La Esperanza

viernes, 3 de julio de 2009
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Dice San Pablo “ninguna condenación hay para quienes están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al espíritu. Los que son de la carne piensan en cosas de la carne, los que son del espíritu en las cosas del espíritu”
Por eso Espíritu Santo, al sentirnos tan débiles, tan frágiles, tan vulnerables, tan imperfectos, cada uno pero también cada familia, nuestra nación que se apresta a vivir un acto eleccionario, en libertad, en responsabilidad, en conciencia con madurez cívica  te pide Padre envíanos a través de Jesús el Espíritu Santo. Ven E. Santo, ven Espíritu de Dios, déjame hablarte en nombre de muchos, en nombre de hombres y mujeres a lo largo y ancho de nuestra patria

Que los hombres y mujeres jóvenes y adultos que estamos en lucha, que estamos en oscuridad que estamos en soledad. Las luchas contra las tentaciones, la lucha de las pasiones, la inmensa y continua lucha de un cristiano en el mundo que quiere ser luz, levadura, fermento, savia. Lucha de la juventud, lucha de la edad madura, lucha de la vejez que quiere perseverar con tu Gracia, sin caer en el sin sentido de la vida, en la frivolidad, en el cholulaje, en el egoísmo, en la indiferencia el individualismo, en el que me importa. La lucha contra el odio por el amor verdadero que es vida, la lucha contra la miseria de todo tipo sobre todo esa miseria moral que esta avasallando nuestra patria con la droga, con el juego compulsivo, con el sin sentido.

Con un montón de nombres en listas de papel que mañana pondremos en un sobre y una urna pero sin propuestas claras, sin ideas claras. La lucha contra la avaricia que parece dominarlo todo el poder por el poder mismo, contra la tentación de la riqueza. La lucha contra la pusilanimidad a la tristeza a la depresión, el desánimo, el desaliento al “no vale la pena” Lucha contra la soberbia que es propio de los estúpidos, los necios.  Vos sos Espíritu Santo la fortaleza y el consejo. Ven Espíritu Santo, ven mira a los que estamos en oscuridad, la oscuridad del pecado, la oscuridad del error, la oscuridad de la desgracia, del dolor.

Vos sos la luz de Dios, la luz que revela el sentido de todo. Vos iluminas el dolor, lo aclaras, lo haces aceptable y le das una profunda belleza. Sin tu luz no hay nada en el mundo ni en el ser humano que no sea nocivo o peligroso. Ven Espíritu Santo, ven a los que están en soledad, fíjate como hay de soledades en el mundo, acércate a los hogares, hay muchos que están abandonados. En unos falta el hombre que se fue con otra mujer, en otros falta la mujer que se fue con otro hombre rompieron la unidad del matrimonio, de la familia y aunque se disimulen viven replegados en si mismo, incluso los hijos en una gran soledad.

Cuantos abandonados! Cuantas soledades hay en el mundo, en los pueblos en la ciudad pero vos Espíritu Santo que penetras con tu mirada de luz, contemplas no solo la soledad material, el abandono corporal sino sobre todo el abandono espiritual. Los que están cerca con sus cuerpos pero lejos en sus almas, en sus corazones porque la frialdad a inundado sus vidas.
Es que no se comprenden, que no se aman, que no se buscan, que no dialogan que no se inquietan unos por otros, que no han aprendido a comprenderse, a tolerarse, a valorarse. Ven Espíritu Santo, vos sos la unidad con Dios y la unidad en los corazones de los seres humanos Ven Espíritu Santo, ven. Ven a través de la poderosa intersección del Corazón Inmaculado de María Reina de la Paz

El tema de hoy es la esperanza, la esperanza que es la pasión por lo posible Hay una hermana que me reclama un texto bíblico para dar fundamento bíblico al tema, a la enseñanza entonces vamos a tomar Is. 40-30-31 aparte del texto de San Pablo que leí al principio. “Los jóvenes se cansan, se fatigan. Los valientes tropiezan y vacilan pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas suben con alas como de águilas, corren sin cansarse marchan sin fatigarse” Y San Pablo cuyo año estamos cerrando nos dice “nosotros anunciamos lo que nadie vio ni oyó y ni siquiera pudo pensar aquello que Dios preparó para los que lo aman” 1° Corintios 2-9 Y Pedro dice en 1° de Pedro 3-15 “estén siempre preparados a responder a todo el que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen” Y San Agustín tiene una frase muy hermosa, dice “no les pido que pongan su esperanza en mi sino que pongan su esperanza en Dios conmigo”

Lo mismo podría decir cada sacerdote en este año sacerdotal, cada párroco. Con ustedes soy bautizado, para ustedes soy sacerdote, soy cura párroco, soy obispo. También lo podría decir cada papá, cada mamá, cada docente profundamente creyente Con ustedes soy bautizado, para ustedes soy papá, mamá, maestro, catequista porque no les pido que pongan su esperanza en mi que soy un ser humano frágil, vulnerable, limitado sino que pongan su esperanza en Dios conmigo.  Que hermoso hablar de la esperanza en este momento de la patria y del mundo. Este mes que casi comenzamos, Julio; este mes que nos va a llevar a celebrar el 9 de Julio la fiesta de la independencia en este camino hacia el bicentenario de la patria, en esta víspera de una jornada eleccionaria, que bueno es hablar de la esperanza

La esperanza como virtud teologal unida a la fe y a la caridad. No hay una esperanza con minúscula hablo de una esperanza con mayúscula y subrayada. La esperanza sacó a la humanidad de las cavernas, la puso en marcha por los caminos de la historia y la empuja a desear siempre un futuro mejor. Dice un refrán que mientras hay vida hay esperanza. Es tanto como decir que la esperanza pertenece inseparablemente a la existencia humana, forma parte de su esencia.  Así es en efecto, ¿acaso no espera el lactante el pecho de su madre? Y el niño pequeño ¿no espera mantenerse en pie y caminar? ¿no espera el enfermo ponerse bien, el prisionero quedar libre y el hambriento comer?  El sujeto de la esperanza es por tanto el ser humano, todo ser humano

En cuanto a los objetos de esperanza pueden ser muy diversos, cosas, deseos, ilusiones, metas. Sin embargo para que algo sea objeto de esperanza deben reunir cinco condiciones, que sea un bien un mal no lo esperamos, lo tenemos, le tenemos miedo, no lo esperamos. Que sea entonces un bien. Segundo que sea futuro lo que ya tenemos no lo esperamos, lo disfrutamos, tercero que sea necesario, un capricho no lo esperamos, se nos antoja. Cuarto que sea posible lo imposible no lo esperamos, nos desespera. Quinto que sea difícil de conseguir, lo que está al alcance de nuestra mano no lo esperamos, lo codiciamos. Naturalmente según sea el contenido de lo que esperamos así será la calidad humana de nuestra esperanza, por supuesto En opinión de Eric Fron para esperar no basta tener anhelos y deseos De ser así quienes desean tener mas y mejores automóviles casas y artefactos del hogar serían individuos esperanzados. Para que a un anhelo le cuadre el nombre de esperanza debe tener como objeto una vida mas plena, el deseo de ser mas no de tener mas

Las personas esperanzadas son necesariamente inconformistas, con corazón inquieto diría San Agustín. Como anhelan una vida mas plena no pueden contentarse con la realidad actual ni con la suya propia ni con el mundo exterior. En realidad la esperanza de lo nuevo y la insatisfacción por lo viejo nacen juntas. Las personas esperanzadas son pacientes. Por eso la angustia, la ansiedad que hoy lo domina todo. La ansiedad es contraria a la virtud de la esperanza. Comprenden que los espárragos no crecen mas rápido porque tiremos de ellos hacia fuera o hacia arriba y saben dar importancia al tiempo necesario para que maduren sus proyectos. Nada mas lejos de la esperanza que ese, llame ya, lo quiero ahora, ahora, ahora mismo de los impacientes posmodernistas que parecen dominarlo todo

Parece un sueño con los ojos abiertos. Alguien dijo que la esperanza es el sueño de una persona despierta. Un ejemplo famoso de sueño son los ojos abiertos en el discurso pronunciado por Martín Luther King con ocasión de la marcha a Washington por los derechos cívicos. El discurso que se titulaba precisamente “tengo un sueño” decía así “Sueño en que llegará el día en que los hombres se elevarán por encima de si mismos y comprenderán que están hechos para vivir juntos en hermandad. Sueño en que llegará el día en que todos los negros de este país, todas las personas de color del mundo serán juzgados por el contenido de su personalidad y no por el color de su piel. Todavía sueño hoy que llegará el día en que las industrias paradas serán puestas en marcha y servirán para llenar los estómagos vacíos de Missisipi y que la hermandad será algo mas que unas palabras colocadas al final de un sermón

 Que en las agendas de todos los seres humanos, de negocios, se encontrará escrita la palabra hermandad. Todavía sueño, como hoy que llegará el día en que la justicia fluya libre como el agua y la honradez como un torrente poderoso. Todavía sueño hoy en que al frente de todos los ministerios y de todas las municipalidades serán elegidos hombres y mujeres que obrarán con justicia y misericordia siguiendo los pasos de su Dios en quien dicen creer. Todavía sueño hoy que la guerra se acabará que los hombres cambiarán la espada por el arado, la lanza por la podadera, que las naciones no volverán a levantarse unas contra otras ni forjarán nuevos planes de guerra” 

Que bueno ¿no? Porque esto me da pie para preguntarte a vos que me estás escuchando en cualquier punto del país, que estas trabajando, que estás quizás viajando que estas levantándote que me digas en este día en que estamos tocando el tema de la esperanza con mayúscula y subrayado ¿Cuál es el sueño que puso Dios en tu corazón? Cual es esa esperanza, ese motor que te mueve a diario, en lo cotidiano en tu familia, en tu trabajo, en tu apostolado. “La esperanza dice Dios, si que me sorprende. Me sorprende mas a Mi mismo que estos pobres hijos vean como marchan hoy las cosas y crean que mañana irá todo mejor. Esto si que es sorprendente y es con mucho la mayor maravilla de nuestra gracia”. Esto pone en boca del Padre Dios el escritor Charles Pegui  Dios se sorprende que a pesar de todo y con todo sus hijos e hijas, nosotros seres pequeños, frágiles sigamos esperando en el futuro, a pesar de todo y con todo esa locura de los caminos del mundo

Hay o no motivo para pensar que mañana todo irá mejor? Otro escritor preguntaba, ¿puede quedar defraudada la esperanza? Y respondía, si  y para honra suya porque sino pudiera quedar defraudada no sería esperanza. Que hermoso, si ya se que San Pablo dice la esperanza en el Señor no quedará nunca defraudada por supuesto esa no pero hay otras esperanzas que van camino hacia El que a veces quedan defraudada. Desde el punto de vista filosófico la respuesta es impecable. Sin embargo para el cristiano la respuesta es un poco distinta. Pueden quedar defraudadas las expectativas, las esperanzas pero no la esperanza porque Dios está con nosotros. La gran originalidad de la biblia consiste por tanto en dar testimonio no ya de la esperanza humana  con sus deseos y proyectos, por muy altos que sean sino fundamentalmente de la esperanza de Dios para nosotros. Al abrir la biblia nos sorprende encontrar continuamente seres humanos concretos enfrentados a un Dios que espera algo en ellos, para ellos, con ellos y a veces contra ellos.

 Y siempre me gustaron especialmente aquellos versos de Isaías que leí al principio 40-30-31 Un hermoso canto que solemos cantar a veces los grupos de oración o en las convivencias que hablan de desplegar nuestros brazos de esperanza como las águilas despliegan sus alas. Cuando los israelitas vivían resignados en Egipto Dios los invitó a soñar prometiéndoles una tierra que mana leche y miel Éxodo 3-8. Mas tarde les hizo soñar con un tiempo en que revivirán tus muertos, revivirán tus cadáveres y despertarán jubilosos los que habitan en el polvo Is. 26-19 Hasta el presente es el cristianismo el que ha tomado mas en serio al hombre soñador, contrariamente a lo que muchos piensan. Recordemos aquello de San Pablo “Nosotros anunciamos lo que nadie vio ni oyó, ni siquiera pudo pensar aquello que Dios preparó para los que le aman” 1° Corintios 2-9

Muchas de las esperanzas que impulsaron a las generaciones que nos precedieron ya se han hecho realidad y otras se irán haciendo. El cristiano sabe que Dios está detrás de todo ello aunque muchos no lo sepan. La verdad es que en algunos momentos la situación aparece tan oscura, tan negra que como estudio el filósofo francés existencialista Gabriel Marcel la esperanza no es posible sino en un mundo en el que hay lugar para el milagro. Por eso decía este filósofo y antes ya lo había dicho San Agustín que la zona de la esperanza es también la de la plegaria No hay esperanza sino se alimenta a diario con la oración, una oración confiada,
Convencida, una oración de apertura, de docilidad. No hay esperanza sino se alimenta, como esas viejas máquinas de tren, esas negras que tiraban humo y que eran alimentadas con carbón así tenemos que alimentar nuestra esperanza cotidiana en la oración, en el encuentro personal con quien es la esperanza, con Jesucristo, el Señor, con su palabra en la comunidad en los sacramentos. Ahí está la fuente, el vigor de la esperanza. Viajando mil km ayer, tuve que parar varias veces a cargar combustible. Pensaba, si no existieran estas estaciones mi auto no andaría sin combustible. Tampoco mi esperanza anda, funciona si falta el combustible diario de la gracia en mi por la oración por ese encuentro en que el Amor se derrama en mi y yo me dejo derramar por el Amor. Esa esperanza se mantiene viva a pesar de todo y con todo porque El está en mi, su palabra no cambia, su promesa no cambia El es fiel, su Amor es incondicional, su Amor es gratuito.

 Por eso El ha puesto en mi esta inquietud, por eso tengo este anhelo, por eso tengo este deseo, por eso tengo esta esperanza, este corazón inquieto, este anhelo de infinito, esta sed de cielo, este deseo de vida eterna porque El la ha puesto en mi sin lugar a dudas. El ser humano descubre en si mismo un anhelo de esperanza pero tenemos que educar a diario en la esperanza, en la casa, en nuestras catequesis, en nuestras comunidades. Tenemos que educar en la esperanza con mayúscula y subrayado en nuestros colegios católicos, en los medios de comunicación educar en la autentica esperanza, no en la evasión, no en la alienación no en el escapismo como lo hacen muchos medios masivos, masificantes y alienantes de comunicación hoy día que le hacen el caldo gordo a la política evasionista, escapista y alienante. Por eso que hermoso es descubrir la esperanza.

 Hubo alguien que fue un maestro, un hombre que por allí en algún momento se dijo que era no creyente, que era de izquierda lo cierto que ahora redescubriendo su obra, sus letras, sus poemas descubrimos la hondura religiosa de este hombre, de este trovador que anduvo por los caminos del mundo llevando una identidad profunda sin jamás codearse con el cholulismo con lo frívolo, con lo superficial. Ciertamente lleno de fragilidad, lleno de limitación pero que nos dejó por ejemplo, ese hermoso poema de esta imagen tan hermosa del aromo, una esperanza basada en el misterio pascual, en la pasión, muerte y resurrección de Jesús. En nuestra propia muerte y resurrección, en la tuya y en la mía. Fijate lo que dice este escrito, de Yupanqui que firmó con un seudónimo como acostumbraba en muchos casos El aromo, ¿sabes lo que es el aromo? Es una plantita, un árbol que tiene hermosas flores amarillas y algunos aromitos hasta florecen 3 y 4 veces al año. Escuchá lo que dice esto escucha bien y mira si no es tu vida y la mía, como discípulos de Cristo Jesús
Hay un aromo nacido en la grieta de una piedra
Parece que la rompió pa salir de dentro de ella
Está en un alto pelado, no tiene ni un yuyo cerca
Viendolo solo y florido tuto el monte lo envidea
Lo miran a la distancia árboles y enredaderas
Diciéndose con rencor, pa uno solo tanta tierra
Dicen los que miran de afuera, los que envidean
En oro le ofrece al sol pagar la luz que le presta
Y como tiene de más, puñao por el suelo siembra
Salud, plata y alegría tuito al aromo le suebra
Asegún ven los demás desde el lugar que lo observan
Pero hay que dir y fijarse como lo estruja la tierra
Decir que es un martirio la vida que le envidean
En ese rajón el árbol nació pa su mala estrella
Y en vez de morirse triste se hace flores en sus penas
Como no tiene reparos todos los vientos le pegan
Las heladas lo castigan, el agua pasa y no se queda
Ansina vive el aromo sin que ninguno lo sepa
Con su poquito de orgullo porque es justo que lo tenga
Pero con alma tan linda que no le brota una queja
Que no teniendo alegrías, se hace flores de sus penas
Eso abrían de envidiarle los otros si lo supieran
Que no teniendo alegrías, se hace flores de sus penas

Como no cantarle a la esperanza a partir de este Dios que no defrauda en este Dios mismo que se abaja, se anonada, muere para resucitar y darnos vida. Como no esperar en El con El, como El.. Hay un texto que me llega muchísimo y que es del concilio Vaticano II dice “Los gozos y las esperanzas las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo sobre todo de los pobres y de cuantos sufren son a la vez gozos y esperanzas tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón” Esto dice el concilio en la constitución gozo y esperanza en el cap. 1 Por eso uno puede hablar como de tres tipos de esperanza La esperanza de las llamadas religiones tradicionales, una esperanza del mas allá sin importar el más acá. La esperanza de gran parte de la ciencia y de las ideologías en general. Una esperanza en el mas acá sin importar el mas allá. Y por in una esperanza auténticamente cristiana y Cristocentrica una esperanza en el mas allá que arranca en el mas acá, en el aquí y ahora.

 La falta de esperanza puede manifestarse de dos formas, como desesperación porque el que desespera no espera, o como desesperanza semánticamente ambas palabras son idénticas pero el uso les ha dado significados distintos. La desesperación es el resultado de una situación que parece no tener salida y produce agresividad, bien sea hacia uno mismo que en ocasiones incluso llega al suicidio, bien sea hacia los demás. A la desesperanza se llega en cambio por una acumulación de desilusiones y se traduce en una aceptación resignada de la situación. Puede conducir a la depresión pero también puede mostrar el rostro de la renuncia sonriente como aquella vieja canción bonjour tristeza o a la novela del mismo nombre que representa un poco una línea de ese estilo. Esa fue la opción también de Sartre el existencialista ateo francés el que llegó prácticamente con su pensamiento al Mayo francés allá por el 1868, trágico. La desesperanza, el vacío existencial, el sin sentido de la vida.

Ese clima desesperanzado hoy está también muy, muy presente incluso en los medios de comunicación que no tienen ideas ni creatividad, en la falta de filósofos, de pensadores profundos de poetas que hay en el mundo. Ese clima desesperanzado es muy grave. El ser humano no puede ni debe vivir sin esperanza, bien sea la esperanza menuda, pequeña o vitales, esperanzas a corto plazo como muchos o esperanza escatológica o sea con una visión mas amplia, mas profunda. Dante Alliguieri coloca en el infierno el siguiente mensaje “Dejen toda esperanza ustedes que entran aquí” Terrible ¿no? Y de hecho una vida sin esperanza es un anticipo del infierno es un infierno anticipado. Se es joven mientras se hacen proyectos para el futuro y se tienen ilusiones. Por eso la esperanza es el elixir de la eterna juventud. Ya lo dijo el famoso novelista Tomás Kang “El tiempo que se pasa esperando no envejece en cambio cuando desaparece la esperanza el ser humano se marchita, se reseca y muere aunque tenga 20 años. La imagen empleada por el profeta Ezequiel para describir el estado de ánimo de los israelitas en el exilio no puede ser mas expresiva ni mas actual

“Se han secado nuestros huesos se ha desvanecido nuestra esperanza todo se ha acabado para nosotros” La persona esperanzada por el contrario, es una persona alegre, no frívolamente alegre. Por mala que sea su situación, la encontramos serena porque vive en vísperas del gozo. Los que esperan son las personas mas fuertes de la tierra. La esperanza es una fuente tan poderosa de vitalidad que si un enfermo no espera ya nada se deja morir. Cuando Don Quijote perdió la ilusión decía “yo ya no soy don Quijote de la Mancha sino Alonso Quijano” Sancho sabiendo que sin ilusión no se puede vivir intentó animarlo. “Que tonterías dice mi señor como no va a ser don Quijote, vamos, ánimo que la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir sin mas ni mas, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben mas que las de la melancolía”.

Así son las cosas. El que espera llegar a la meta, camina y al que le desaparece la meta, el objetivo, el porqué el para que, el sentido de la vida, la esperanza, le quiebra las piernas. Ocurre lo mismo a nivel colectivo. Fue la energía inmensa de la esperanza la que sacó a la humanidad de las cavernas, de la postración de la segunda guerra mundial del holocausto, de Hiroshima, de Nagasaki  Fue la energía inmensa de la esperanza la que puso al hombre en marcha por los caminos de la historia y lo empuja hacia un destino siempre mejor. Cuando una sociedad pierde la esperanza carece de futuro porque languidece su vitalidad y se paralizan sus iniciativas. Quizás es eso lo que nos pasa en este momento, lo que pasa en nuestra patria, lo que pasa en gran parte de occidente, lo que pasa en el mundo. Si el presente es un tiempo de crisis es también un tiempo de gracia para mi y para vos. Cada día estrenado en la esperanza va configurando desde hoy un rosario de semillas de futuro como anticipo histórico de un final feliz en que todo ha de terminar bien

Porque la esperanza es un tesoro hecho de tesoros todavía escondidos. La resurrección de Cristo y la certeza en la fe de su triunfo al final de los tiempos actualiza nuestra esperanza y nos va alegrando y rejuveneciendo espiritualmente. Por el contrario, la decrepitud espiritual se va adueñando de nosotros cada vez que entristecidos, volvemos al mañana nuestra espalda. La juventud de una persona mas que por los años se mide por el factor esperanza, la capacidad de esperar contra toda esperanza. Por eso tendremos que esforzarnos por mantener una esperanza activa para que con metros y metros de esperanza podamos fabricar millones de banderas de
gracia de bendición que cubran esta bendita patria Argentina, con ese manto celeste y blanco de la Virgen de Lujan  El otro día un amigo de Buenos Aires me regaló un libro recién publicado cuyo autor es Bartolomé Devedia sobre la vida y testimonio del siervo de Dios la vida del cardenal Eduardo Pironio. Se llama “La esperanza como camino”  Es un lindo libro que presenta con fotos y con textos la vida de este cardenal que está en proceso de ser canonizado Fue obispo de Mar del Plata, fue obispo auxiliar de La Plata fue presidente del Celam, fue cardenal de la iglesia fue prefecto de la sagrada congregación de religiosos primeros y luego fue el presidente del consejo de laicos. Fue el artífice de las jornadas de la juventud. Este hombre que nos habla de la esperanza, cuando yo era seminarista leía su libro “Testigos de la esperanza” Dice cuando era obispo auxiliar “si tuviera que dejar hoy un mensaje sería el de la fidelidad de Dios, Dios es fiel y yo me siento feliz de dar al mundo mi alegría de ser sacerdote. Invito a todos a creer que Dios es Amor, a ser cotidianamente felices a esperar contra toda esperanza” nos decía Eduardo Pironio por el cual estamos orando pidiendo que el Señor lo eleve a los altares para que sea también un testigo para toda nuestra América a la que tanto amó. Esa América Latina que tanto amó.

Por eso tenemos una oración de este hombre del cual un día voy a dedicar un programa a él durante este año sacerdotal. Simplemente hoy quería decir que era uno de 19 hermanos de una familia italiana La oración dice “Oh Dios Padre Nuestro que has llamado a tu siervo Eduardo Francisco Pironio a seguir a tu iglesia como sacerdote y obispo confortado por la materna solicitud de la Virgen María y lo has hecho alegre anunciador de la esperanza y de la cruz, concédenos que siguiendo su ejemplo podamos proclamar y testimoniar nuestra fe con un corazón misericordioso y acogedor. Por su intersección danos la gracia que confiadamente te pedimos” y hoy muy especialmente unidos a él que está allí descansando en la Basílica de Lujan él que era tan devoto de María ponemos muy especialmente a través de él a Jesús nuestra patria Argentina en esta víspera de este acto eleccionario para que tengamos todos luz, discernimiento, reflexión y coraje cívico para votar en conciencia, para que podamos celebrar la vida a pesar de todo y con todo porque la vida merece la pena ser celebrada porque es regalo de Dios, porque es don de Dios. Y por eso esta hermosa canción que compuso Axel, que en esta letra simple y sencilla habla de una profundidad en él al menos trascendente  Nos dice “Celebra la vida”

Gracias antes que nada Señor por todo lo que nos das, gracias Señor por estos días que son desnublados también dentro de mí, por las tardes tranquilas y las noches oscuras, gracias por la salud y por la enfermedad, por las penas y las alegrías. Gracias por todo lo que me prestaste y luego me pediste, por la sonrisa amable y por la mano amiga. Gracias por el amor, por todo lo hermoso y por todo lo dulce, por las flores y las estrellas, por los niños, los ancianos. Gracias por la soledad, el trabajo, por las dificultades y las lágrimas por todo lo que me acerca a vos. Gracias por conversar con vos y darme techo y sustento. Dame Señor lo que vos quieras darme, solo te pido fe para mirarte en todo, esperanza para no desfallecer y caridad para amarte cada día mas y para hacerte amar entre los que me rodean. Dame paciencia y humildad, lo que sabes que me conviene y yo no se pedir. Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente atenta y que me halle siempre dispuesto a hacer tu santa voluntad. Derrama Señor tu gracia sobre todos los que amo sobre todos los oyentes sus intenciones y sus anhelos de esperanza sobre toda nuestra patria y concede tu paz al mundo entero Y que por intercesión de María Reina de la Paz nos bendiga el buen Dios Todopoderoso nos sane, salve y libere el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo  Amen

                                                                             Padre Rubén Francisco Bellante