benedicto XVI: ‘Que la Iglesia crezca no por proselitismo, sino por atracción’. La fe se transmite, pero por atracción, es decir por testimonio”.

Testimoniar en la vida de todos los días aquello en lo que se cree nos vuelve justos “ante los ojos de Dios”, suscitando curiosidad en cuantos nos rodean.

“Y el testimonio provoca curiosidad en el corazón del otro y esa curiosidad la toma el Espíritu Santo y el trabajo lo hace por dentro. La Iglesia cree por atracción, crece por atracción. Y la transmisión de la fe se da con el testimonio, hasta el martirio. Cuando se ve esta coherencia de vida con lo que nosotros decimos, siempre viene la curiosidad: ‘Pero, ¿por qué este vive así? ¿Por qué conduce una vida de servicio a los demás?’. Y esa curiosidad es la semilla que toma el Espíritu Santo y la lleva adelante. Y la transmisión de la fe nos hace justos, nos justifica. La fe nos justifica y en la transmisión nosotros damos la justicia verdadera a los demás”.

Fuente: Vatican News