Betania, casa de descanso y amistad

martes, 4 de noviembre de 2014
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04/11/2014 – Betania es camino obligado, está de paso a Jerusalén. Es lugar de paso, en donde Jesús visita a sus amigos Marta, María y Lázaro. Antes de enfrentar su gran momento, la cruz, Jesús pasa por Betania para estar con sus amigos.Betania es esa casa donde se llega sin previo aviso, se toca el timbre y se entra. Es lugar de confianza, de afecto, de amistad y de descanso. “En Betania no hay buenos modales diplomáticos” sino que es el espacio de la familiaridad, dijo el P. Alejandro Puiggari. Lo propio de Betania es la capacidad de hospedar y la de dejarte sorprender: el que llega puede necesitar un mate pero también un buen amigo; es lugar donde se interrumpen las ocupaciones para recibir al amigo.

A Betania hay que ir seguido, no todo los días porque no es el lugar donde vivimos, pero no hay que descuidar esas Betania que te regala la vida.”Betania es el lugar en el que uno también puede descansar, reponer fuerzas, ser uno mismo… por eso Betania es la casa del amigo en el qu euno también se siente como en casa, como un segundo hogar” agregó el P. Martín Rebollo.

 

Vamos a Betania

Oscuro camino, horizonte cerrado,
sin ver nada claro por dónde seguir.
Un gran aguacero tormenta que viene
el tiempo sugiere buscar donde ir.
Betania es lugar donde paso la noche
amor que en derroche sabrá resguardar
Betania es hogar donde velo y espero
a que pase el mal tiempo y empiece a
clarear.
Vamos a Betania
a cuidar la vida
casa del Amigo, para el corazón
Vamos a Betania a sanar heridas
y a seguir camino desde el corazón de Dios.
Al ser peregrinos que van por la vida
se abren heridas de andar y de amar.
La misericordia nos tiende una mano
buen samaritano que ofrece ayudar.
Betania es la casa en donde la vida,
por fin resucita y vuelve a surgir.
Un grito profundo salir hacia fuera
a ese amor que libera y convoca a vivir.
Betania posada, lugar del encuentro,
corazón abierto dispuesto a escuchar.
Hermanos y amigos que ofrecen sus brazos
su amor y regazo para descansar.
Que fiesta del alma, estar sin apuros
descalzos seguros en intimidad.
Un frasco se rompe perfume que inunda,
certeza profunda el Reino ya está.
Betania es de paso, no es la llegada,
los pies se desatan para continuar
Unción en el cuerpo y fuerza en el alma,
prepara batallas que habrá que enfrentar.
Betania nos abre una nueva mirada,
andar en confianza el camino a la cruz.
Y en Jerusalén alentar la me moria,
el Señor de la historia es el siervo Jesús.
                                                                                                                                      P.Germán Pravia