10/03/2017 – El escritor José María Pemán describió esta situación mientras intentaba volver a la “Casa”.
“Señor, que tu me das todo y una cosa me pides. Y yo Señor que veo que me das tantas cosas me pides tan poco, te digo sin embargo que no puedo. Pero ten compasión, aún es temprano, ¿acaso aún habrá tiempo?. Y me dirá el Señor “Años y años esperándote llevo. Una y otra vez en esta espera, granó la espiga y floreció el almendro, y una vez y otra vez, por si venías, me asomé en las tardes al sendero. Y sin embargo seguiré esperando, y todavía mientras que te espero, cuidaré que haya estrellas en tus noches y luz en tus auroras y flores en tu huerto”.
“Señor, que tu me das todo y una cosa me pides. Y yo Señor que veo que me das tantas cosas me pides tan poco, te digo sin embargo que no puedo. Pero ten compasión, aún es temprano, ¿acaso aún habrá tiempo?.
Y me dirá el Señor “Años y años esperándote llevo. Una y otra vez en esta espera, granó la espiga y floreció el almendro, y una vez y otra vez, por si venías, me asomé en las tardes al sendero. Y sin embargo seguiré esperando, y todavía mientras que te espero, cuidaré que haya estrellas en tus noches y luz en tus auroras y flores en tu huerto”.