08/04/2016 – Todo lo que queremos comprender de nuestra fe, hay que mirarlo desde el plan de salvación de Dios: DIOS QUIERE QUE TODOS LOS HOMBRES SE SALVEN Y COMPARTAN LA VIDA DIVINA. Por la PASCUA de Jesús, que estamos celebrando Dios hace posible que TODA LA VIDA del hombre pueda abrirse a la salvación, toda, el pecado, no es la excepción.
El pecado redimido es gracia, la muerte vencida es Vida Eterna: “Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” Por eso el pecado, la culpa, la conversión la reconciliación hay que entenderlos desde el amor de Dios y su voluntad de salvarnos.
Es extraño que siempre se cuestione que Dios nos permita obrar mal, El Padre misericordioso de la parábola, amaba a sus hijos, no sólo cuando recibe al pródigo y hace fiesta!! Le demuestra todo su amor cuando no interfiere con su libertad, le da su herencia y le permite elegir, y acompaña con silenciosa presencia la decisión equivocada del hijo y lo espera, le sale al encuentro y seguramente al educarlo le dejó claro que nada de lo que pudiera hacer iba a lograr que dejara de quererlo o lo repudiara. También amó con paciencia a su hijo mayor y le ayudó a libertad que su apego y obediencia no nacían del amor y el ágape.
Que podamos elegir el pecado, alejarnos de Dios, es parte de su plan de salvación: SER LIBRE NOS PERMITE ELEGIR EL BIEN, SER ADULTOS ELEGIR EL BIEN POR CONVICCIÓN Y AMOR, NO POR MIEDO, COSTUMBRE O FALTA DE LIBERTAD.
Al estar absolutamente seguro del amor del Padre, toma conciencia de su pecado, el pecado se descubre desde el amor, no desde la ley. Puedo ir a Misa, cumpliendo la ley y sin embargo asistir para que me vean, para conseguir algo.
El pecado, va oscureciendo la conciencia, nos va haciendo insensibles al pecado, descender es más fácil y uno lo va haciendo despacito, va cediendo, hoy permite esto, mañana algo más hasta que un día nos encontramos muy abajo, caídos.
Esto se ve claramente en el caso de David en II Samuel y su encuentro con Betsabé y la muerte de Urias. Como puede desencadenarse un proceso de pecado que parte de una “simple tentación” hasta provocar la muerte de un hombre bueno y leal. La ceguera que puede producir el pecado cuando se instala con su lógica. Y finalmente la presencia del profeta Natán que lo vuelve a la realidad y posibilita su conversión. Dios sigue amando, es fiel, en nuestra conciencia y de muchas maneras, Dios sigue esperando, llamando, buscando encontrarnos y hacernos hombres nuevos, hacernos hijos en el Hijo.
En el 5to programa del Curso Radial para catequistas y agentes pastorales te invitamos a que nos compartas:¿Qué… Posted by Radio María Argentina on jueves, 7 de abril de 2016
En el 5to programa del Curso Radial para catequistas y agentes pastorales te invitamos a que nos compartas:¿Qué…
Posted by Radio María Argentina on jueves, 7 de abril de 2016
Al ver el tema de la Santísima Trinidad, vemos que estamos creados a imagen y semejanza de Dios, estamos hechos para la comunión. En el pecado también somos solidarios, aún el pecado que sucede en la intimidad de mi vida hiere a la comunidad, porque frustra mi proyecto de vida, le niega a mis prójimos mis talentos y mi amor.
A parte de estas consecuencias negativas de mi pecado, muy frecuentemente el pecado personal de mucha gente se organiza en estructuras de pecado: el pecado social y “estructural”. Como el pecado no se resuelve solamente en el plano individual sino que muchas veces constituye una red compleja y por momentos impersonal que exige el compromiso de los cristianos para denunciarlo y transformar la realidad.
En este caso es importante buscar la verdad, dejarse confrontar con la palabra de Dios , recordar que estamos en el Mundo pero no somos del mundo, porque muchas veces nos sentimos inocentes, pero con nuestro silencio y conformismo, con nuestro miedo colaboramos a sostener esta estructuras de pecado. Cuando las organizaciones que trabajan por terminar con la trata de personas dice sin cliente no hay trata está llamando a esta conciencia. Exige compromiso comunitario, social, por momentos político y que puede suponer arriesgar la vida.
Finalmente, la gracia es la posibilidad de todo hombre de tener una vida nueva pero también de transformar este mundo.
Comenzamos diciendo que Dios quiere la vida del Pecador, que se convierta y viva, Jesús ha venido a traer vida en abundancia, no ha venido a juzgar, sino a salvar.
La Vida de Dios presente en la Historia, esta vida trinitaria que quiere compartir con el hombre, entra en la historia con Jesús. Su Pascua nos trae la salvación, la posibilidad de abrir toda situación humana a su gracia.
A veces tenemos la sensación de que convertirse es como poner la casa el orden, el lenguaje que usamos nos confunde, lavar, limpiar. La conversión es un proceso permanente, nos volvemos a desordenar y a ensuciar y aunque camináramos sin dudas al encuentro de Dios la meta es ser santos como el Padre del cielo, ¿quién puede decir que lo ha logrado?
Cuándo nos preparábamos para la primera comunión y aprendimos a confesarnos, de niños era lógico que recitáramos una lista de cosas que hacíamos mal: mentir, no compartir.
Un adulto en la fe mira con la luz del evangelio, la raíz de sus obras, esas que según el evangelio están en el corazón, el hombre bueno saca su bondad del tesoro que tiene en el corazón.
Para entregar los miedos, tentaciones, falta de voluntad, envidia, dolor etc. Que le hace tener por bueno lo que lo aleja de Dios. El proceso de mirar mi vida, discernir lo que me ayuda a crecer en el amor y lo que me aleja, poner los medios para cambiar, dejar que Dios me sane y convierta, dedicar tiempo y esfuerzo a que Dios, con su gracia me transforme, buscar la verdad con recta conciencia va generando un camino de conversión que me afianza como Hijo de Dios. Me introduce en la dinámica de la vida trinitaria que va gestando el hombre nuevo. Si morimos con Cristo, resucitaremos con él. Unirse a Jesús, estar en comunión con Él. Amar como Él, vivir como Él hace que pueda ser Hijo adoptivo, que pueda ser Otro Cristo vivir la vida plena de Dios, porque el Reino ya está entre nosotros.
1º Marcar o señalar ahí que sucede con las “situaciones de pecado” o con el pecado mismo. 2º Marcar o señalar “las acciones de Cristo en la Pascua. 3º ¿qué pecados de nuestra sociedad necesitan de la Pascua? 2. Que elaboren un “Pregon para la propia comunidad en la que viven”, para esos pecados de nuestra sociedad. Insistiendo en las “acciones que Dios hace por medio de su gracia” y no en lo que “debemos hacer” etc.
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