El pasado 18 de abril el obispo de Cruz del Eje, monseñor Santiago Olivera, hizo entrega en la Santa Sede del proceso iniciado en Córdoba sobre el presunto milagro atribuido a la intercesión del padre Brochero. Ahora está en Roma para ser estudiado en la Congregación vaticana para las Causas de los Santos.
Mientras tanto, monseñor Olivera, como obispo de Cruz del Eje en cuya jurisdicción episcopal se hallan los lugares de actuación del Cura Brochero, señaló que es muy importante que durante este tiempo de espera los argentinos eleven plegarias a Dios por la pronta beatificación del Cura Gaucho. Y como delegado episcopal de las Causas de los Santos en la Argentina, envió a todos los monasterios del país una carta invitando a esas comunidades de vida contemplativa y de oración a que recen por aquella intención.
“Querida Comunidad -dice monseñor Olivera en su carta-, la posibilidad de que el Padre Brochero pueda ser beato y santo es para la Iglesia y el país una gracia muy particular, ya que es un faro para todos, un ejemplo para los sacerdotes y consagrados y para los ciudadanos, ya que él ha sido un ciudadano ejemplar”, y providencialmente su figura “se nos presenta en este tiempo, como un importante referente en la preparación del Bicentenario de la Independencia argentina. El ha sido un hombre de Dios, que aportó con su vida y predicación, el esfuerzo por construir una patria fraterna y de inclusión para todos”.
Luego, al recordar que el papa Benedicto XVI “nos regala la gracia de un año sacerdotal con motivo de los 150 años de la muerte del Cura de Ars”, trae a la memoria lo que en una ocasión dijo Juan Pablo II de Brochero: “Cuando sea santo será el Cura de Ars de la Argentina”.“Quiera Dios -concluye el obispo de Cruz del Eje- que en este año sacerdotal podamos tener en los altares a nuestro querido Padre Brochero”, para lo cual pidió a las religiosas y a los religiosos contemplativos “que se unan en la oración para pedir la Glorificación del Padre Brochero, si es para gloria de Dios y bien de nuestro pueblo”.