“El misterio de la Navidad es un misterio de luz”, recordó Monseñor Miguel Ángel D´Anníbale

miércoles, 26 de diciembre de 2018
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26/12/2018 – “Para la liturgia romana el día de Navidad tiene cuatro posibilidades de misa: una se llama la misa vespertina, otra se llama misa de la noche, otra misa de la aurora, y por último misa del día”, comenzó explicando Monseñor D´Anníbale, obispo de San Martín y presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia.

En este sentido, agregó que “Es la única gran solemnidad anual que tiene la liturgia, que cuenta con cuatro formularios de misa. Habitualmente hay dos, lo que se llama la misa de la vigilia y la misa del día”, indicó. “En cambio -opuso- el misterio de la Navidad está celebrado de cuatro formas, con cuatro oraciones distintas y cuatro propuestas de lecturas distintas”.

Por otro lado, aclaró que “Para la liturgia no existe la misa de noche buena, es una forma popular de nombrarla pero en realidad, para ser más estricto, sería la misa de la noche”, explicó Monseñor Miguel Ángel.

En cuanto a las dudas sobre la temática utilizada en las lecturas de este tiempo litúrgico, dijo que “Todas las lecturas van acompañando todo el misterio de la encarnación del Hijo de Dios, que es un misterio tan hondo, y que la Iglesia lo ha propuesto de diversas maneras”.

“El misterio de la Navidad es un misterio de luz, es un misterio que ilumina el camino, de ahí la cantidad de luces que tenemos, incluso en los árboles de Navidad, porque fundamentalmente ha empezado así”.

“Y este misterio de luz está unido a la Pascua”. Y reforzó lo anunciado diciendo que “La Navidad está unida a la Pascua de Cristo, porque el que nace ya está resucitado, ya vive para siempre”.

En este contexto, resaltó la importancia de la Eucaristía: “La Eucaristía -formuló- siempre celebra la Pascua del Señor, a Jesús muerto y resucitado que se hace presente, entonces, también en la noche buena celebramos la Pascua del Señor, por más que besemos al Niño recién nacido, nunca nos olvidemos que nuestra fe celebra a un Cristo resucitado y vivo para siempre, del cual celebramos el misterio de su nacimiento”.

“Pero el misterio siempre es completo -reforzó- es total, aún al besar al Niño que nace, besamos a un Cristo que vive y que es luz para todos nosotros”.

“Nosotros no hacemos teatro o mímica de lo que pasó, nosotros celebramos siempre a un Cristo vivo”, indicó Monseñor Miguel Ángel D´Anníbale, obispo de San Martín y presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia.