20/07/2018 En la mañana del viernes la Lic. Ángela Zanutti nos invitó a reconocer aquellas voces limitantes que, cual telaraña de pensamiento, obstaculizan nuestro crecimiento y nos desconectan de la experiencia vital del amor.
“Las voces de nuestra mente nos dejan atrapados en un laberinto mental. Nos desconectamos del fondo, los mandatos hacen que perdamos contacto con esa fuente natural para ganar aceptación y seguridad”, expresó Ángela dando cuenta de la tensión que vive la persona cuando no logra salir de esa encrucijada consencuencia de modos heredados y que consideramos muchas veces como verdad absoluta y desde la cual nos manejamos.
“El riesgo de esto, es quedarnos atrapados en nuestros propios juegos mentales”, a lo que agregó “para tapar la inseguridad y la angustia con la que no queremos entrar en contacto, recurrimos a los personajes, montajes o relatos que buscan cubrirlas. Estos personajes pasan de la prepotencia al victimismo, para no dejar lugar a la angustia que hay debajo, se produce una desconexión”
No debemos dormirnos en estas estructuras heredadas, “hay que estar despiertos y sentir el latido profundo de fuerza vital que es nuestra existencia. No nos dañan las emociones, daña el no tener permiso para vivirlas, para que hagan su ciclo natural y poder así liberarlas”.
A lo anterior la propuesta de la licenciada nos propone un camino: “Aceptar el, tu sentir, reconocerlo, ponerle corazón a la vida, darle lugar. Dejar de estar en lucha para sentirnos pequeños, vulnerables, incorporar el relato de nuestras emociones. Integrar corazón y mente”.
La vida misma tiene todas las herramientas, esto como verdad que implica una invitación para encontrarla según indicó Ángela: “Hacer silencio, incorporar esta dimensión de silencio en nuestra vida; hay que aceptar tanto los pensamientos como los sentimientos; mirarlos y verlos, volver a casa. Respirar para conectar, es un buen cable a tierra”.
Para cerrar la licenciada afirmó: “Todo aquello que no integramos, esas partes de nosotros que no amamos se vuelven limitaciones. La vida busca la vida, hay que despertar a la conciencia de que no somos esos programas de nuestra mente, ese parloteo, somos mucho más”.
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