21/09/2015 – Nada más pisar el aeropuerto de La Habana, el papa Francisco recuperó aquella frase ya mítica pronunciada por Juan Pablo II en su viaje de 1998: “Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”. Ahora que ese objetivo varado durante medio siglo parece más cercano que nunca, Jorge Mario Bergoglio pidió al presidente Raúl Castro “libertad y medios” para que la Iglesia siga acompañando el proceso de apertura y de acercamiento a Estados Unidos.
En su primer discurso, aunque breve, el Papa hiló muy fino para, sin propiciar títulos estridentes, situar ya en el tablero los conceptos de libertad, dignidad, exilio, justicia, paz, reconciliación. Después de pedir a Raúl Castro que trasladase a su hermano Fidel su “consideración y respeto”, Bergoglio se apoyó en textos de José Martí —no hay mejor cuña que la de la misma madera— para advertir de que la cultura del “diálogo y el encuentro” debe imponerse “sobre el sistema, muerto para siempre, de dinastía y de grupos”. Escuchemos parte del discurso del Papa Francisco.
“La providencia me permite llegar hoy a esta querida Nación siguiendo las huellas indelebles del camino abierto por los inolvidables viajes apostólicos que realizaran a esta isla mis dos predecesores: Juan Pablo II y Benedicto XVI. Se que su recuerdo suscita gratitud y cariño. Hoy renovamos estos lazos de amistad para que la Iglesia siga acompañando y alentado al pueblo cubano en sus esperanzas y preocupaciones con libertad y todos los medios necesarios para llevar el anuncio del Reino hasta las periferias existenciales de la sociedad”
En tanto, ayer, en el segundo día de su Viaje Apostólico a Cuba el Papa brindó la Santa Misa en el XXV domingo del tiempo ordinario en la Plaza de la Revolución José Martí de La Habana. La Plaza, lugar simbólico del país, fue escenario de la histórica Misa presidida por el Santo Padre Francisco con la presencia de miles de fieles y peregrinos que se dieron cita para oír las palabras del Sucesor de Pedro. En su homilía esto decía el Obispo de Roma.
Desde la Plaza de la Revolución, en La Habana, y antes del rezo a la Madre de Dios en el Ángelus del XXV domingo del tiempo ordinario, el Papa invitó a volver nuestros ojos a la Madre María, para pedirle que “nos enseñe a estar junto a la cruz del hermano que sufre”; junto a ella podemos comprender quién es verdaderamente «el más importante», y qué significa estar junto al Señor y participar de su gloria.
En este punto, el Santo Padre habló de la importancia de seguir trabajando por la paz en el mundo y haciendo referencia al proceso de paz en Colombia, el Obispo de Roma sostuvo: “No tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación” y esto agregaba.
Luego de la Misa, el papa Francisco visitó al ex presidente cubano Fidel Castro en su residencia, en un encuentro que duró 40 minutos y en el que ambos intercambiaron libros.
Te invitamos a escuchar los audios correspondientes.
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