11/12/2009 LAS BIENAVENTURANZAs

viernes, 11 de diciembre de 2009
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Durante todo este tiempo fuimos acercándonos a la persona de Jesús, a la propuesta de vida que él nos hace y escuchamos su invitación a creer en el amor de Dios, que nos cuida, nos acompaña, como un Padre Misericordioso.

Hemos contado parábolas, milagros y nos asomamos a la vida de Jesús, conocimos su casa, sus amigos, su familia.

Hoy, Jesús quiere hacernos una nueva invitación, que encierra todo lo que sabemos de él y nos garantiza que estaremos junto a él por siempre: Jesús nos pide que seamos santos, como él. La santidad es aceptar el don de la vida que Dios nos regala cada día para intentar vivirla en su compañía, en su amistad. Te animás?

En la Palabra de Dios encontramos algunas pistas que nos ayuden a caminar en Santidad:

La 1ª es saber que Jesús quiere que estemos siempre con él… por eso pide “dejen que los niños vengan a Mí”

La 2ª está encerrada en las bienaventuranzas, es una lista de verdades que Jesús proclama, en donde anuncia distintas situaciones que nos alegrarán el corazón… “que nos harán felices!!”

Te las contamos…

  • Felices los que tienen espíritu de pobre… porque de ellos es el Reino de los Cielos.

felices los niños, que son como los pobres, porque necesitan de los demás, que les enseñen, que los alimenten, que los atiendan, que los abriguen… felices los que necesitan de los demás y saben que eso es bueno para crecer.

  • Felices los que lloran… porque recibirán consuelo.

Cuando tengamos algún dolor, una tristeza o alguna pena que nos haga llorar, no debemos entristecernos más de lo debido, porque el mismo Dios está al lado nuestro para consolarnos.

  • Felices los pacientes… porque recibirán la tierra en herencia.

Felices los chicos tranquilos que no reaccionan violentamente frente a las agresiones. Felices los chicos que son capaces de solucionar los inconvenientes sin enojos ni broncas. Felices los chicos que piden las cosas “por favor” y saben decir “muchas gracias”.

  • Felices los que tienen hambre y sed de justicia… porque serán saciados.

Felices los chicos que se alegran cuando todos tienen las mismas oportunidades. Felices los chicos que saben reconocer las cualidades de las personas, aunque no sean sus amigos y alegrarse por ellas.

  • Felices los compasivos… porque obtendrán misericordia.

Ser compasivo es tener el corazón preparado para que los propios sentimientos “vibren” con lo que le ocurre a los demás. Alegrase con la alegría de los demás y no tener envidia. A esas personas Dios les promete mucha misericordia.

  • Felices los de corazón limpio… porque ellos verán a Dios.

Los que tienen corazón limpio, actúan siempre con bondad y con amor. Dan sin esperar recompensa porque saben que allí está la mayor felicidad.

  • Felices los que trabajan por la paz… porque serán reconocidos como hijos de Dios.

Trabajamos por la paz cuando no nos sumamos a las situaciones de violencia, cuando no decimos malas palabras, cuando preferimos una sonrisa y una caricia a los enojos, a los puños y a los gritos.

  • Felices los perseguidos por causa del bien… porque de ellos es el Reino de los Cielos.

En algunas situaciones podrás encontrarte que los chicos que te rodean se burlan de vos, por ejemplo cuando estás rezando, cuando ayudás a un compañero que todos dejan de lado, cuando elegís no devolver mal cuando lo recibís de otro niño. Jesús proclama que son felices los niños que se acercan a los demás con generosidad, que son valientes y se deciden a hacer algo por construir un mundo mejor.

Todos los que hacemos el programa “Dejen que los niños vengan a Mí” aceptamos la invitación de Jesús de caminar por las bienaventuranzas, para ser Santos como él. Esperamos que vos también te sumes a esta invitación, entre todos nos ayudamos y compartimos la alegría de ser amigos de Jesús y estar siempre con él.