06/02/2017 – La liturgia en estos días nos presentó la muerte de Juan el Bautista (Mt 14), absurda y grotesca, en manos de los servidores de Herodes por pedido de la hija de Herodías.
El P. Mamerto Menapace, nos acerca la figura de Juan el Bautista, en medio de los excesos de Herodes: poder, bebida, deseos de agraciar a sus invitados.
“Había nacido de la esperanza de dos padres ancianos, del anuncio del ángel, un hombre recio, entero y valiente que supo ser fiel a Dios hasta el final: “Cuando el lucero a abierto camino a la luz del sol, desaparece para que brille la plenitud del día”.
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