23/04/2019.-
Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Mt. 5, 7
Desde La Rioja, en la tierra donde Enrique, Carlos, Gabriel y Wenceslao vivieron su vocación de ser auténticos profetas, donde el Señor los llamo a dar todo.
La Misericordia tiene dos aspecto, por un lado dar y servir a los otros, y también misericordiar es perdonar, comprender. Mateo lo resume en una regla de oro, todo lo que quieren que la gente haga con ustedes, halágalo ustedes con ellos.
El camino de la misericordia, de la mano de Enrique, Carlos, Gabriel y Wenceslao, nos permita descubrir que el Padre Dios tiene en ellos una señal para el camino. Como si fueran cuatro puntos cardinales que nos muestran un sendero por donde caminar, que tiene un mismo sentido, misericordia.
“Y si Cristo resucito todo se ilumina en nuestra vida, tiene sentido nuestra alegría, nos inunda interiormente una paz profunda e inquebrantable, y nuestra esperanza tiene esperanza tiene firmeza inconmovible. ¿Por qué? Porque Cristo ha Resucitado, y por esa razón todo deberá ser cambiado en nuestro pueblo, hasta lograr a ser un pueblo interiormente rico con la sabiduría de Dios. Y exteriormente fraterno con la fuerza que nos da la fe, la esperanza y el amor.” (Homilía de Mons. Romero en la Pascua de 1974)
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