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La parábola del juez y de la viuda, tiene su complejidad, su dialéctica interna muy interesante. Uno puede preguntarse ¿cómo puede ser que Jesús compare a Papá Dios con un juez que quiere dormir, y que atiende a la viuda de tanto que la viuda le insiste? Jesús les enseña con esta parábola que es siempre necesario orar sin desanimarse.
La parábola nos muestra a un Dios que no está muy pronto a acudir a nuestro llamado (…aunque les haga esperar…”), o al menos, en darnos lo que le pedimos. ¿Por qué razón nos hace esperar? ¿Acaso se deleita cuando estamos pendientes de El?
¿Y por qué compara Jesús la relación con Dios con la relación de una pobre viuda con un juez injusto que termina por acceder al pedido “solo para que no le moleste más”?
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