02/05/2017 – En diálogo con Radio María Argentina, Ma. Eugenia Lopolito miembro de la comunidad de Sant´Egidio en la Argentina, nos presenta el testimonio de dos jóvenes integrantes de la comunidad en el mundo, mártires y testigos de la fe que demuestran como la fuerza del amor vence la muerte y la violencia.
“No son súper héroes, sino hombres y mujeres movidos por la palabra de Dios”, afirmó Eugenia presentando el testimonio de Floribert Bwana Chui bin Kositi, joven congolés de la ciudad de Goma y mártir de la corrupción; y William Quijano, hermano de la Comunidad de Sant’Egidio de San Salvador, asesinado por las maras el 28 de septiembre de 2009, por su trabajo con los niños en las Escuelas de la Paz. En cuanto a Floribert, la referente argentina agregó: “ Abogado de profesión y parte de la comunidad, un joven que no se dejó vencer por la tentación de ir en búsqueda de un porvenir en Europa, y quiso estar en su Congo para ayudar desde dentro a pacificar a su país”.
Muere asesinado un 9 de julio de 2007 a los 26 años, por no ceder a la corrupción; y frenar que grandes cantidades de alimentos en mal estado pudieran llegar al mercado de la ciudad y afectar a la población: “En la vida de nuestra comunidad, la vida de Floribert es esta semilla que nos duele, un hermano que desparrama el amor por el mundo, pero una semilla en la que encontramos los frutos de la esperanza, un hermano mayor que nos precede. Frente a un mundo que cree que el dinero es todo y que la ambición es la última palabra, este joven congoleño nos muestra otra manera de vivir, otra posibilidad”, finalizó Eugenia presentando uno de los testimonios.
William Quijano, joven de San Salvador, un país herido por la guerra civil que toma la herencia de la predicación y la vida de Monseñor Romero como signo de esperanza, fue el segundo testigo que nos acercó la comunidad de Sant Egidio.
“El gigante del amor” como así lo definió Eugenia, vivió en un barrio humilde, sostén económico de su familia y joven comprometido con el trabajo juvenil en las comunidades de Sant Egidio de Centroamerica.: “Frente a las realidad de las maras, de las adicciones y del sinsentido, él llamó a los jóvenes al camino de paz. Su vida fue un testimonio de entrega para que menguara la acción de las maras; fue aquel que antepuso la vida de los demás antes de la propia, un verdadero testigo del amor.”, reconoció Eugenia.
Muere a los 21 años, un 28 de septiembre del 2009, de disparos a quema ropa llegando a su casa. “Él es esa semilla que cae en tierra y florece, no hace falta vivir mucho para entender el sentido de la vida. William es testimonio de aquel que no mide en amor”, finalizó Eugenia invitándonos a reconocer la fuerza del evangelio en el camino de santidad de estos jóvenes .
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