La Queja

martes, 7 de octubre de 2008
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“Una familia había emprendido viaje hacia su tierra natal. Se habían ido a la gran ciudad en busca de trabajo.

-Che, papá, ¿cuánto falta para llegar? Estoy  cansada-Se quejó la hija de nueve años.

-Pero, hija, hace veinte minutos que salimos de casa y el viaje dura tres horas aproximadamente.

La esposa vociferó:

-Encima con el calor que hace podríamos haber salido más temprano, José. Aunque la verdad, con el sueño que tenía, dudo que nos hubiéramos levantado.

Cuando ya llevaban una hora y media de viaje, la hija dijo:

 -Papá, ¿esta batata no puede ir más rápido? y el viaje ya me aburrió, por favor, y encima ir a un pueblo que no conozco casi nadie. Chau, no da.

-Bueno, hija, de vez en cuando tenemos que ir a visitar a los abuelos. Uy, no, falta po