15/08/2018 – Bella oración a María, nacida de un corazón de hijo:
“Madre:
En primavera te llevé siempre promesas y en otoño te traje desengaños;
pero tuve para tu altar siempre un recuerdo cual corresponde a un hijo.
Me he vuelto espectador de mi existencia y ahora muchas cosas se me impiden,
mas puedo repetirte avemarías mientras cumplo los últimos encargos
y doy remate a los proyectos que sobre mí se han hecho.
Pero si aun me conceden otro Adviento, haré en mi corazón un nacimiento;
y si una Cuaresma aún me conceden, no habré de protestar ante la cruz inevitable;
y si la Pascua nueva me otorgaran, será un timbre florido el año entero.
En todo caso, mi Señora, en primavera y en otoño traeré flores
y avemarías, ensartadas en mi viejo rosario.”
Antonio Alonso