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Palabras de Vida
Salud física y psíquica
martes, 11 de marzo de 2008
Todos somos una unidad, cuerpo, alma y espíritu y hay que integrar todas estas realidades de nuestra vida por eso quiero compartir con ustedes el salmo 142-8 que dice “saca mi alma de la cárcel”. Esta es la palabra de Dios que quiere iluminarte en esta mañana.
Vamos a partir de lo que implica la salud física. Hoy mucha gente se preocupa por su salud física, que le dedica mucho tiempo al cuerpo, a los deportes, a las dietas, a la belleza, a todo aquello que tiene que ver con el cuerpo pero a veces el cuerpo, soma, está muy influenciado y de hecho negativamente por una psiquis enferma, un desequilibrio afectivo, un desequilibrio emotivo, un desequilibrio en la sensibilidad y eso puede ser, en muchos casos, consecuencia de una fractura interior profunda fruto del pecado, del no amor o sea de darle la espalda al proyecto amoroso del Padre Dios creador. Ciertamente provoca un caos, un desorden que tiene influencias negativas sobre nuestra psiquis y por supuesto sobre nuestro cuerpo, nuestro soma, de ahí que se hable de enfermedades psicosomáticas que tienen a veces un desencadenante de tipo espiritual, moral. ético o sea que tiene que ver con la vida misma con el sentido profundo de la vida. ¿Quien soy? ¿de donde vengo, adonde voy? ¿Qué sentido tiene mi existencia? ¿Para que vivo?
Entonces, los desencadenantes decisivos de la muerte de muchas personas no son un infarto de miocardio, o un cáncer o una apoplejía o una hemiplejía sino la insana alimentación la contaminación del medioambiente y el stres. Hay encuestas, por ejemplo en Estados Unidos, en que dicen que el 50% de los fallecimientos tienen que ver con ese comportamiento y ese estilo de vida insanos y que el 20% deben atribuirse a factores de contaminación ambiental, por la contaminación de la comida. Ustedes saben que los pollos de campo de aquí en la zona, ya no son más los pollos de campo de antes, muchos engordan en dos semanas, pasan a pesar dos, tres y hasta cuatro kilos en el término de tres o cuatro semanas. El tema también de las verduras con la gran cantidad de herbicidas que hay en la zona y en todo el país. Con todo lo que hacen para tener verduras o frutas mas grandes y de mejor presentación a la vista. Pero yo me pregunto ¿Qué efecto tiene esto en mi organismo? ¿Qué efecto tiene el que yo coma carne congelada de 8 meses, 1 año, pescado congelado? Todo eso va teniendo mucha influencia. Esto significa que el stres, la mala alimentación, el alcohol, el abuso de la nicotina y de las drogas y el escaso ejercicio físico son más responsables de la muerte de muchas personas que los virus y los genes y también hay que reconocer que si volviésemos de nuevo al estilo de vida de acostarnos no muy tarde y levantarnos bien temprano, lograríamos un equilibrio Psicofísico espiritual totalmente maravilloso
El mensaje que se desprende de todo esto es muy claro, debemos aprender a vivir de manera apropiada con nuestro cuerpo. Debemos aprender a decir no a las cosas que nos perjudican y sí a las que nos benefician y nos nutren realmente. Si aprendemos a vivir tomando en serio y respetando nuestro cuerpo tendremos paz, felicidad y una vida más sana. Si queremos practicar un estilo de vida sana, eso significa que hay que dejar de fumar, que hay que ser cuidadosos con el consumo de alcohol que hay que alimentarse sanamente, que hay que procurar dormir lo suficiente y que hay que hacer ejercicio físico de manera habitual y con miras a la salud o sea correr, nadar, tampoco matarse haciendo ejercicio, no es eso. Todo esto lo tocamos como introducción al tema de hoy. En síntesis, lo que queremos decir, es que tiene que haber un equilibrio entre el trabajo y el tiempo libre. Y una medida sumamente eficaz contra el peligro de ponerse enfermo consiste en mantener un buen equilibrio entre el trabajo y el tiempo libre. Es decir, en saber contraponer al ámbito del trabajo, del servicio, de las obligaciones un tiempo de relajación y de actividad creativa. Así, por ejemplo, se puede establecer una clara conexión entre la capacidad para jugar y el equilibrio y la salud del alma. Por otro lado la incapacidad para jugar puede ser expresión de una enfermedad psíquica Al jugar se trata de hacer algo para divertirse sin pretender sacar de ello una ventaja financiera. Al decir jugar hablo de lo lúdico, juegos en general, no estoy hablando de ir al casino. Cuando a veces se escucha, después que muere una persona, un epitafio como éste por ejemplo, “vivió para trabajar, fue un hombre de trabajo, su vida fue el trabajo” buen no se si felicitarlo o decirle señor que imbécil porque ¿su trabajo fue vida o su vida fue trabajo? Porque todavía no he oído decir ésta frase “su trabajo fue vida” siempre se escucha decir su vida fue trabajo. Un señor que durante un año vivió en una cabaña en el bosque, dijo refiriéndose a sí mismo “fui rico no de dinero sino de horas de sol y de días espléndidos Los tenía a manos llenas no me arrepiento de no dilapidar ya esos días, sentado en mi cátedra o trabajando en mi taller, en mi oficina en el campo. Los niños que juegan a la vida captan sus verdaderas leyes y relaciones y lo hacen más correctamente que los adultos que no logran vivir dignamente pero se tienen en más por su experiencia es decir por los fallos de sus planes” Si, porque los proyectos que fallan suelen hacernos tomar conciencia de que realmente somos vulnerables, somos limitados, somos frágiles y eso es muy bueno ya que no somos absolutos. No somos Dios, somos las criaturas de Dios, somos hijos e hijas de Dios llenos de capacidades, dones, carismas, cualidades que son regalos inmensos del amor incondicional y gratuito de Dios pero no somos Dios, no estamos llamados a ser perfectos, estamos llamados a ser plenos en el amor de Dios, estamos llamados a ser felices, estamos llamados a ser libres, libres para amar, libres para elegir, libres para pensar, para servir, para entregar la vida. Por eso me parece importante, a ésta altura, que te estés preguntando ya ¿Cómo estoy viviendo mi vida? Y puede ser un taller mecánico, puede ser tu casa, puede ser el campo, la oficina, la docencia, la artesanía no se pero en tu caso se puede decir ¿tu trabajo fue vida? o el epitafio final será su vida fue trabajo
La profilaxis más eficaz del alma son las buenas relaciones interpersonales en esas relaciones dejamos de lado nuestro interior y permitimos a otras personas penetrar dentro de nosotros. La otra persona logrará esto si nos despojamos de nuestras máscaras, de nuestras caretas, de nuestras falsas intenciones, de nuestra superficialidad, de nuestra frivolidad, de nuestro egoísmo ciertamente de nuestro individualismo, de nuestra falta de veracidad, incluso es decir, si dejamos de lado todo lo que nos atribuimos a nosotros mismos para aparecer ante los ojos de los demás, como aceptables o como dignos de admiración. Vamos a ser claros, a veces nos ponemos máscaras, caretas para agradar a los demás para caer bien a los demás y desde chicos hemos vivido en esa ansiedad de querer agradar a todos, de caer bien a todos, de quedar bien con todos y esto realmente no solo que no se puede sino que puede provocar hasta una neurosis. Solo cuando uno deja mostrarse lo mejor de uno mismo sin caretas, sin máscaras, sino con recta intención, con transparencia solo así la otra persona será capaz de vernos tal como somos y esta es la primera condición imprescindible para toda relación profunda. Cuando me miro a mi mismo, dice una persona, esto se extiende de forma gradual a la relación con mi esposa, con mis hijos, con mis padres, con mis hermanos y amigos y son principalmente, estas relaciones las que me nutren, las que me hacen bien, las que me edifican me construyen como persona como ser humano las que me fortalecen, ciertamente. Un religioso decía una vez “mis relaciones en el convento no me han nutrido, los demás eran amistosos conmigo, de esto no puedo quejarme, pero me encerré detrás de mis libros y esto me nutrió poco”
O sea que las relaciones que permanecen estereotipadas que no van más allá de intercambio de corteses amabilidades, de generalidades, de desayunos, almuerzo, cenas, no son capaces de nutrir a una persona. Por ejemplo las relaciones interpersonales en una comunidad parroquial permanecen, por lo general, en un nivel mas bien superficial, a no ser que por profundas experiencias comunes se haya llegado a un contacto más personal, más profundo. El párroco o el vicario parroquial o la encargada de pastoral, el coordinador de un grupo mantienen más bien relaciones superficiales con la mayoría de las personas de la parroquia. Claro, normalmente no se pueden permitir nada más pero por desgracia esto también sucede con los miembros de las comunidades religiosas o sea los que viven en común, en un colegio, monasterio, convento o hermanos de comunidad, incluso sacerdotes que viven juntos en una comunidad sacerdotal, parroquia, colegio, lo que sea. Por desgracia también pasa allí. Sus relaciones son superficiales y realmente nadie sabe gran cosa de los demás todos se encuentran a diario, incluso rezan juntos pero finalmente, pasan de largo los unos junto a los otros y cada uno prescinde de los demás no se llega a una unidad verdadera entre unos y otros y por eso a veces viene muy bien, y esto lo digo con todo respeto, la liturgia de las horas, porque uno reza los salmos de laudes y vísperas pero si no hay oración espontánea, cuando uno vuelca el corazón con lo que le está pasando, con lo que anhela, con lo que desea, todo queda en la oración ciertamente guiada por el espíritu, la oración que la iglesia quiere, la oración que tenemos que hacer, nadie lo duda, pero queda allí nomás lo que se llamaría o lo que se podría decir una cosa formal. Ahora ¿Qué pasa si uno no va más allá de esas relaciones superficiales? Y bueno para el sacerdote de una parroquia esas relaciones estereotipadas, digamos así, podrán ser aceptadas siempre que él en su esfera privada conozca personas con las que pueda mantener relaciones profundas y significativas como las personas más allegadas de la comunidad de catequesis y del consejo pastoral, del grupo de matrimonios, del grupo de oración. Para un religioso o religiosa puede ser fatal tener que renunciar, en el seno de su comunidad, a mantener genuinas relaciones porque no hay hermanos o hermanas de religión con quienes intercambiar experiencias en un nivel más profundo. El que se ve privado del alimento que procede de las buenas relaciones interhumanas se quedará con hambre e intentará saciar su hambre en otra parte porque hay insatisfacción, hay una sensación de frustración y por eso, el o ella procurarán alcanzar el alimento que ansían por medio del éxito o el trabajo o cualquier otra cosa. A su vez otras personas se resignan y se retraerán aún más. Algunas intentarán establecer relaciones fuera de la comunidad, relaciones que la unan con otros y las alimenten, en fin, esto que digo de las comunidades religiosas también lo afirmo de las familias, de los matrimonios, de los esposos, de los padres, de los hijos, del hogar, de la familia. Así como para la salud psíquica de la pareja en una relación conyugal, es necesaria una relación profunda y tierna, íntima, así también, el hecho de que los diversos miembros de una comunidad estén psíquicamente sanos o no, depende desicivamente de la índole de sus relaciones mutuas.
Los miembros de una comunidad, los sacerdotes que vivimos el celibato debemos mantener relaciones significativas y profundas con otras personas porque nosotros no hemos renunciado a amar, no hemos renunciado al amor, al contrario, a un amor más pleno, mas dilatado, más universal y bien concreto también. Por eso las relaciones profundas, significativas con otras personas, varones o mujeres, son fundamentales para una vida psíquicamente sana. En esas relaciones se puede satisfacer también la necesidad básica del ser humano de pertenecer a algo o sea el sentido de pertenencia que tiene que ver con la identidad, ¿Quién soy? Esto comienza con la pertenencia a una nación. Si lo sabremos los que hemos estado fuera del país varias veces, incluso por largo tiempo estudiando. Les cuento, yo soy nieto de italianos y tengo doble ciudadanía y tengo pasaporte italiano y también argentino, por supuesto, y tengo hasta residencia en Roma porque allí viví para estudiar, hablo bien italiano y creo que todo mi estilo, mi forma de ser, mi físico demuestra que soy itálico sin embargo, ciertamente, llega un momento en que uno no encuentra el sentido de pertenencia aunque tenía familiares allí y mucha gente compatriota pero el sentido de pertenencia a una historia, a una geografía, a ésta geografía Argentina nuestra. Bueno eso también pasa y se muestra más claramente en la pertenencia a una determinada persona, a una familia, a una sociedad, a un grupo etc Pertenecer a algo proporciona al individuo un valor que satisface un profundo anhelo que hay en nosotros y para que esto sea posible es indispensable cierta sedentariedad A ver si me explico bien, porque el que se mueve para acá y para allá, que va que viene va perdiendo el sentido de sedentariedad, el de permanecer. Pertenecer porque se permanece.
El psicólogo Hung dice “no puede deformarse una sociedad cuando alguien puede volver a marcharse rápidamente de la morada” aquí se ve con claridad un aspecto de la estabilidad que tienen por ejemplo, los monjes Benedictinos, la orden fundada por san Benito, hacen también un voto de estabilidad en la comunidad en la cual se quedan en ese monasterio, en Victoria, en Los Toldos, en San Agustín hacen un voto de estabilidad. Ellos pertenecen a una comunidad de por vida. Después, a lo mejor, lo pueden prestar por unos años a otro lado pero ellos siguen perteneciendo a esa comunidad. Interesante, pero no hay que confundir el anhelo de pertenencia con la conformidad, a no, y mucho menos con la mediocridad, con la chatura, con la comodidad. Ah, no, no, no. Por ejemplo en una vivienda uniformada, en un ambiente uniformado uno pierde fácilmente el sentimiento de la propia personalidad, el sentimiento de si mismo. Esto quiere decir que para el individuo es importante poder plasmar su propio entorno. Mi yo no solo se extiende hasta donde llega mi cuerpo sino que llega también, mas allá abarca todas las cosas que yo he creado y que están a mi alrededor. Sin esas cosas yo no sería yo. Yo no sería el hombre sino solo un antropoide, un primate. Interesante ¿no? Me hace acordar a aquello de Ortega y Gaset el hombre y su circunstancia
Este programa de hoy nos deja mucha tela para cortar, mucho para meditar para pensar pero sobre todo mucho para orar, mucho para rezar delante del maestro, delante del Señor. Creo que esto es lo maravilloso de nuestra fe cristiana que siempre nos deja el corazón inquieto ese corazón en búsqueda ese corazón que siempre quiere más. Encontré un pensamiento final que es muy lindo dice “Si quieres darme aquello con lo que alimentar mi vida haz que yo oiga siempre en mi corazón esta santa palabra, Dios es lo más grande, lo más bello y lo mejor. Dios es lo más dulce y el mayor de todos los tesoros de este noble bosque. Hermoso ¿no? ¿podés decir lo mismo? ¿Podés decir que en el noble bosque que es tu vida o si querés ese noble huerto que es tu vida, regalo de la gratuidad de Dios, de ese amor incondicional, Dios es el fruto más jugoso, Dios es el fruto más maduro, Dios es el fruto que te llena, que te sacia, que calma tu miedo, tu ansiedad, tu temor, que te llena de luz que quita tus sombras, que rompe todo amarre, que te ennoblece, que te dignifica, que llena tu corazón humano de horizontes nuevos y plenos, de inquietudes, retos y desafíos que te invita a crecer a superarte en paz, siempre en paz, en alegría? ¿Podes decir eso? Sería entonces hermoso que lo hagamos oración. Dios de la vida que has creado un puente hacia nosotros a través de Jesús, Dios y hombre, para que en ese ícono en ese audiovisual, nosotros encontráramos el imán que nos lleve con tu gracia a crecer y a superarnos. Te damos gracias por este día, por esta luz de la fe que nos regalas. Por el Espíritu Santo podemos redescubrir las huellas de tu hijo amado el único puente entre vos y nosotros, Jesucristo y al seguirlo, poniendo nuestros pies en sus huellas darnos cuenta que estamos pisando este suelo bendito, al lado tuyo caminando hacia tu casa del cielo y que ya pisando este suelo con tu gracia hacemos cielo en la tierra, casa tuya Padre en todo el universo y en toda esta creación que gime hasta la parusía, hasta el parto final que se ve plenificada por el Espíritu renovada y regresada por Cristo Jesús a vos padre Dios creador Te pedimos la gracia de la armonía entre cuerpo, alma y espíritu
Padre Rubén Francisco Bellante
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Radio María