2/03/2015 – En los últimos años, la inclusión de la mujer en el circuito laboral y la necesidad de ambos cónyuges de dedicarle mayor cantidad de horas al trabajo para poder llegar a fin de mes, provocaron que los niños tengan menor contacto con sus padres en su hogares, y que aparezca la figura de los abuelos en un nuevo rol. El pediatra Enrique Orschanski, en diálogo con Radio María, comentó que ante esta ausencia de los progenitores, los abuelos transmiten a sus nietos “identidad y pertenencia”, en un proceso que denomina “tercerización de la infancia”.
“El tiempo que perdieron los padres lo recuperan los abuelos, que todavía juegan a cosas que no se enchufan, leen y muestran lo que leen, y los nietos aprenden lo que ven y escuchan. Esta época permite ver 4 generaciones, porque hay muchos bisabuelos, que pueden transmitir elementos que rompen con esta desilusión de que está todo mal, que todos roban, que no se puede salir a la calle”, explicó el profesional.
“Habría que reflexionar sobre la belleza y la fuerza que encuentran los abuelos en los nietos. Como padres, estaban tan ocupados en criar a sus hijos que a veces no los disfrutaban. Un nieto es una revancha, una segunda vuelta. El síndrome del nido vacío hace estragos en muchas parejas, porque uno se encuentra en el silencio anhelado, pero no hay ruidos infantiles. Entonces, ante tanto tiempo disponible cara a cara, los nietos vuelven a alborotar. Les transmiten a los abuelos que la eternidad es posible”, agregó.
En cuanto a la influencia de al tecnología en la vida de hoy, Orschanski opinó: “Los abuelos ya no compiten, muchos padres compiten con sus hijos por la juventud, y los chicos quieren que los padres sean padres. Los abuelos opinan que los nietos son lo mejor que hay en el mundo, excepto que pasan mucho tiempo conectados a la pantalla y al celular. Algunos también usan celular, pero la mayoría prefiere el cara a cara. Ese minuto de charla para los abuelos tiene un valor incalculable”.
“Los “olvidos” desaparecen cuando aparecen los nietos. Tienen una virtud que es olvidarse lo inútil y acordarse de lo importante. Creo que los abuelos tienen que entender los periodos de crecimiento de los nietos y éstos entender que ellos nunca se mueren, sino que se hacen invisibles. Están siempre”, sostuvo el pediatra.
Finalmente, brindó una recomendación para los nietos: “Prolonguen la vida de sus abuelos, el afecto, disfrutando las arrugas y las canas. No se olviden de llamarlos por teléfono, hay gente que está todo el día esperando esa llamada. Va a ser algo muy bueno para su familia”.
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