17/06/2016 – En el día de ayer , día de la apertura del XI Congreso Eucarístico Nacional, contamos con la presencia del Cardenal Giovanni Batista Re, enviado del Papa Francisco desde Roma
Agradeció a las autoridades tucumanas por la entrega de las llaves de la ciudad y el decreto en donde de lo nombra ciudadano ilustre.
“Percibo la acogida de los argentinos a su Santidad el Papa Francisco que me ha enviado, que tengo el alto honor de representar. El con su ejemplo y su enseñanza está guiando a la Iglesia Universal por las sendas del Evangelio a través de una admirable entrega que tanto entusiasmo ha despertado en la Iglesia y en el mundo entero. El santo Padre está espiritualmente presente con nosotros desde, aquí en San Miguel de Tucumán. Bien conocemos su amor por la Eucaristía y por la Argentina. Me ha encargado de decir, este su pensamiento, su cercanía. Desde Roma él va a seguir este congreso”, compartió el Cardenal.
“Hace 200 años ésta ciudad ha jugado un rol histórico a favor de la Nación entera. El Congreso Eucarístico coincide con el bicentenario de la Independencia Argentina aquí declarada por parte de loables hombres patrióticos que amaban ésta tierra pero ellos eran también hombres de verdadera fe. Estos dos siglos han sido marcado por la fe”, continuó.
“Se necesita una verdadera reconciliación de todos los argentinos. Una reconciliación en la justicia el perdón, la serenidad y la paz. Solamente el amor y la reconciliación que curan la heridas pueden conducirlos a todos hacia la meta de la justicia y el progreso pacifico. Se siente la necesidad de fortalecer la cultura del diálogo, la cultura del encuentro, como dice el Papa Francisco, en la solidaridad y la honestidad. Se necesita un compromiso común de todos para un futuro próspero y digno para todos los argentinos. Al mismo tiempo tenemos que reconocer que no son pocos los avances que Argentina ha logrado en éstos últimos años, tanto en el campo dela evangelización como en el de la promoción humana y social movido por los valores humanos y cristianos”, dijo el Cardenal.
“La sociedad moderna podrá sostenerse sobre principios espirituales que sepan iluminar y sostener el camino de los ciudadanos. Estos valores cristianos son importantes también para la construcción de una sociedad argentina fuerte y unida y esto será una ventaja para toda América Latina. En el corazón de todos hay un profundo deseo de alcanzar un progreso integral de la sociedad. Este anhelo se puede cumplir solamente si recorremos todos juntos el camino de la solidaridad poniendo en el centro a la persona humana y mirando con privilegiada atención a los más pobres”, agregó.
“Queridos argentinos les deseo de corazón que el compromiso por el progreso social y civil este siempre unido a la celosa defensa de los valores humanos, morales y espirituales que son parte de la tradición argentina y sin los cuales valores el futuro no podrá ser mejor”, prosiguió.
“La Eucaristía es parte del patrimonio de los argentinos, un testimonio de eso son los Congresos Eucarísticos. Argentina es una de las primeras naciones que ha comenzado a celebrarlos. La humanidad necesita de la Eucaristía para saber que no estamos solos recorriendo el camino de la vida. Cristo nos hizo una promesa importante “Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”. Cristo permanece con nosotros en la Eucaristía para ser nuestro compañero de viaje, nuestro consuelo en las tribulaciones, nuestra fuerza. Él es el verdaderamente Dios con nosotros, centro dela Iglesia y corazón del mundo. Deseo de todo corazón que las jornadas del Congreso Eucarístico se desarrollen en verdadera alegría, la fe el amor a Jesucristo, Jesucristo luz de los pueblos, vivo y presente en la Eucaristía Jesucristo puerta de la misericordia abierta para todos”, concluyó
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