Hoy ha llegado la salvación a ésta casa

martes, 20 de noviembre de 2018
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21/11/18.- El Señor quiere estar familiarizado con todo lo tuyo para que puedas encontrar nuevos horizontes, para sacarte de la rutina e invitarte a soñar, para abrir nuevos caminos.

Catequesis en un minuto

Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad.Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos.El quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura.Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí.
Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: “Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa”.Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: “Se ha ido a alojar en casa de un pecador”.Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: “Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más”.
Y Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido”.

Lc. 19,1-10

 

El Señor no viene a quitar nada, sino que el lugar donde Él se entrega y estamos invitados a recibirlo es el corazón, el centro de la persona. Cuando el dinero ocupa el lugar de Dios se ocupa en ídolo y mamón se constituye en el centro de la vida. El centro le corresponde únicamente al Dios vivo. Zaqueo se ha dado cuenta que la lógica del tener y poseer solo tiene sentido cuando se lo comparte con los que menos tienen, por eso renuncia a lo suyo, sacando el dinero del centro de su corazón para darle lugar a Jesús. La conversión de Zaqueo supone desapropiarse de muchas cosas superfluas.

Jesús no dice qué tenemos que hacer, sino que simplemente nos ofrece su amor de compasión y nos invita a ser como es Él. Jesús ha sido compasivo con Zaqueo y a partir de ese encuentro lo ha abierto de su ceguera y ahora ve cómo ha sido con los demás. Lo primero que ve es lo que tiene que reparar y al ampliar la mirada descubre la necesidad de tantos. Zaqueo no tomó una decisión como ha tomado otras de sus negocios, sino que se ha abierto a la compasión de Cristo y desde ahí a hecho lo mismo que el Señor que tiene sentado a la mesa de su casa.

Zaqueo se subió a un lugar alto, y Jesús que lo vio le dice “baja” y lo llevó a lo de siempre. Allí le reveló un corazón nuevo. A partir de la revelación que Jesús le hace de algo nuevo dentro suyo, le cambió la vida. “Hoy ha llegado la salvación a esta casa”. Apareció lo más grande que estaba escondido en su vida: la compasión y el amor. Porque lo que descubrió es que él mismo decide cambiar de vida.

Catequesis Completa