La Resurrección

viernes, 17 de abril de 2009
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Entrevista al Padre Ángel Rossi, sacerdote jesuita, asesor espiritual de la fundación Manos Abiertas

Pascua es puerta abierta a la trascendencia. La resurrección de Cristo tiene que dar lugar a muchas resurrecciones en nosotros: hay que hacerse cargo de la propia resurrección en muchos aspectos de nuestra vida



 

EL HOMBRE MAS GRANDE DE LA HISTORIA

NO TENIA SIRVIENTES Y LE DECIAN SEÑOR

NO TENIA TITULO UNIVERSITARIO Y LE LLAMABAN MAESTRO

NO GANO NINGUNA BATALLA Y CONQUISTO EL MUNDO

NO COMETIO NINGUN CRIMEN Y LO CRUCIFICARON

…….Y CONQUISTÓ TODO EL MUNDO

GL: Me gustaría que, desde la perspectiva eclesial nos cuentes un poquito sobre el tiempo que se inicia en este momento: el Tiempo de Pascua. ¿qué tiempo de gracia hay en este tiempo?

AR: En primer lugar, celebramos “un hecho” significativo: la Resurrección
    Con la Pascua de Resurrección comienza todo un caminito espiritual. A veces estamos más acostumbrados a realizar un Camino de Cuaresma, y nos olvidamos luego de realizar un Camino Pascual. La Iglesia dedica todo un tiempo tan o más importante que el otro. El camino cuaresmal pierde sentido si no se sigue caminando. Si el camino cuaresmal era disponerse de un modo especial para la cruz, porque era un tiempo penitencial, este tiempo pascual es para preparar el corazón para una gracia que quizá es más difícil que la de cuaresma: la alegría. Son 50 días para alegrarse, y no de cualquier cosita, sino de un acontecimiento donde brota el gozo: el gozo de Cristo Resucitado que sobreabunda, y al sobreabundar llena nuestros corazones.
    Cuarenta días nos preparamos para la cruz. Ahora hay 10 días más porque disponerse para la alegría es más exigente que disponerse para el dolor. Está indicando un camino también ascético. El que sea la alegría  muchas veces no significa que sea menos difícil o valioso. De hecho, nos sale más la queja que el agradecimiento. Por tanto:
    Primer desafío: TIEMPO DE GOZO: El primer anuncio y el gran mensaje de la Resurrección es de alegría. No son “apariciones” las de Jesús resucitado (esto suena fantasmagórico). Son “Encuentros”. Y si son encuentros, esto significa que el Señor nos anda buscando, y nosotros a El. Hay que buscar. Lo vimos en las lecturas de ayer: los discípulos, las mujeres, –aunque sea de un muerto-  ‘van en búsqueda’. También hay una búsqueda de Cristo resucitado en nosotros. El Señor, en la Resurrección, no se desentendió de nosotros. Es más, podría haberse ido rápido al cielo, y sin embargo se quedó, y se quedó bastante tiempo porque tuvo que tenernos, después de la Pascua, mucho más paciencia, porque  sacarnos de la tristeza le costó más que prepararnos para la cruz.
    Es lindo también ver esto: la resurrección podía haber sido de un modo llamativo, y en cambio, eligió el modo “personal”. Cristo resucitado no nos cita en un estadio: busca a cada uno de sus discípulos según lo que cada uno necesitaba: A María Magdalena mirándola a los ojos y nombrándola, a los discípulos de Meaux caminando con ellos, a Juan y Pedro  con algunos signos para que puedan entender, a otros discípulos con la sobreabundancia de la pesca. Esta es una delicadeza del Señor: nos anda buscando personalmente, y esta es una gracia muy linda. Por eso, así como pensamos nuestro personal camino cuaresmal, debemos pensar ahora nuestro personal camino pascual.
   
GL: Hay personas que dicen “yo no la pasé bien en la Pascua. Estoy igual o peor”. Hay que tener en cuenta que determinadas fechas hacen brotar en nosotros nuestras frustraciones, esperanzas que no alcanzamos, roturas familiares, desencuentros. El imperativo social es celebrar, y surge nuestra impotencia para celebrar.

Yo te busco, Yo te busco,
Con fuego en mi Corazón.
Yo te busco, Yo te busco,
Recibe mi adoración.
Te anhelo, te necesito
Te amo, más que a mi ser

AR: Von Baltasar dice que “no tenemos que buscar a Cristo resucitado, porque no lo vamos a encontrar. Lo que tenemos que buscar son los signos de Cristo resucitado en nuestra vida”.
    Los signos aparecen en las lecturas del tiempo pascual: La piedra corrida, las vendas dobladas, el sudario ordenado, la sobreabundancia de la pesca… son todos signos que permitieron a los discípulos recordar todo lo que Jesús ya les había dicho. Ellos tuvieron el encuentro personal de hecho.
Nosotros tenemos nuestro encuentro personal con El en el Espíritu. Su presencia debe estar en nuestro corazón. El se quedó también de un modo real en la Eucaristía y la experiencia de la Resurrección, los signos de Cristo resucitado en mí es lo que tenemos que ir buscando. La resurrección es un hecho que se prolonga en el tiempo y sigue vivo como si hubiéramos estado ahí presentes. Debemos buscar entonces qué sentido tienen para nosotros cada uno de los signos que tuvieron sus discípulos:
-¿qué significa para mí “la piedra corrida”?
-¿qué nombre le pondría en mi corazón a la sobreabundancia de la pesca?
– ¿qué nombre le pondría yo a las vendas dobladas?
Hay gente que decía que estas fiestas habían sido dolorosas. Esto no quita el hecho de la gracia de la resurrección ¿cómo vivirán la pascua los damnificados por el reciente terremoto de Italia, por ejemplo. En ellos, la alegría tomará otra forma, porque la Resurrección no deja de ser fecunda. Y es posible quizá que a su modo ellos lo vivan con más intensidad que nosotros, porque además lo necesitan. Pedirles que se alegren en medio del dolor sería ridículo. Pero  Pablo lo dice muy lindo “seremos consolados en medio de las tribulaciones”. Y el estado de tribulación es casi permanente: no termina una dificultad que ya empieza otra. Si esperamos la consolación cuando se terminen los problemas, se nos va a ir la vida.
Para la gente que está sufriendo entonces, Pascua no significa que salga corriendo a festejar, a reírse, pero de pronto es un aumento de esperanza, es una lucecita frágil que se enciende en medio de las tinieblas. La luz no suprime la oscuridad, la Pascua no suprime el dolor, pero le da sentido. El sepulcro encierra una esperanza guardada y contenida que ninguna piedra, por grande que sea, podrá tapar. No se puede frenar la Vida. Y allí, en este sepulcro abierto, en esta piedra corrida, “todo huele a plenitud de vivir”. El sepulcro vacío es una especie de “nuevo Belén”: otra vez sucede dentro de una cueva: la muerte cede su lugar a la vida, una nueva vida se va desatando o va desatando los nudos que la tenían atada –imagen de las vendas en el suelo, como una especie de ‘bandera rendida’ de la muerte.
La piedra ha sido corrida, y a veces da miedo entrar, da miedo imaginar lo que se puede llegar a encontrar. Llama la atención que la primera reacción de las mujeres es el miedo.
Dicho para nosotros: ¿cómo será un ‘vivir nuevo’?. Este Jesús que viene con la fuerza y el consuelo propias del resucitado para ayudarme pasar a mi vida diaria de resucitado. El miedo es para Jesús lo más difícil de sacar de nosotros. Le fue más fácil aliviarnos en el dolor que fortalecernos en el gozo. Es como que tememos que en el gozo se avecine algo malo.
Por eso, como meditación yo sugeriría: QUEDARNOS JUNTO A ESA PIEDRA MOVIDA HASTA TENER LA CERTEZA DE LO QUE DIOS YA HIZO POR MI SEA ALGO INCUESTIONABLE. Y que la imagen de este hecho que ya fue, nos vaya entrando en el corazón: tomando esa imagen de la piedra removida, pasar por la memoria del corazón los esquemas que el Señor removió en mi vida, qué obstáculos, qué impedimentos quitó, qué proyecto renovó en mi vida, la luz que nos dejó, la confianza que nos puso de pie en medio del sufrimiento o las dificultades. Muchas veces nos ocurre lo que a estas mujeres: seguimos buscando entre los muertos al que está vivo: lo buscamos en las cosas oscuras, en las parálisis. Y es lindo saber que el Señor pasó por todas aquellas situaciones que creíamos clausuradas y de las cuales parecía que no saldríamos más.
Por eso, en este tiempo debemos pedir dejarnos consolar por el Resucitado a las puertas de “mi” sepulcro, y junto a la piedra que El ya removió en mí, y preguntarme: ¿Dónde está, muerte, tu victoria? 1 Cor 15: es como una pregunta desafiante.
La piedra ha sido movida, el sepulcro ha sido abierto, pero a veces nos pasa que ‘la casa sigue cerrada’: no hay fiesta, hay duelo –es un poco también lo que les pasó a los discípulos-. Los miedos interiores se proyectan hacia fuera y nos replegamos adentro, claudicamos de la alegría.

Todos los encuentros con Cristo resucitado se convierten en anuncio. Cada vez que vemos a los discípulos encontrarse con Jesús, salen corriendo. Cristo es íntimo, no intimista: no es para quedarse ahí sino que se vuelve anuncio. Pero no hay anuncio sin encuentro: cuando no hay en nuestro corazón encuentro con los signos de Cristo resucitado y su presencia, o no hay anuncio, o nos anunciamos a nosotros mismos.
Esto tan lindo que en la Secuencia de la misa del domingo de resurrección leímos: “Dinos, María Magdalena, ¿qué viste en el camino?” y ella dice “he encontrado la Esperanza” (habla, en sentido figurado, del Señor). Pero la pregunta no es solo para ella: cada uno de nosotros ¿qué vio en el camino de esta Pascua? ¿qué signos has visto en esta semana santa que te sirvan para seguir rumiando en este tiempo?. Si María vuelve contenta, viene anunciando que se ha encontrado con Alguien: es una” testigo”. Son las mujeres las primeras testigos, y por tanto las primeras misioneras de la resurrección.
“Lo que hemos visto y oído, es lo que venimos a anunciar” dicen los discípulos. Por tanto, el desafío de este tiempo pascual, es dejar que el Señor me encuentre, que no me le escape al Señor, que me anda buscando en lo hondo de mi corazón para consolarme. El Señor está “glorioso” y me viene a buscar para decirme “alégrate”. No debo empecinarme en quedar en “doloroso” y acovachado en mi “tristeza”. Así como Jesús se lo dice a Tomás “acercate vos también, poné aquí tu dedo, mirá mi mano, extendé tu mano y ponela en mi costado…”, el Señor nos espera adelante, y nosotros muchas veces quedamos hurgueteando el excremento de nuestro pasado. El Señor llenándonos de luz, y nosotros coleccionando tinieblas. El Señor diciéndonos “la paz sea contigo” y nosotros peleando. El Señor mostrando sus llagas gloriosas y nosotros cuidando que nuestras llagas no se cierren, realimentando resentimientos y haciendo de heridas viejas una especie de muestrario para los demás.
El anuncio fundamental es “ALÉGRENSE”. A partir de hoy, debemos decirlo y vivirlo así: la gente, viéndonos, tienen que darse cuenta de que hemos vivido Semana Santa: un gesto, una sonrisa, el reinicio de un diálogo clausurado, algún encuentro o llamado que veníamos postergando, un gesto de caridad, un pedido de perdón que nos quedaba pendiente, un perdonar que nos faltaba.
La noche del sábado santo es una liturgia bautismal. Y en el día del  bautismo se nos encomendó una tarea que no es un hobbie: es nuestro oficio. Casi utópicamente se nos pregunta ¿por qué los creyentes no perseguimos al mundo con la única arma de la risa y gozo interior? ¿por qué a los cristianos no se nos distingue en las calles por el brillo de nuestros ojos? ¿por qué nuestras Eucaristías no consiguen que salgan de nuestras Iglesias una oleada de alegría? ¿Qué le diremos a Cristo el día del Juicio cuando nos haga la más importante de sus preguntas: ¿qué han hecho del gozo que Yo puse entre sus manos el día de la Resurrección?? Posiblemente le tengamos que decir que lo aplastó el temor, la tristeza. Tenemos que animarnos a creer que ésta no va a ser la respuesta. Depende de nosotros hoy, este año, que la respuesta va a ser otra: “Señor, hundido por la tristeza voy a responderte con el intento de ponerme de pie”. A veces tenemos la tentación de ‘desplazar la deuda para mañana’. Y el Señor nos dice “hoy” quiero ser amado, anunciado. Nosotros bajamos los ojos y decimos “solo por hoy desvío la mirada, pero desde mañana me alegraré, te amaré, verás lo que estoy dispuesto a hacer por ti. Hoy pasá de largo y volvé a llamar la próxima vez. Mientras hoy cierro mis oídos y me distraigo, pensaré bien en claro que mañana te seguiré.” Y además decimos “yo podría ofrecerte muchas otras cosas ¿por qué quieres este corazón pequeño, miserable, inútil. Yo podría darte “la mitad de mi reino”: la oración de todos los días, venerar tu corazón…pero ahora perdoname…tengo que irme…”
Y después también decimos: Hay muchas otras personas ¿no se podrían repartir un poco las cargas? ¿Por qué me ponés precisamente a mí en la aguda luz de tu mirada? ¿no tenés tus almas escogidas, especiales?  Y el Señor vuelve a decirnos “Vengan a mi”, y pareciera que nadie quiere ir, nadie quiere alegrarse. Todo el mundo se aparta de esta invitación. Y PASCUA REQUIERE UN HOY. Hoy comenzaré este camino ascético, cuesta arriba,  pero gozoso.

    Uno se queda con la imagen de los discípulos encerrados, muertos de miedo. El Señor se les manifiesta allí vulnerando sus puertas cerradas y pacificándolos. Con los discípulos de Emaús va a tener que caminar unos cuantos kilómetros para calentarles el corazón y que finalmente lo puedan reconocer. Con Tomás, el escéptico, que en el dolor se aparta, se va solito con su dolor, el Señor espera que vuelva, cuando vuelve lo llama. Cuando vuelve a la comunidad Jesús tiene que, con él, redoblar los gestos. Para eso ‘le concede sus caprichos’: tocar, constatar, con una paciencia enorme.
    Algo así, como todos estos ejemplos, Jesús quiere hacer con nosotros: SACARNOS DE ESTA TRISTEZA, ESPERARNOS E IRNOS A BUSCAR.

    Como si el Señor hablara a Tomás y nos hablara a nosotros, sobre todo cuando estamos “afincados en la tristeza y el dolor” y nos resistimos a salir: Un texto de Von Baltasar

“ levántate de la caverna de tus dolores y no imagines que tu ciego dolor es más penetrante que mi gracia. No te fortifiques en el castillo de tus sufrimientos.  Vos te retirás en tu luto. Por lo menos este es tuyo. Con la experiencia de tu sufrimiento, sentís que vivís y si alguien pusiera su mano sobre ese sufrimiento y tratara de arrancar sus raíces, arrancaría a la vez todo tu corazón del pecho por haberte identificado tanto con tu dolor. Y sin embargo, Yo he resucitado, Tomás. Y tu prudente y viejo dolor en el que te sumerges, en el que imaginas mostrarme tu fidelidad, en el que crees estar junto a mí, es muy anacrónico, y lo que tú llamas tu duelo, no es más que obstinación. Pero ya que estás tan lastimado y el patente tormento de tu corazón se ha abierto hasta el abismo de tu propio ser, dame tu mano, y siente con ella el latido de otro corazón. En esta nueva experiencia, tu alma se entregará y la sombría amargura autoalimentada se quebrará. Tengo que vencerte, Tomás. No puedo menos que exigirte lo más querido que tienes: tu melancolía. Sácala de ti aún cuando te cueste el alma y te parezca que vayas a morir. Expulsa de ti ese ídolo, ese cascote frío de tu pecho, y en su lugar pondré en ti un corazón de carne que latirá de acuerdo con mi propio latido. Saca de ti ese yo, Tomás, que vive por no poder vivir, que está enfermo porque no puede morir. Deja que perezca, así por fin, podrás comenzar a vivir. Anímate a saltar a la luz, Tomás. Tu ciudad está cercada, tus provisiones están agotadas. Tienes que rendirte. ¿qué es mas sencillo, Tomás, y más dulce que abrir las puertas al amor? ¿qué es más fácil que caer de rodillas y decir “Señor mío y Dios mío”?

Esta paráfrasis también nos puede venir bien, no tanto por aquellos sufrimientos que a veces uno está viviendo, sino cuando nos empacamos en el dolor y en la tristeza y termina siendo más fiel a ella que al gozo, la vuelve un ‘ídolo’. El Señor nos invita a salir de ella y nos dice “estás rendido. Tus provisiones están agotadas.
Tenés que levantarte EN ESTA PASCUA”

GL:    Con todo lo que le costó a Jesús sacarnos de la tristeza, deberíamos hacer el “Via Lucis”. Juan Pablo II tiene uno muy lindo

A.R. :”Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo…Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra…”Col 3,1-2: Es una invitación a tener una nueva mirada: sin sacar los pies de la tierra, elevar los ojos al cielo.

PASCUA ES PUERTA ABIERTA A LA TRASCENDENCIA. LA RESURRECCIÓN DE CRISTO TIENE QUE DAR LUGAR A MUCHAS RESURRECCIONES EN NOSOTROS: HAY QUE HACERSE CARGO DE LA PROPIA RESURRECCIÓN EN MUCHOS ASPECTOS DE NUESTRA VIDA

En este tiempo pascual se reza el Regina Chelis como expresión del gozo de María por la presencia de la Resurrección entre nosotros

SECUENCIA PASCUAL
Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza
la gloria de la Victima propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida, triunfante se levanta.
«¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?»
«A mi Señor glorioso, la tumba abandonada,
los ángeles testigos, sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea, allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos la gloria de la Pascua. »
Primicia de los muertos, Sabemos por tu gracia
que estás resucitado; la muerte en ti no manda
Rey vencedor, apiádate de la miseria humana
y da a tus fieles parte  en tu victoria santa.


TOXICIDAD DE LOS REPELENTES 13-04-09

Fernando Manera, Director del Instituto de Bromatología y ambiente de Colonia Caroya, autor del libro “La amenaza invisible”
 [email protected] se pueden comunicar conmigo. Trato de llegar a la mayor cantidad de gente posible, respondo preguntas que me llegan. También [email protected], o [email protected] para buscar el Power Point del dengue

G:L: Hoy queremos consultar -a raíz de de esta verdadera epidemia de dengue que padecemos en algunas partes del país más que en otras- acerca de la toxicidad o no de los repelentes.

FM: Está bien que haya preocupación por ese tema, porque es importante usarlos como corresponde. Pero debemos EVITAR LOS MIEDOS, que lo único que logran es dejarnos sin capacidad para reaccionar. Es necesario saber cómo usar esta gama de productos que nos protegen de un problema, porque si no los usamos con conocimiento y con criterio puede acarrearnos riesgos.

    Tengamos en cuenta dos cosas: 1. Los dos tipos de mosquito que ocasionan este problema (mosquito chiquito color oscuro, patas con bandas blancas y negras) no habitan en agua en estado de putrefacción sino en agua limpia.  2. El mosquito tiene hábitos diurnos. Puede ser a primeras horas de la mañana o últimas horas de la noche un poco más, pero durante la plena noche este tipo de mosquito no tiene actividad.
    El mosquito no está enfermo: es portador del virus cuando picó a una persona enferma. Si lo picó entre 2 días antes de tener síntomas, hasta 5 o 6 días posteriores con síntomas. Antes o después de ese tiempo, el virus no está en la sangre de la persona, por lo cual el mosquito que la pica no queda con el virus. Una persona que tuvo dengue hace una semana atrás, hoy lo pica un mosquito y no le pasa absolutamente nada al mosquito, es decir, ese mosquito no va a trasmitir el virus.
    Otra cosa que tal vez no está del todo clara para la gente: un mosquito que ha quedado portador del virus, cuando pone huevos, los mosquitos nuevos que nacen no tienen el virus. Únicamente si picó a una persona portadora del dengue y con virus en sangre

    El Instituto Pasteur de París está investigando acerca de una posible vacuna contra el dengue… Tengo entendido que la vacuna está en la fase última de investigación, pero tal vez recién dentro de 2 años esté en el mercado

    Por un lado, tenemos los insecticidas que usamos en el hogar y ya hablamos de los cuidados que hay que tener en otro micro.
    Pero ahora vamos a otro producto que tiene que ser utilizado de acuerdo a la necesidad, que son LOS REPELENTES.
    Hay repelentes naturales, como el aceite de citronella, que es un buen repelente, pero hay que tener en cuenta una cosa: el tiempo de acción de ese repelente está entre una hora y media y dos horas. Según un grupo de pediatría de la provincia de Santa Fe que ha hecho experiencias, dice que tiene un 90% de efectividad.

    En Estados Unidos hay un producto que es en base a esencia de aceite  de eucaliptos, que tiene, además de perfume agradable, un tiempo de acción de entre 5 y 6 horas. Desconozco que acá exista ese producto

    El producto que sí es realmente efectivo es un producto químico que protege de todo tipo de insectos además del mosquito, que lo tiene la mayoría de los repelentes, que tiene la sigla DEET. Se lo encuentra también como N N Dietil M toluamida, y también Dietil metil toluamida. En las etiquetas aparece a veces con el nombre completo, otras veces con la sigla. En cada envase está la concentración de este producto (en ese envase). El tiempo de acción depende entonces de la concentración. Según el Centro de Control de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, el producto que tiene el 25% de concentración de DEET, tiene un tiempo de acción de 5 horas. Cuando el producto tiene un 20% de concentración, tiene una protección de 4 horas. Por otra parte, no tiene sentido usar ese producto en una concentración mayor al 40%
En nuestro mercado hay una marca que tiene el 6,65 %: da 2 horas de protección. Hay otro que tiene el 4,75%, y solo protege durante una hora y media. Dentro de las mismas marcas hay distintas concentraciones, por lo cual, las personas, cuando compran el producto, tienen que mirar la concentración. Además tienen que mirar porque muchas veces tiene cerca del 7% de concentración y el mismo envase dice que protege por 4 horas. Este es un tema de falta de lealtad comercial. Es mejor guiarse por lo dicho por el C.C.E.I.
    Hay que tener en cuenta además que este es un producto químico al cual algunas personas son alérgicas. Por eso, al utilizarlo por primera vez sobre la piel de un niño, tiene que antes colocarse un poquito sobre un dedo, y en un tamaño chico (mas o menos el de una moneda) ponerlo sobre la piel del niño y después de 2 hs observar: si donde puso se ha enrojecido, no lo use, consulte con un médico porque lo más probable es que ese niño sea alérgico a ese compuesto químico.

    Otra cosa a tener en cuenta es que la duración del efecto del repelente no es tan estricta, tan matemática como dijimos: depende un poco de la reacción química de cada piel. El repelente no es que ahuyente al mosquito. El mosquito va a seguir dando vueltas alrededor de uno, pero no se asienta. En el momento en que el mosquito se asiente, es porque ya es tiempo de “re-poner” el repelente. El sentido común y la observación es lo prioritario.

    Existe otro tipo de producto en el mercado, de BAYER, que tiene un compuesto químico que dice funciona muy bien. El producto es Hidroxietil metil propil ester  . Dicen que lo han usado en Estados Unidos y que tiene más efectividad que el DEET y menos efectos indeseables en los alérgicos. Pero desconozco si en nuestro país ese producto está disponible.

    JAMAS SE DEBE APLICAR UN REPELENTE SOBRE UN NIÑO EN FORMA DIRECTA. La forma correcta de aplicación en los niños es la siguiente: EL ADULTO DEBE COLOCARSE EL REPELENTE  EN SUS MANOS, SE FROTA LAS MANOS, Y CON LA PALMA DE SU MANO APLICARLO EN LAS ZONAS DEL CUERPO QUE ESTÁN EXPUESTAS FUERA DE LA ROPA.
    Además CUIDADO CON EL ROSTRO: CON MUCHO CUIDADO EN LOS OJOS Y LA BOCA, Y EN EL PABELLÓN DE LA OREJA, porque este producto tiene una alta capacidad de absorción a nivel de piel: ALLÍ SE TIENE QUE PONER POCA CANTIDAD.

    En cuanto a la edad de los niños: con los repelentes naturales NO HAY PROBLEMAS A NINGUNA EDAD. Con repelentes con productos químicos  hay pediatras que dicen NADA en menores de 2 meses, otros en menores de 1 año, de 2 a 10 años con mucho cuidado. Y en menores de 12 años nunca usar productos con DEET con concentración mayor al 10%. En resumen: usando el producto en concentración del 10% el tiempo de protección es de 2 horas
    Si estamos con pantalón largo y camisa mangas largas, estamos protegidos en brazos y piernas de la picadura.
    Si vamos a ir a zonas de riesgo, en lugar de aplicar repelente sobre la piel del niño, se puede aplicar repelente sobre la ropa y después sí colocar la ropa sobre el niño, y la acción del repelente va a ser la misma.

    Cuando uno regresa a la casa después de una salida donde ha utilizado repelentes, es conveniente bañarse con agua y jabón para retirar el exceso. Si bien el producto pierde su efectividad después del tiempo que mencionamos anteriormente de acuerdo a su concentración, igual quedan restos a nivel de piel.
    En Estados Unidos se han observado algunas intoxicaciones por acumulación del producto, porque han pasado días sin que se bañe al niño y sobre la piel se habían repetido las aplicaciones del repelente.

    Cuando estamos dentro de la casa, hay otros métodos para controlar el mosquito y no utilizar repelentes. Se tira un insecticida estando la casa sin personas dentro, se deja la casa cerrada por una hora y no quedan insectos vivos. Y los métodos de barrera (tules o mallas mosquiteras) es fundamental y permite que las personas estén dentro de la habitación sin necesidad de llegar a la utilización de productos químicos.
    Respecto a los espirales: son muy buenos. Hay que tener en cuenta que es un particulado que está en suspensión, por eso es necesaria un poco de ventilación para que no se concentre mucho.
   
Consultan los oyentes:

–    El vinagre y el limón ¿actúan como repelentes?
FM: lo he leído, pero no hay nada comprobado

–    ¿qué hacer con las piletas de natación?
FM: No se las puede dejar sin agua porque corren el riesgo de partirse. En una pileta domiciliaria de aproximadamente 4×8, comprar un sobrecito de k-otrina, disolverlo en un litro de agua y agregarlo a la pileta. Dura 2 meses sin que haya un solo insecto en la pileta.
    Esta preparación también sirve para vaporizar dentro de la casa.

    A esta altura del partido, con todo lo que se conoce, por favor, no se arriesguen a probar cosas que no conocen experimentando sobre los hijos.