Maestros y guías de la vida espiritual

lunes, 15 de febrero de 2010
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Cristian Romano: Nos acompaña el padre Alejandro Nicola , quien es párroco de la parroquia Cristo Redentor, es bachiller en teología por la universidad Católica Argentina, Magister licenciado en teología con mención en patrística  por la Pontificia Universidad Católica de Chile
Padre .¿Quiénes son los padres de la iglesia y cual es su importancia para nosotros? .

Padre Alejandro: Son aquellos hombres que con su testimonio y con su pensamiento han logrado hacer una lectura de la palabra de Dios adecuándola a la realidad que le tocó vivir sentando las bases de lo que la iglesia es hoy.  Ellos dieron a luz la vida de la iglesia, la teología, una manera concreta de vivir eclesialmente.

C.R.: En este tiempo de adviento que nos invita a la reflexión nos quedemos con un solo ámbito de la conversión, solamente en pensar y reflexionar, quedándonos en lo teórico y el compromiso concreto con el hermano, queda para más adelante.

P.A.: Por eso San Juan Crisóstomo con su testimonio, prédica, hablar y obrar  fue delineado el origen del compromiso social de los cristianos en medio de su pueblo.
Crisóstomo en griego significa boca de oro, por la fuerza y el fuego de su predicación

C.R.: Vamos dejar planteada la consigna a través de algunas pregunta.
¿Dios quiero que yo sea pobre? ¿ es malo ser rico?
 San Juan Crisóstomo vivía en una época concreta, podrías contextualizar en que época  estamos ubicados a nivel histórico, político y social.

P.A.: No tenemos que trasladar al siglo cuarto de la era cristiana en el cercano oriente, zona del Asia Menor lo que es la actual Turquía, particularmente en la zona de Constantinopla, capital del imperio romano en oriente. Hoy Constantinopla es Estambul la capital de Turquía.
En la zona sur frente al mar Mediterráneo se encuentra otra ciudad importante, Antioquía.  Aquí estuvo Pablo, también San Ignacio , una ciudad bastante grande , aquí  tuvo lugar la escuela de antioquena que junto con la escuela de Alejandría , son las principales escuelas filosóficas y teológicas de la época.
Nos vamos a situar en Antioquía en el año 349  Este año nace San Juan Crisóstomo quien vive un tiempo en Antioquía y después se traslada como obispo a Constantinopla
Esta es una época de los grandes padres de la iglesia de oriente, y vienen de grandes familias cristianas y han recibido una formación clásica en filosofía y en retórica, aunque han postergado su bautismo para cuando sean más jóvenes. San Juan Crisóstomo se va a bautizar a los 18 años. El recibe una fuerte enseñanza griega y comienza a brillar desde sus comienzos. Sus maestros le tenían gran aprecio y admiración  por la elocuencia en su manera de expresarse,  hablar y su oratoria . Otra de las características es que Constantinopla va a ser el centro y va a mantener la cultura por más de diez siglos. El imperio romano de occidente  va a caer el 476, en cambio el imperio romano de oriente va a durar hasta 1453. Se hace fuerte la centralidad del poder y la corte imperial va a residir ahí.
Constantinopla es una gran ciudad cosmopolita de unos 200.000 habitantes aproximadamente, donde residía el poder imperial, la corte, allí estaba el palacio del emperador. Una ciudad con suburbios, comercios y la pobreza también crecía en los alrededores.

C.R.: Ese sería en contexto donde se va a mover San Juan Crisóstomo ¿como ha sido la vida de San Juan Crisóstomo?

P.A.: San Juan Crisóstomo  comienza con algo que le transmite su madre, un gran deseo de vivir el cristianismo y de seguir a Jesús, por eso el se va a las montañas a leer la biblia y los evangelios y nutrirse de Jesucristo. Está un tiempo como monje, después es ordenado diácono y durante su diaconado ejerce una labor caritativa durante 5 años dedicándose a los pobre y más necesitados. Luego es ordenado sacerdote. A partir de aquí comienza un periodo de gran predicación. La gente llena las iglesias y comienza a traer a gente de otros lados debido a la fama y la belleza de su predicación sobre todo por el contenido. Llegaba profundamente al corazón de las personas. De allí lo de ‘boca de oro’ ya que no solo había  elocuencia sino que llegaba al corazón y  transmitía la verdad despertando en la gente el  deseo de imitar lo que el estaba transmitiendo.

C.R.: En el hoy, ¿existe elocuencia? Hay  muchas palabras que no transmiten sabiduría

P.A.: Uno puede recurrir al uso de palabras bonitas pero la hora de la verdad no transmiten nada. En San Juan Crisóstomo  se combina la belleza de la expresión, el estilo con la verdad , el resultado es dinamizador para el oyente.

C.R.: esta rectitud en proclamar ha hecho que  San Juan Crisóstomo se gane muchos enemigos.

P.A.: Al ser elegido obispo de Constantinopla ocupaba el máximo lugar, era el patriarca de muchos obispados. Estando en Constantinopla era el que le tenía que predicar al emperador. El emperador era cristiano y tenía que ir a misa. San Juan Crisóstomo está en la capital del imperio donde se digita el destino de una nación. 

C.R.: muchos dicen que mueren de la forma en que han vivido. Como ha terminado San Juan Crisóstomo?

P.A.: San Juan Crisóstomo como obispo señala los excesos de corte imperial, el lujo, el despilfarro. Por ese motivo se lo exilia tres veces fuera de Constantinopla,  aunque fue y vino por pedido de la gente. Pero termina en el exilio. Lo último es que lo mandan a que camine y camine, de hecho muere caminando con un amor, entregado a defender la verdad, con la convicción de que el evangelio tocara todos los sectores de la vida y de la gente de su pueblo. Desde el emperador hasta el último artesano.

C.R.: ¿Eso puede ser verdad hoy, padre?

P.A.: Deberíamos descubrir si el evangelio nos compromete como lo comprometió de corazón a San Juan Crisóstomo

C.R.:Es un  ejemplo que nos está interpelando

P.A.: San Juan Crisóstomo fue un hombre que vivió el evangelio hasta las máximas consecuencias. Hasta fue destituido de su labor como pastor, por defender una verdad, siendo coherente. El predicaba en la basílica de Santa Sofía, en la actualidad es una mezquita mozárabe, es inmensa  y San Juan Crisóstomo llenaba, aproximadamente cien mil personas escuchaban las homilías las cuales no eran para nada cortas, pero el se preocupaba desde el que pedía moneditas en la puerta hasta el que estaba en el primer banco con joyas y coronas. Por eso el evangelio de Jesús es para todos 

C.R.: San Juan Crisóstomo siempre denunció este contraste entre  el despilfarro extravagante del los ricos y la indigencia de los pobres, pero para poder tener este conocimiento el entró en la realidad de su pueblo, ha tenido el oído de su pueblo y un oído en el evangelio ¿Cómo hace para conocer esta realidad?

P.A.: San Juan Crisóstomo conoce el corazón y la circunstancia en la que vive cada una de las personas  a las cuales debe pastorear. Conoce los matrimonios, las viudas,  sus sacerdotes, las vírgenes, los artesanos, la corte, es un hombre que se mueve por todas partes de alma noble y grande,  que va mirando, escuchando, por eso antes de señalar cualquier exceso el primero se dedica a contemplar cada una de las realidades que le toca vivir a su gente. Por eso la figura del obispo y pastor es de un gran hombre que atiende a la dimensión de la dignidad  integral de la persona. San Juan Crisóstomo tiene uno de los primeros tratados sobre el matrimonio y las familias.
Pensemos que estamos hablando del siglo IV, ya hacía una advertencia sobre esta cuestión, lo que muestra que San Juan Crisóstomo era una persona que caminaba las calles de su pueblo, miraba las familias. También va viendo los excesos que tiene el clero de su época, el apego al dinero a los bienes, las riquezas. Frente a esto, plantea una reforma dentro de la iglesia. Hace falta mayor austeridad y dedicación, pero con la colaboración de los laicos .
Pensaba en la necesidad de vivir en comunión, entre todos ser responsables, no solamente el cura el que todo lo sabe sino que entre todos ser responsables de la tarea de evangelizar .

C.R.: camino a la navidad compartimos la vianda con el padre Américo Aguirre , Dios que camina hacia nosotros para encontrarnos.

Padre Américo Aguirre: Dios camina hacia nosotros, ya San Juan decía vino a los suyos y no lo hemos recibido. En esa venida Dios tomó la iniciativa antes que nosotros lo mereciéramos, EL pensaba en nosotros. No desperdiciemos este momento. Para ello como decíamos en la  primera meditación, debemos estar atentos y vigilantes. Este Dios es desconcertante, en cualquier momento aparece y hay que descubrirlo. Para entender a Dios tenemos que familiarizarnos con EL, de manera de saber  cuando nos está probando cuando nos hace gustar todo lo que nos va regalando y muchas veces no lo descubrimos. En la meditación nos damos cuenta que Dios se ha encontrado muchas veces con nosotros.
Cuando Juan el bautista  estaba anunciando la llegada , de ese encuentro,  insistía en la en algo importante , la conversión. Ese Dios cuando se encuentra con nosotros ese Dios tiene que hacer un cambio profundo. A Juan el  bautista le preguntaban ¿Qué debemos hacer? , pregunta que nos deberíamos hacer también nosotros. El encuentro con Dios debe darnos signos concretos de que El está en nosotros.
La llegada de Dios al mundo habla de ese cambio profundo  y transformación, lo cual nos lleva a hacer. Muchas veces falta el compromiso entre los cristianos, hablamos y hablamos y no hacemos.  En el hacer en primer lugar tenemos que cambiar el corazón, recordemos que uno de los manjares que ya hablamos,  era la reconciliación  de manera que nos encontremos con ese Dios que viene a transformarnos, a sacarnos de nuestra indiferencia, a interesarnos por el hermano, a ponernos ardor frente a nuestra tibieza y sobre todo a que tratemos de encontrarnos con Él , Él ya tomó la iniciativa.
Todo lo que Dios toca transforma.

C.R.: San Juan Crisóstomo tenía la valentía de pararse frente al poder imperial y con mucho respeto y humildad hacer una crítica a este lujo excesivo del cual se rodeaban

P.A.: En una de las homilías le habla a la emperatriz.: consideras sino  junto a cuantos vientres vacíos pasas  con esa figura , junto a cuantos cuerpos desnudos con esa pompa satánica , cuanto mejor fuera alimentar  esas almas hambrientas que no horadar los lóbulos de las orejas y colgar de allí , vana y neciamente, el sustento de miles de pobres. ¿es acaso para ti ser rica? ¿es una alabanza ir cargada de oro? Aún cuando todo eso que llevas puesto fuera fruto de tu justo trabajo tu culpa sería muy grande, mas  eso se añade que procede de la injusticia considera a que extremo llegará
¿Cómo podrás así ataviada besar y abrazar los pies de Cristo? Él rechaza esos adornos por eso quiso nacer en la casa de un  artesano o mejor decir, ni siquiera en la casa, en un establo, en un pesebre. ¿Como pues podrás verle sino tienes la belleza que el ama ni te adornas con el ornato que le es agradable sino con el que le es aborrecible? Porque quien a Cristo se acerca no tiene que engalanarse con tales vestidos sino con la vestidura de la virtud.
Es un texto  de 1600 años,  para pensar en nuestra realidad. San Juan Crisóstomo de cara a la emperatriz le señala esta incoherencia

C.R.: San Juan Crisóstomo no trata de enfrentar a pobres y ricos.

P.A.: El señala la inequidad y el mal uso de los bienes. El no está en contra de los ricos , él lo dice y también le llama la atención a los pobres, no es malo ser rico, no es malo ser pobres, es malo cuando no se comparte . Una de las claves es la comunicación de los bienes. Uno puede ser pobre y muy egoísta y no colaborar con nada. No hay que entrar en bandos sino buscar un equilibrio en la sociedad. 

C.R.: Podríamos ir dando alguna respuesta. Cuando hablamos de ricos hacemos referencia a los que  tienen grandes cantidades materiales pero también hablamos de actitud de lo que está en lo profundo del corazón, es decir como el hombre se va comportando en torno a lo que tiene-

P.A.: San Juan Crisóstomo señala que no es malo el vino sino la embriaguez, no es malo ser rico sino la avaricia, el uso desmedido de los bienes, el despilfarro..No está mal tener bienes. Hago mal cuando pongo mi seguridad en esos bienes, cuando me vanaglorio  y me lleno de orgullo, de soberbia como si eso me hiciera más importante  con respecto a los que menos tienen. Si tenemos bienes y riquezas, se humilde, sencillo y compartilo. 

C.R.: pensaba en el texto anterior ‘a quien a Cristo se acerca no tiene que engalanarse con vestidos ’ y me pregunto ¿nosotros queremos acercarnos a Cristo?

P.A.: San Juan Crisóstomo juega con esta imagen de los vestidos, el ornato, el oro, las joyas de la riqueza externa para contrastar con la riqueza interior. El verdadero vestido es la virtud y  la virtud es  el recto uso de los bienes, es la humildad, la sencillez. San Mateo dice en las bienaventuranzas, “bienaventurados los que tienen el corazón de pobres porque de ellos es el reino de los cielos”. No es la pobreza alabada como condición social sino a la capacidad de ser desprendido. Uno puede ser muy rico y tener mucho dinero y no tener miedo de sentar a su mesa a un pobre. Esa es la actitud y la virtud que alaba San Juan Crisóstomo. No es el rico el que está rodeado de muchas cosas sino el que no necesita de muchas, ni es pobre el que no posee nada sino el que desea muchas cosas. La riqueza es saber vivir con lo necesario, no desear de más, en cambio el pobre es el que quiere tener mucho más  ¿que señala Jesús en su evangelio? Que difícil será para los ricos entrar en el Reino de lo cielos, pero para Dios no hay nada imposible. Allí Jesús nos alienta,

C.R.: Hablamos sobre la pobreza espiritual y la riqueza espiritual.

P.A.: Hay una realidad de pobreza material que tiene que ver con miseria y con situaciones de indignidad. Hay una riqueza material que tiene que ver con la cantidad de bienes pero también hay una pobreza espiritual que tiene que ver con la actitud con la que se viven los bienes. Uno puede ser pobre materialmente y rico espiritualmente,  y puede ser rico materialmente y también rico espiritualmente  y vivir con una actitud de humildad y pobreza. No debemos pensar que los ricos por ser ricos son malos
San Juan Crisóstomo dice: si usas de la riqueza para practicar la beneficencia la riqueza a sido  para ti ocasión de un bien, mas si la empleas como instrumento de avaricia, de rapiña y de insolencia le has dado un uso contrario al anterior. Siquiera tampoco la riqueza tenga la culpa de ella sino el que usó de la riqueza para esa insolencia. Lo mismo cave decir de la pobreza, si generosamente la sobrellevas con asimiento de gracia al Señor, la pobreza se habrá convertido para ti en ocasión y motivo de gloria. Más si blasfemas por ella a tu Creador y maldices su providencia has hecho a su vez mal uso de la pobreza. Sin embargo como en el caso del rico no era la riqueza culpable de la avaricia, sino el que hizo mal uso de ella. Así aquí, no culpemos de la blasfemia a la pobreza sino el que no quiso llevarla con rectitud. En todos los casos la alabanza o vituperio, tiene por blanco nuestra intención y libre albedrío. Buena es la riqueza pero no en absoluto, sino aquella que está limpia de pecado. Mala por el contrario es la pobreza, pero tampoco en forma absoluta sino en la boca del impío porque se irrita y blasfema y se impacienta y maldice de quien lo ha creado.

No es la riqueza o la pobreza sino la actitud interior con que la enfrentamos

C.R.: otro punto es como San Juan Crisóstomo relaciona a Cristo en la Eucaristía y en el pobre.

P.A.: El va a señalar que Jesús está presente en el pobre.  Recordemos que en esa época se vivía una gran liturgia muy cuidada y muchos signos, con canto, adornos, lleno de efusividad.
Nosotros estamos adorando a Cristo, el está presente en la eucaristía , pero,  ¿qué pasa con la presencia de Cristo que está en el hermano?

C.R.: quiero compartir una homilía de San Juan Crisóstomo. ¿quieres honrar el cuerpo de Cristo ? No permitas que ande desnudo, no lo honres vistiéndolo aquí con ropa de seda mientras permites  que afuera se muera de frío y desnudez. Él que dijo, éste es mi cuerpo y con su palabra dio fundamento a nuestra práctica es el mismo que dijo, me viste hambriento y no me diste de comer y también lo que no has hecho con uno de estos pequeños tampoco me lo hiciste a mi. Este sacramento no necesita manteles limpios sino almas puras. En cambio el pobre requiere mucha dedicación, aprendamos entonces a pensar como corresponde y a honrar a Cristo como El quiere ser honrado, para quien recibe un honor, el honor más grato es el que Él quiere, no el que nosotros imaginamos. Pedro pensaba que honraba al Señor al no permitirle que no le lavara los pies, pero esto no era honor sino lo contrario. Tú hónralo con este mismo honor que el estableció por ley. Gasta tus  riquezas en los pobres porque Dios no tiene necesidad en vasos de oro sino de almas de oro. Cuando hablo de esta manera no estoy prohibiendo que se hagan éstas ofrendas sino que estoy exigiendo que después, incluso antes de hacerlas, se haga limosna. Dios acepta las ofrendas para el templo pero mucho más la limosna. En el primer caso se beneficia solamente el que las da, pero en el segundo es beneficiado también el que recibe , en la ofrenda puede suceder que la acción sea causa de ostentación, en la limosna todo es amor al hombre.
Recordemos lo que ha dicho el Papa Benedicto XVi en el discurso inaugural de la 5ta Conferencia Episcopal  latinoamericana:: la evangelización ha ido siempre unida a la promoción humana y a la auténtica liberación cristiana