14/12/2020 – Hoy peregrinamos hacia la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en Santa Fe de la Vera Cruz, tierra de pescadores.
Esta advocación tiene su origen en México, todo comienza un 9 de diciembre de 1531, cuando la Virgen se le aparece al indiecito Juan Diego, en la colina de Tepeyac. El obispo le pide una señal y es así que Juan Diego, le lleva como signo, rosas (imposible de obtener en invierno y en esos peñascos) y en su tilma se encontraba pintada la imagen de la Virgen de Guadalupe.
La tilma de Juan Diego con la imagen de la Virgen es la misma que hoy está expuesta en la Basílica de Guadalupe, en México. Su conservación y reiterados estudios científicos a la que fue sometida revelan la participación divina en este curioso fenómeno. De ella y de su intercesión se despiden infinidad de milagros.
Nuestra Señora de Guadalupe es patrona de América Latina.
En Santa Fe de la Vera Cruz, la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, se erige en el noreste de la ciudad de Santa Fe. Anualmente la visitan miles de fieles, tanto para las peregrinaciones que se hacen dos semanas después de Pascua, como todos los fines de semana en los que se ve desfilar a los fieles locales y de otras poblaciones. Algunos en cumplimiento de promesas, otros en ruegos especiales por alguna Gracia o, simplemente, para asistir a las misas que en ella se celebran.
Pocas cosas son más representativas de la religiosidad santafesina que la Basílica construida en honor a la advocación mexicana de la Virgen María.
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