Soy una persona sola

viernes, 11 de enero de 2008
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Ustedes reconocerán la voz de Raquel Samanón porque estuvo acompañándonos mucho tiempo en el micro de mediación, hoy está entre nosotros para hablarnos de los solos y las solas.

Raquel Samanón es licenciada en psicología, mediadora y hoy nos viene a compartir la experiencia de ser una mujer sola, ella es soltera y ha transitado un largo camino desde este estado de vida.

Por eso, creo que además de todo su conocimiento como psicóloga y su actitud ante la vida como mediadora, nos va a resultar muy rico conversar con alguien que siendo tan feliz y siempre esta tan contenta además está sola.

 

Gabriela Lasanta: Hola Raquel ¿Cómo estás? Bienvenida.

 

Raquel Samanón: Que tal. Realmente muy contenta de ver los logros de Radio María, este estudio es una cosa maravillosa. Quiero saludar a toda la gente, para mi es un honor que la gente de la radio me de este espacio.

 

GL: Hay solos, hay solas escuchándote, personas solteras, personas separadas, divorciadas o viudas. Es cierto que debe variar mucho, según la edad esta experiencia.

Vos las atravesaste a varias de estas edades. Yo la queja que más escucho es la necesidad de esta gente de encontrar ambientes nutricios y la obsesión por el sexo a donde se va.

Me gustaría que me aclares si esto es así, me dicen “yo ya no salgo a bailar, no voy más a un pub porque es de cajón que uno va solo y todo se establece desde la posibilidad de levante”, lo cual es una herida porque uno se siente reducido a un aspecto de la vida.

¿Esto es así? ¿escuchas esta queja entre las personas solas?

 

RS: Si, las escucho pero solamente eso. Porque vamos a hablar de algo. En principio, desde lo científico, desde lo psicológico, nosotros no somos seres solitarios, somos seres sociales y necesitamos siempre la compañía de otra persona.

Si es una mujer, la mirada del hombre en una conversación normal y natural es muy importante porque así el hombre y la mujer somos iguales. Tenemos diferentes formas de pensar, diferentes formas de expresarnos y también, si somos de diferentes culturas, si somos de diferentes lugares. Depende de cómo hayamos sido formados son las ideas que tenemos.

Y este encuentro, cuando se da, es maravilloso. Osea, que las escucho porque hay cierta porción de la población que ciertamente está dedicada a encuentros de este tipo, hay gente que sale a bailar para encontrar una pareja, y ponen en ese encuentro la expectativa a futuro de su vida.

Pero hay otra manera de ver, y esa manera depende de la actitud que uno tenga en la vida.

 

GL: ¿Cuándo te referís a otra manera sería la no búsqueda de pareja o no exclusivamente?

 

RS: Yo creo que la pareja llega cuando uno está maduro para poder gozarla y disfrutarla. Porque pareja puede tener cualquiera, la realidad es esa, sin desmerecer lo que significa pareja.

Pero uno en su actitud, en su evolución tiene que aprender a ser un poquito más que inteligente, sabio. Porque en la pareja hay que hacer varios intercambios y negociaciones y hay que ver si uno está dispuesto a hacerlos.

Todos queremos pareja, todos queremos compañía-

 

GL: Pero no todos queremos las negociaciones.

 

RS: Exactamente. A lo mejor la sabiduría pasa por tener cierta flexibilidad, respeto por uno mismo, respeto por el otro y respeto por lo que arma. Ese armado, que se construye día a día es algo muy difícil.

Las personas que estamos solas, yo siempre sostengo que estamos solas por elección. Hay circunstancias en la vida que a lo mejor nos llevan a estar solos de familia. Uno puede estar en medio de un mundo de gente, ser un conglomerado de multitud de personas y sin embargo sentirse absolutamente solo.

La idea es que yo parto desde mi experiencia personal, que jamás estamos solos porque de alguna manera nosotros estamos de la mano de Dios a quien debemos darle un lugar en nuestro corazón. Según la creencia que tengamos, pero siempre hay un ser superior que nos está acompañando.

El otro gran descubrimiento que yo hice en mi vida, es que al ser nosotros un pedacito de ese Dios, somos importantes y yo pienso ¿cómo se debe sentir Dios al saber que yo estoy sufriendo cuando yo me tengo a mi misma? Que soy lo más importante que puedo tener, para cuidarme, para acompañarme, para consolarme y desde esa mirada de integridad yo puedo encontrar a uno otro diferente a mi, aceptarlo como es y tomar ciertas o determinadas cosas o si esa persona no me gusta, no contactarme directamente.

Todas estas cuestiones que hacen a un vínculo de cualquier calidad, en el sentido de que es lo que uno está buscando.

En ese aspecto tenemos que ser claros de que es lo que buscamos.

A mi me gusta mucho, por ejemplo en mi vida personal, tener muchas amistades.

 

GL: ¿Las tenés?

 

RS: Las tengo y disfruto. Vínculos profundos, importantes y que me van acompañando desde mi infancia.

 

GL: Pero vos nunca está sola, Raquel. Sos una persona sola con una atmósfera a tu alrededor rica, positiva.

 

RS: Pero eso se debe a que yo personalmente me nutro. Tengo una buena predisposición para receptar al otro aún cuando sea el otro muy diferente a mi. Eso es una apertura que uno tiene que tener y yo diría que hasta espiritual, de corazón.

No se puede buscar gente amiga con la cabeza. No se pueden buscar afectos con la cabeza, la cabeza está para pensar.

Hay una tarea más profunda de discernimiento.

Yo tengo mucho años de terapia, es me ha ayudado muchísimo a clarificar algunos conceptos más profundos y creo que me han adentrado bastante en la vida espiritual. Eso me ha ayudado a crecer mucho como persona y en aspectos soy ignorante y en ciertos aspectos tengo una actitud sabia que es poder escuchar y poder recibir lo que el otro me da, y si lo que el otro me da no me gusta, queda la oportunidad de decirle que no me lo de o cambiarlo por otra cosa que si tiene de importante.

Todas las personas tenemos aspectos positivos y otros que nos faltan pulir. Todos tenemos aspectos muy negativos y no los podemos esconder, pero cuando salen, tenemos que saber pedir disculpas y cambiar la actitud.

 

GL: Sigo tratando de ponerme, con bastante esfuerzo, en su piel, tratar de ver como me sentiría yo si viviera lo que vive esta persona. Desde esta imagen, esta fantasía que yo me hago, yo suelo hablar de la manada o de la tribu, y digo que importancia tiene la manada humana para el ser humano.

Es más, no se si hay animal que nazca en estado de indefensa más grande que el ser humano. Lo cual me lleva a pensar que la necesidad del otro, seguramente de la manada o de la tribu es mayor aún que en cualquier otro animal.

Volviendo a eso, lo que yo creo que experimentan las personas solas es que “no encuentro mi manada”.

 

RS: El lugar de pertenencia.

 

GL: Si, esta es como la queja, aunque a veces está tapado cuando intentan adaptarse a cualquier manada, y en otros casos en un dolor agudo.

Esta es la queja, los ambientes están tan superficiales. Las chicas dicen que lo único que quieren los chicos es llevarlas a la cama. Los chicos dicen que ellas son huecas, que no tienen nada en la cabeza.

Me gustaría que les des una respuesta a estas personas que no encuentran su manada.

 

RS: Yo creo que estamos hablando de un lugar y de una sensación de pertenencia. Yo la manada la encuentro hasta en las paredes porque las paredes tienen historia.

Manada no es estar juntos, porque aún en la familia hay gente que no hace repercusión en nuestro interior. O creo que el corazón cuando está sano y está entero es capaz de adoptar a otras manadas.

Hay que trabajar mucho con uno mismo para tener esa pertenencia. Yo hablo desde la dificultad que tenemos, a lo mejor, para vincularnos desde diferentes roles. Nosotros tenemos muchos roles en la vida.

Suponte una maestra, ¿cómo se puede sentir sola una maestra? Tiene sus alumnos, tiene una institución, tiene un lugar de pertenencia. Puede que no tenga una familia, pero va a la casa y tiene vecinos, tiene un club, tiene amigas con las que tal vez combarte algún hobby.

Desde algún lugar interior, que nosotros los psicólogos llamamos inconsciente, hay toda una historia que hace que nosotros devengamos en la elección de estar solos, pero no significa que nosotros estemos solos cuando estamos sin pareja.

Preguntarnos a nosotros mismos ¿qué es lo que nos gusta hacer? ¿a dónde nos gustaría llegar? Un replanteo de una buena vida ¿cuál es mi misión? Y en base a eso ir desarrollando ideas y transformarlas en acción para incorporarnos en grupos que tengan un objetivo, porque cuando el grupo no tiene un objetivo, es un grupo que va para cualquier lado.

 

GL: Son esos tipos de grupos que se plantean como divertimento en la televisión, vanidad de vanidades, donde el objetivo es lo pasajero.

 

RS: Exactamente. Es como un lugar donde no te sentís nutrido. Quizá desde otra perspectiva en ese grupo encuentres una persona a fin, aunque quizá tampoco sea para pareja. Lo que a veces no entiendo, como persona pero si lo entiendo como profesional, es la idea de que para no estar solos tenemos que estar en pareja. Es decir, yo considero que la pareja es algo natural, normal, bueno y necesario y si yo pudiera y tuviera la capacidad de poder sostener mi 50% en una pareja, la tendría y creo que en ese caso yo me sentiría muy feliz.

Pero hay otras cosas que me completan como ser humano, y esas cosas son ¿Para que esto en este mundo?, y ¿qué puedo hacer con eso en los grupos que tiene un mismo objetivo?

Entonces se forman lazos y vínculos tan fuertes, vínculos de misión y esa es la manada.

 

GL: Porque hay parejas sin misión.

 

RS: Exactamente.

 

GL: Donde no hay proyecto, o el proyecto es tener la casita pero el corazón necesita más que un bien material.

 

RS: Un proyecto puede ser criar los hijos, darles una carrera y cuando se vuelven a encontrar ¿cuál es el proyecto a seguir?, ¿qué hacemos ahora? El proyecto hay que irlo remozando día a día, etapa por etapa.

Nos toca vivir ciertas cosas y podemos ir mejorando esa realidad cada día más, pero no solamente buscando una pareja, a eso yo apunto, sino elaborando vínculos, viendo que disposición tengo yo para abrir mis espacios, mis brazos.

 

GL: Yo te hago una pregunta, poniéndome en la objeción de quien está trabajo en este tema y espero ser buena representante.

Me pregunto, esos vínculos que vos sugerís que surgen desde los roles, maestra, vecino, etc, ¿en que lugar abro el pecho y me saco el alma? Se tiene como imagen que la pareja es el lugar de la intimidad. Creo que es una imagen porque a veces es el lugar de la no intimidad.

Pero la pareja debe ser el lugar de la intimidad emocional, espiritual no solamente física.

Estas personas puede decir “yo me puedo relacionar, yo puedo tener muchos vínculos pero eso no sacia ese sentimiento de soledad profunda que tiene que ver con compartir lo cotidiano” y yo creo que ahí es donde se siente la soledad, en ese espacio de intimidad.

 

RS: Mirá, acá hay varios temas. Uno es ¿qué es la intimidad?, si tenemos derecho o no a tener intimidad, ¿qué significa la intimidad?, ¿para todos es igual?

Para mí la intimidad es algo que tenemos derecho de tener, son aquellas cosas que no compartes con otras personas por elección propia, no tenemos la obligación de compartir absolutamente todo.

Hay un derecho y hay un disfrutar de esa intimidad. Cuando yo no tengo con quien disfrutar de esa intimidad, yo no me estoy abriendo a otras personas, no estoy abriendo las puertas de mi corazón y de mi casa. Entonces, si me siento sola y si quiero una pareja porque es la forma más fácil, es la fantasía, de compartir el 50%.

Yo me ciento agradecida, no frustrada, de haber sido feliz con alguna pareja, tener la esperanza y el proyecto de que quizá, en algún momento, con otra persona, la pueda repetir o ser mejor.

También eso llena los momentos de intimidad, de esperanza.

Ustedes ponen música, las cosas que transmite la música hace que uno nunca se sienta solo. Cuando está con un libro y te conectas con la lectura, no estás solo.

Hay voces de personas que están con vos que te brindan su corazón y no están al lado tuyo.

¿Cómo podés sentirte solo en un mundo tan poblado? Salí a la calle, mira los árboles, fijate lo que es la naturaleza, mira el cielo, disfrutá de la lluvia, camina, habla con alguien porque se te da la gana.

Todas las personas tenemos necesidad de vincularnos, y de allí la elección. Hay personas con las que vas a ser más afines y hay personas con las que no.

 

Hoy otro tema, la sexualidad, tan necesario en nuestra vida. Pero yo te voy a decir algo que yo pienso. La sexualidad no es sólo sexo, marca un modo de vida, hoy un femenino y un masculino que son complementarios. Si yo soy femenina voy a necesitar la complementariedad pero no solamente sexual.

He hablado de la forma de pensar, de la forma de obrar, de la forma que la delicia de la mujer acaricia con sus palabras a ese hombre que es probable que nos abrace con su discurso y nos sintamos amparadas sólo con su presencia. Desde el amor fraterno, del ser personas.

 

GL: De la maravilla de la creación.

 

RS: Exactamente. ¿Sabés cuando uno no arma pareja con un amigo? Cuando una de las partes no tiene interés, porque en principio los dos tienen interés, hay algo que te llama la atención que te complementa de la otra persona, pero cuando ese interés desaparece y te das cuenta de que no, una de las personas se da cuento que no, eso se puede transformar en una bellísima amistad.

 

GL: Siempre y cuando el otro pueda hacer el proceso.

 

RS: Seguro.

 

GL: Que no se quede enganchado con una expectativa que no tiene futuro.

 

RS: Para eso hay que aprender a ser claro. Cuando uno no tiene interés en la otra persona, tiene que liberarla.

Es propio de nuestro ego, pero tenemos que darnos cuenta.

En cuanto a la sexualidad, yo creo que el sexo es el encuentro amoroso más intimo y más profundo que dos personas que se aman pueden tener, es un discurso que tiene el cuerpo que danza de una manera diferente en esa unión íntima y no puede ser que vivamos a eso como una cosa cotidiana y sin valor.

Tenemos que desde lo cultural transmitir a las generaciones que nos siguen que ese encuentro tiene el valor de la entrega total donde no hay ni siquiera algo que te proteja.

Nosotros tenemos que estar preparados para eso.

Podemos llevar una vida sexual normal, agradable, disfrutarla pero desde lo más profundo de nuestro ser y tiene que estar acompasado por algo más profundo que se llama amor, no es instintivo solamente.

 

GL: Que difícil poder solamente vivenciar este mensaje en un discurso social tan predominantemente mediocre en toro a este tema ¿no?

 

RS: ¿Vos sabes cuando se encuentran las mejores parejas?

 

GL: Cuando no se necesitan.

 

RS: Exactamente, me descubriste.

 

GL: Hay una realidad en esta soledad que hay momentos en que uno necesita un abrazo, ese abrazo de oso, vos lo habrás sentido.

 

RS: Son temas muy profundos, que me fascinan porque hay que tener una filosofía de vida. El hecho de que como personas tenemos que crecer día a día y tenemos que soportar nuestra propia humanidad y ser cada día mejores, aunque nuestra humanidad carece muchas veces de esa ruta de mejoría y hacemos grandes involuciones y nos conectamos con el peor lado que tenemos. No significa por eso que seamos malas personas, significa que estamos transitando por una etapa de crisis, significa de que estamos mutando la piel, estamos cambiando.

Tenemos que tener la capacidad de aprender a tolerar nuestros propios cambios en nuestros pensamientos y aún en nuestros sentimientos.

Tenemos todos la capacidad de elegir que seres humanos vamos a ser.

Yo soy de las personas que piensan que todo mandato puede ser superado si hay en nosotros amor por nosotros mismos y descubrimos cual es la misión y como somos como personas.

En todo este proceso de la soledad, yo creo que está solo el que no se ama.

 

GL: Quien no cuenta con uno mismo.

 

RS: Exactamente. Esa es la única descripción que personalmente descubro.

 

GL: Hay en el corazón del hombre una fuente para saciar esa sed, hay que encontrar esa fuente.

 

RS: Si, y yo voy a tomar agua varias veces al día a esta fuente.

 

GL: Creo que esa fuente viene de Dios, si nos aferramos a la mano de Dios, El nos lleva a nuestra propia fuente.

 

RS: Leí un cuento que a mi me dijo que es muy lindo tener agua y que es muy bueno tener una fuente y beber de ella esa agua pura maravillosa, pero muchas veces esa fuente pasa a ser un trastorno en la vida de las personas porque se desborda, el agua se sale y produce inundaciones.

Simbólicamente quiero decir que los seres humanos tenemos que administrar esa agua que nos dan, también tenemos que querer dar. Para no estar en soledad hay que abrir los canales tanto del dar como del recibir y no vaciarse.

Regularlo muy desde la libertad y la honestidad. Administrar la fuente es administrar la vida espiritual.

 

GL: Muchas gracias Raquel, que Dios te bendiga, gracias por abrirnos tu corazón y brindarnos tu experiencia.

 

RS: Gracias a ustedes, hasta pronto.