“Los conceptos previos nos impiden abrirnos al encuentro con alguien”, dijo el padre Javier Soteras

lunes, 1 de abril de 2019
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01/04/2019 – El padre Javier Soteras, desde Tucumán, donde estuvo dictando ejercicios espirituales abiertos, reflexionó sobre el diálogo social como contribución a la paz. En este sentido, dijo que “El diálogo posibilita que nos encontremos desde las diferencias y cuando nos reconocemos, cuando nos hermanamos comienza a ocurrir algo distinto”, resaltó el padre Javier, director de Radio María Argentina.

Por otra parte, indicó que “Los conceptos previos nos impiden abrirnos al encuentro con alguien”.

“El ser católico no supone guardar con un celo excesivo nuestra condición creyente, y las ideas, la ética, que orienta esas convicciones, sino por el contrario, el católico, que significa universal, sabe cómo desde sus propias convicciones dialogar con lo diverso para sumar, siempre para sumar, nunca para separar, para dividir, no para agredir”, señaló el sacerdote.

El valor de la tolerancia

“La tolerancia supone un reconocimiento del otro como valioso en la diferencia, y a partir de allí la posibilidad de construir, no solamente de soportarnos mutuamente, sino saber descubrir que a pesar de las distancias y las diferencias algún punto en común tenemos desde donde apoyarnos para hacer algo juntos”, destacó el padre Javier.

Para la Iglesia, en este tiempo hay particularmente tres campos de diálogo en los cuales debe estar presente, para cumplir un servicio a favor del pleno desarrollo del ser humano y procurar el bien común: el diálogo con los Estados, con la sociedad —que incluye el diálogo con las culturas y con las ciencias— y con otros creyentes que no forman parte de la Iglesia católica. (E.G. 238)

Ante el diálogo con el Estado, el padre Javier dijo que “Es verdad que las organizaciones no gubernamentales y las empresas pueden colaborar, pero la responsabilidad máxima está en el Estado, es el Estado el que tiene que velar por los ciudadanos”.

“Podemos ser un buen articulador colaborando con el Estado”, recalcó.

Por consiguiente, el padre Javier puso de ejemplo al Cura Brochero, “Él, que supo conciliar y pedirle al Estado lo que le hacía falta a la gente de su comunidad”, recordó el sacerdote.

Al anunciar a Jesucristo, que es la paz en persona (cf. Ef 2,14), la nueva evangelización anima a todo bautizado a ser instrumento de pacificación y testimonio creíble de una vida reconciliada. En el diálogo con el Estado y con la sociedad, la Iglesia no tiene soluciones para todas las cuestiones particulares. Pero junto con las diversas fuerzas sociales, acompaña las propuestas que mejor respondan a la dignidad de la persona humana y al bien común. (E.G. 239-241)

Finalmente, el padre Javier Soteras, expresó que hay que encontrar los muchos puntos en común que tenemos, aún, cuando tengamos credos distintos, y aquí, citó lo que decía al respecto San Agustín: <Es más lo que nos une que lo que nos separa>”, concluyó.