Entrevista en el Programa Entre Nosotros al Padre Anselm Grün a cargo de Gabriela Lasanta y el Padre Javier Soteras

viernes, 9 de abril de 2010
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Gabriela Lasanta: GL
Padre Javier Soteras: PJS
Padre Anselm Grün: PAG
-GL: Estamos preparándonos porque ya estamos aquí sentados a la mesa con el Padre Javier y con el Padre Anselm Grün. Hola, ¿cómo estás Padre Javier?

-PJS: Es un gusto realmente tenerte Padre Anselm Grün aquí, en casa, para nosotros un sueño, nosotros utilizamos mucho su bibliografía nosotros dos particularmente nos valemos mucho de todos sus escritos. Tener un huésped siempre es una bendición pero tener un huésped conocido, familiarizado con nuestra audiencia, con nosotros. Estamos entrando a la casa de mucha gente ahora, calculamos entre 200.000 y 250.000 personas en los puntos picos de nuestra audiencia, así es que estás de huésped en un montón de hogares Anselm.

-GL: En el apuro no te preguntamos el nombre de cómo es el nombre de quien está haciendo el servicio de traducir. ¿Cómo estás?, bienvenida.

-S: Sonia, mucho gusto.

-GL: Sonia, muchas gracias por estar entre nosotros.

-GL: Bienvenido Padre Anselm Grún.

-GL: La gente tiene que saber que vamos a transmitir la conferencia que el va a dar a las 11:00 hs de la mañana: “Cómo estar en armonía consigo mismo”, a las 15:00 hs sobre “Una espiritualidad para que mi vida tenga sentido”, a las 19:00 hs “La alegría contra el desconsuelo de nuestro tiempo”, conferencias que van a ser transmitidas por Radio María directamente desde acá.

-GL: Bienvenido. Me gustaría preguntarle al Padre Anselm Grün dónde vive principalmente y cuál es su rol en la comunidad benedictina.

-PAG: En realidad yo trabajo en la Abadía de Münsterschwarzach (Alemania), tenemos aproximadamente 90 empleados y de hecho mi función es la función de administrador, de celador, es decir, en realidad se trata de una tarea bastante mundana diría, me tengo que ocupar de cuestiones bastante administrativas y funcionales. Además tenemos una casa a la que denominamos “La Casa Recolectia” a donde vienen a recuperarse de síndromes de Burn outs, de agotamiento total muchos ordenados, muchos sacerdotes, hombres y mujeres que están durante tres meses allí realizando una terapia con nosotros para recuperarse de estos síntomas. Y tanto en nuestra Abadía como en prácticamente todos los fines de semana doy algún tipo de seminario sobre temas diversos.

-GL: Dentro de esta labor que tiene, como usted dice, tan mundana, ¿dónde encuentra tiempo para escribir la enorme cantidad de libros que ha escrito?

-PAG: En realidad suelo escribir a la mañana los martes y los jueves de 6:00 a 8:00 de la mañana y después alguna noche más entre las 8:00 y las 10:00 de la noche, es decir que aproximadamente llego a 6 horas por semana para escribir.

-GL: ¿Usted no desarrolla su labor como psicoterapeuta?

-PAG: Yo no soy psicoterapeuta, lo que yo hago es realmente asistencia espiritual. Nosotros en nuestra casa Recolectia tenemos psicoterapeutas que trabajan junto con nosotros y realmente es un intercambio muy fructífero pero cada uno desde su aspecto y desde su función.

-PJS: De la bibliografía que nosotros hemos podido seguir desde Argentina, de sus escritos, lo compartía yo recién con él fuera de micrófono, a un grupo de sacerdotes y también de laicos nos han hecho mucho bien “La mitad de la vida como tarea espiritual”. Allí hay un relato muy rico de cómo es que esta experiencia fue ganando su corazón en la búsqueda de la recuperación de sí mismo, del autor, y de un grupo también de consagrados que encontraron un quiebre en un momento determinado del proceso de la comunidad. ¿Qué significó esta experiencia en su proceso personal y en cuánto a escritor también?

-PAG: En realidad, alrededor de 1975/76, lo que sucedió fue que algunos de los hermanos sacerdotes que habían llegado a cumplir aproximadamente los 40 años se fueron de la Abadía y eso a nosotros, a los más jóvenes realmente, nos inquietó significativamente porque en realidad pensábamos que la Abadía no era suficientemente buena o interesante como para retenerlos, entonces nos preguntamos cuál podría haber sido la complicación, entonces justamente en el intercambio entre nosotros llegamos a este reconocimiento que a esa edad se produce realmente un quiebre. De hecho, yo escribí el libro a los 32 años, es decir que en realidad bastante basado en teoría, pero en realidad el tema fue que cuando después cumplí los 40 me encontré con el libro. Estaba dando un curso para jóvenes, en realidad unos 150 jóvenes de alrededor de 25 años, hice mucho trabajo con la juventud, y cuando me tocó el turno, que era en la época pascual, perdí la voz, me quedé como sin voz, y me di cuenta que de alguna manera me había tocado a mí también.

-GL: Entonces alguien le recomendó que leyera Anselm Grün…

-PAG: Sí, sí. En otra oportunidad estaba en el hospital, y como yo había escrito un libro sobre “La Salud como tarea espiritual”, mis hermanos y compañeros me alcanzaron mi propio libro.

-GL: Padre, ¿por qué siempre sus escritos hablan sobre los aspectos psicológicos de la vida espiritual y no tanto sobre los aspectos sociales de la vida espiritual?

-PAG: En realidad, tanto mi propia experiencia como la de ver en crisis a algunos otros sacerdotes nos hizo reflexionar acerca del tema y entonces tratamos de encontrar algún acercamiento tanto a través de la psicología de Young como a través de la metodología Zen, o diversas alternativas, y a esto después lo vinculamos con la sabiduría de los primeros monjes cristianos. Ciertamente reconozco que, dado que hago este tipo de asistencia espiritual para determinadas personas, es un trabajo bastante individual y ciertamente reconozco que la componente social quizás no esté del todo presente o muy activada, de todos modos siempre está porque considero que es importante pero no lo entiendo como mi tarea o no tengo posibilidades yo mismo de encargarme de hacerlo.

-PJS: De todas maneras, sus escritos lo hacen recorrer parte del mundo. Seguramente su visita a distintos lugares, culturas, habrá encontrado líneas comunes en donde los hombres de hoy se preguntan sobre las cosas fundamentales de la vida. Si pudiera contarnos de su experiencia como monje que ha integrado la vida monacal a la espiritualidad muy integradas a la psicología ¿qué descubren distintas culturas del mundo como lugares comunes donde los hombres de este tiempo se plantean sobre las cosas importantes de la vida?

-PAG: En realidad siempre estoy agradecido cuando se me acercan las personas y me dicen que cuando leían el libro lo sentían en el alma porque sentían que los podrían haber escrito ellos también. Es decir, básicamente estoy agradecido porque cuando yo veo que en Taiwán, en Corea, en Argentina o en Brasil, realmente las personas se encuentran con los mismos problemas o las mismas dificultades, los mismos miedos, las mismas depresiones, los mismos conflictos en cuanto a relacionarse, tanto en la pareja, los padres con los hijos o en el problema de incorporar la sexualidad, son temas fundamentales que se notan y que aparecen en todas las personas.

-GL: ¿Nunca tuvo dificultades con respecto a Roma cuando usted va más allá de las fronteras de lo estrictamente católico y abraza caminos espirituales como el budismo o como las propuestas terapéuticas de Joung?

-PAG: No, en realidad no tengo ningún tipo de problemas con Roma, de hecho he estudiado en Roma durante 4 años y también he hecho mi Tesis Doctoral sobre la dogmática, así es que realmente se cuáles son las bases y no hay problema. En realidad el tema es justamente no mezclar tampoco en los acercamientos que hago al cristianismo con el budismo, es simplemente ir viendo que tipo de interpretación o entendimiento se puede hacer a partir del cristianismo de los temas que plantea el budismo.

-GL: Esto es más personal, yo no se si las va a poder responder o no, son dos preguntas: ¿No suscita celos la fama y el prestigio que ha generado el éxito editorial de sus libros dentro de la congregación?, ¿no ha tenido dificultades al respecto?

-PAG: Trato de cumplir, en la Abadía, mi función de administrador tal como corresponde y de hecho espero que ese trabajo sea reconocido porque de hecho financieramente la Abadía funciona bastante bien y creo que mis hermanos me entienden en este papel, en esta función. Quizás pueda llegar a haber algún tipo de celos pero no, son solo propios de la vida comunitaria.

PJS: Anselm, sólo para introducirnos en lo que va a ser en poquitas horas la temática que vas a desarrollar en Córdoba, “Cómo estar en armonía consigo mismo”, “Una espiritualidad para que mi vida tenga sentido”, “La alegría contra el desconsuelo de nuestro tiempo”. A ver si estos títulos pudieran ser desarrollados brevemente a lo que va a ser después el desarrollo de toda la temática. Que nos vaya introduciendo, ¿puede ser?

-PAG: El primer tema, sobre el hecho de estar en armonía conmigo mismo, muchas veces también está vinculado, parece simple quizás pero a veces está vinculado con desprenderse y despedirse de ilusiones que uno se hizo de sí mismo, y eso, en ciertos momentos puede llegar a ser doloroso, es decir que no es una cosa fácil.

-PJS: Pascua.

-PAG: Si. En realidad, si, es justamente lo que Jesús intentó expresar a través de la Misericordia yo intento abordarlo a través de la Espiritualidad como a través de la Psicología. En realidad, el tema de la espiritualidad es algo que busca un acercamiento en la vida cotidiana, es una forma de ver cómo yo puedo llegar a ponerme en contacto con esa fuente interior que hace que no me agote en mis actividades cotidianas y hacerlo entender que la espiritualidad no es algo elevado sino que es algo que cada cual puede llevar a su vida concreta. En realidad, la regla de San Benito dice “Ora et Labora”, es decir, ora y trabaja, por eso en mi trabajo siento la necesidad de lograr poder transmitir esa paz a quienes están alrededor mío y poder lograr esa armonía para que cada uno llegue a su centro interior. Digamos, también la alegría pascual puede ser una forma de alegría que nos ayude a vivir mejor, de hecho, en el tema de la alegría no se trata de decir “ahora pónganse alegres”, sino de tratar de que cada cuál pueda ponerse en contacto con esa fuente interior que le va a dar la alegría verdadera que brota de su interior.

-GL: ¿Cómo surge su vocación padre?

-PAG: Bueno, esto en realidad se inició bastante rápido, muy tempranamente. Mis padres siempre fueron muy religiosos, éramos siete hermanos y desde chicos siempre estábamos en la iglesia, siempre fuimos monaguillos, ya a los diez años me empezó a fascinar la liturgia. Después de ahí llegué al internado, de hecho hay un cierto trasfondo familiar, tengo un tío y una tía benedictinos, pero cuando llegué a hacer el bachillerato yo ya estaba decidido que era lo que quería ser. Básicamente mi idea era ir como misionario a Corea, es decir había bastante de ambición en el propio proyecto de vida, todavía en aquel entonces. Hoy no estoy en la abadía por los mismos motivos que me hicieron llegar a ella, hoy en realidad lo que disfruto, lo que vivo, es esto del silencio, del adentro y el afuera, del ora y labora, son esos los contenidos que realmente llenan mi vida.

-GL: ¿Y cuál cree que es el aporte que la comunidad benedictina tiene para el mundo de hoy?

-PAG: El tema de la mesura, no solamente la gente se enferma hoy en día por este desmedido consumo si no por desmedidas exigencias de cada uno a sí mismo. Y en realidad la espiritualidad benedictina tiene este contacto con la tierra, es decir, es una cosa muy terrena, es eso lo que realmente nos da.

-GL: El moderar las exigencias padre ¿es algo que viene de la espiritualidad benedictina o es algo que le viene de Joung, por ejemplo?

-PAG: Joung en realidad lo que hizo es ayudarme a entender, a interpretar los antiguos símbolos de los primeros monjes cristianos y tratar de traducirlos en un lenguaje como para poder ayudarle a la gente hoy en día, pero de hecho Joung no es benedictino ni es un padre de la Iglesia, yo en realidad, internamente me remito a San Benito.

-PJS: El lugar de la psicología en la espiritualidad, desde su mirada, ¿que ha aportado y que más tiene para aportar, es decir, cuánto tiene para aportar la psicología al proceso espiritual como la iglesia lo ha vivido al menos en los últimos tiempos, después del racionalismo para acá?

PAG: En realidad, la psicología para mí en última instancia es una ayuda para que a través de Dios yo me pueda transformar, pero no es la psicología la que me transforma sino que es Dios el que me transforma. Básicamente la psicología es una herramienta como para que yo pueda llegar a lo más profundo de mi ser y a través de ese mayor entendimiento de mi mismo poder llegar a Dios.

-PJS: Para el auto-conocimiento, y desde allí vincularse a lo trascendente.

-PAG: En el trabajo terapéutico siempre experimento que la imagen de Dios se corresponde con la imagen que uno tiene de uno mismo. Los primeros monjes decían que si quieres conocer a Dios te tienes que conocer primero a ti mismo. Realmente es una manera de llegar a uno mismo y es lo que observamos en el trabajo terapéutico.

-GL: ¿Cuál es la preocupación más grande que usted tiene respecto al mundo en general, padre, si es que tiene alguna?

-PAG: Hay cada vez más violencia, eso creo es lo más sintomático y el tema de la violencia es que en realidad no estoy más en contacto conmigo mismo, esta violencia respecto de los demás significa que yo no estoy en mi centro, que no estoy conectado con mi fuente interior. Y el riesgo realmente de gente que no está conectada con su centro es que se conecten con ideologías, y esas ideologías se vuelvan realmente peligrosas.

_GL: ¿Y cómo piensa que se puede resolver esto en la gran escala mundial?

-PAG: Yo no abandono la esperanza de confiar en que si el mundo lo reconoce entonces va a ser transformado y se va a convertir prácticamente en un suelo fértil para mejorar. Básicamente yo creo que los que son realmente responsables económicamente también, en el mundo, yo, entre otros, doy también cursos para gerentes y funcionarios de alta jerarquía en empresas y realmente creo que si esa gente reconoce que no solamente se trata de ganar dinero sino que todo tiene una componente social y una responsabilidad para con el mundo, entonces creo que eso es básicamente en lo que tengo que confiar y entonces a esa esperanza no la dejo.

-GL: Tendríamos que ir cerrando porque ya se encuentra muy próximo al horario en el que tiene que dar el padre la próxima conferencia.

-PJS: Conferencia en la que vamos a entrar en conexión nosotros con el Hotel de la Cañada en donde se van a reunir quienes tengan sus entradas ya para ir. Yo quisiera terminar con un texto de la Palabra de Dios. Nosotros tenemos aquí la costumbre de pedirle al Señor que nos regale una Palabra, y creo que esta tiene que ver con tu presencia Anselm en medio de nosotros: “Jesús les decía: ¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón debajo de la cama?, ¿no es más bien para colocarla sobre el candelero? Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado, ni nada secreto que no deba manifestarse. El que tenga oídos para oír que oiga.”

Bueno, muy sencillamente decir que la luz que siempre nos ha brindado Anselm Grün en sus textos, nosotros la ponemos desde este lugar, desde este tejado, desde lo alto, desde donde la radio tiene la posibilidad de llegar a tantos lugares con la riqueza de su compartir con los oyentes, y también lo pensaba en orden a esto de ir integrando todo el ser humano a su ser. Lo oculto que sea descubierto, creo que en el proceso que sus escritos nos invitan a hacer también el inconciente tiene mucho que aportar al proceso de madurez de las personas y en la medida en que nosotros nos abramos a el y sepamos dialogar con el como bien nos enseña Anselm Grün en sus escritos podemos encontrar mucha luz y a esa luz ponerla bien alto.

-GL: Muchas gracias, gracias por la traducción. Padre ha sido realmente un placer poder conocerlo. Lo vamos a seguir escuchando a lo largo de la jornada en sus conferencias. Bienvenido a la Argentina y bienvenido a Córdoba.

-PJS: Muchas gracias.