Mujeres: en busca del anhelado equilibrio

lunes, 6 de octubre de 2008
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Rita Gajate de Moviglia, docente de la Universidad Nacional de La Plata, miembro del Instituto
de la Familia de Schoenstatt

La Biblia nos ha dado el privilegio de hacer una descripción exhaustiva de todas las cualidades que se esperan de una mujer casada, que es también un desafío. (Proverbios 31,11)
“Una mujer fuerte, ¿quién la encontrará? Es de más valor que cualquier joya. Su marido puede confiar en ella ¿qué beneficio no le traerá? Le devuelve el bien, no el mal, todos los días de su vida. Entiende de lana y de lino y los trabaja con sus manos ágiles.(es hacendosa, bonita, fuerte, productiva, prudente, vigilante) Es como los barcos de mercante que de lejos traen el alimento, se levanta cuando aún es de noche, da de comer a los de su casa y reparte las tareas a su servidumbre (es decir: es patrona, organiza el trabajo de otros). ¿Desea un campo? Lo ha comprado con su propio trabajo, plantó una viña (es decir, es emprendedora, sabe hacer negocios, es ahorradora) está llena de fortaleza y vigoriza sus brazos. Ella sabe que su trabajo prospera, su lámpara no se apaga por la noche (esto significa que ni de noche descansa del todo, está en estado de vigilia) echa mano a la rueca y sus dedos hacen girar el huso (es hacendosa: hace el hilo, hace la tela…) tiende su mano al desamparado y da al pobre, es solidaria, comprensiva con el sufrimiento del otro, no teme a la nieve para los suyos porque todos tienen doble vestido (es decir, es previsora) Para ella se hace mantos, y su vertido es de lino y púrpura (la mayor de las exigencias : es elegante: vestirse lo mejor de lo mejor, y encima es hermosa) su marido recibe honores, se sienta en el consejo de los ancianos del pueblo (pero por los méritos de ella), teje telas de lino y las vende, entrega cinturones a los comerciantes (es multiempresaria: hace todo lo que hace falta en su casa y además hace cosas para vender) aparece fuerte y digna, mira confiada el porvenir (esto significa que encima de todo eso, tiene muy buen humor: es una mujer confiada en el porvenir, llena de esperanza) está atenta a la marcha de su casa y nunca es ociosa. Sus hijos se levantan y la llaman dichosa. Su marido la elogia diciéndole: muchas mujeres han obrado maravillas, pero tú, las superas a todas. Engañosa es la gracia, vana la hermosura. La mujer que tiene sabiduría, esa será la albada. Que pueda gozar el fruto de su trabajo, y que por sus obras todos la celebren.”

Este modelo no existe, es un modelo ideal. Debemos medir la envergadura de nuestras alas.

Según la ciencia, los varones encabezaban las listas en el porcentaje de infartos, pero actualmente las mujeres ya se están acercando a este tipo de problemas. Quizá tenga que ver el sistema de insanía de vida en el que muchas veces nos sumergimos, pero se sabe que en enfermedades llamadas auto-inmunes (enfermedades en que de alguna manera el cuerpo se arremete a sí mismo) influye mucho el nivel de stress, y también con todos los roles que se le asignan a la mujer, que también el autor de Proverbios despliega en este texto: ecónomo, ama de casa, esposa, madre, negociante, emprendedora, sus cualidades morales, personales…

    Hoy las mujeres tenemos roles de responsabilidad social, polìtica, profesional, de sus manos también vienen hijos al mundo, de sus manos dependen los enfermos, ocupan cargos jerárquicos, tienen roles donde se desarrolla la competencia, la rivalidad, y todo eso ha venido a sumar, porque si bien en muchos casos se delegan actividades de la casa, hay una actividad, mejor dicho, un rol, que es el de jefa de hogar, y de madre que es indelegable. Y Dios quiera que este rol ni siquiera intentemos delegarlo, ni que sea ahogado por el rol de la profesiónal.