25/07/2015 – Raquel Samanón, licenciada en Psicología y mediadora nos habla de la importancia de los abuelos en la vida de la familia hoy: el abuelazgo es un sentir, es una pertenencia. Hoy en día nos ocupamos mucho de la vejez pero hay muy poco sobre la relación de los abuelos con los nietos, con la familia que ha cambiado bastante, yo diría desde la inclusión de la mujer en el mercado laboral.
Están los abuelos varones que tienden a cuidar más a los niños, son confidentes y llegan a ser amigos de sus nietos. También los abuelos que en muchas ocasiones hacen de soporte, son los que solventan una falta económica, o cuando los padres se quedan sin trabajo o no tienen lo suficiente para llegar a fin de mes.
En cambio las familias que son más matriarcales tienden a marcarle a sus nietos con su ejemplo un camino de envejecer distinto, es decir, es un abuelo que se incluye en grupos sociales de su edad, estudia idiomas, realiza otro tipo de actividades, que se alejan del modelo tradicional del abuelo que se queda en casa.
No solamente es importante para los abuelos esta nueva realidad, sino para los papás, porque en este caso el rol de papás queda más enriquecido, más nutrido.
En tanto que los abuelos no sólo cuidan; aportan algo que los padres no siempre vislumbran, como pueden ser la pertenencia e identidad.
Con esa identidad y esa pertenencia, traemos una raíz, que es la del árbol genealógico, o sea que esas historias que van nutriendo con la presencia de los abuelos, los chicos y los padres van dándose cuenta quiénes son, cómo son, de donde vienen sus costumbres, los rótulos que operan en cada familia.
A veces en el rol de padres uno está exigido al deber ser, es decir, el deber educarlos, deber proveerlos. Pero en esto de ser abuelos, hay ciertos permisos, como jugar con ellos, mostrarles un mundo a través de diferentes actividades compartidas, es como que a través de este nuevo rol, los propios abuelos abren una reparación hacia sus padres, porque todo lo que no pudieron hacer con los padres lo están haciendo ahora con los nietos, esto es un abuelazgo sano, pero hay otro abuelazgo que es patológico.
Hay muchos abuelos que tienden a sentirse excluidos y como una manera de llamar la atención o no, hacen más profunda la enfermedad por ejemplo, y en lo que antes hubo amor en el vínculo que los unía, ahora es la enfermedad que los une. Y por otro lado está la responsabilidad que sienten los hijos sobre la vejez de sus padres.
Tenemos un problema actual en la sociedad mundial, hay una cantidad enorme de gente que envejece, y una cantidad mínima de hijos traídos al mundo, esto hace que sea muy difícil la relación de la familia que vive en lugares distintos con los abuelos. Los padres muy ocupados en el crecimiento de sus hijos o los padres que delegan en los abuelos el crecimiento de sus hijos y también existen los geriátricos que no cumplen los requisitos como para que una persona no entre en un estado de mayor enfermedad. Por otro lado, están las cuestiones económicas también que tienen que ver con lo que proporciona el país y que están siendo disminuidas día a día, entonces esos lugares, los geriáticos, que debieran ser justamente de estímulo para que la gente viva con dignidad, están siendo simplemente un guardadero de personas en donde el mismo hijo se siente mal por ver en dónde está el padre o la madre.
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