10/05/2019 El diálogo de cada viernes nos abre a la posibilidad de encontrarnos como hermanos y en este tiempo de Mariathon hacernos casa desde la experiencia del encuentro y la cocina.
El corazón de la cocina de este viernes giró en torno al texto del Génesis 18, 1-6:
“Esta es la historia del día en que Dios se le apareció a Abraham… estaba sentado a la entrada de su tienda de campaña. Levantó la vista y vió a tres hombres, cerca de donde él estaba. Corrió a su encuentro, y se inclinó ante ellos en señal de respeto, les dijo:… Quédense aquí un rato. Voy a ordenar que traigan un poco de agua, para que se laven los pies y puedan descansar bajo este árbol. Voy a traerles también un poco de pan, para que recobren las fuerzas y puedan seguir su camino. ¡Ésta es su casa, y estoy para servirles!´
La simbología del pan, pan azimo en este caso el que fue preparado en el espacio del diálogo; pan dado, ofrecido, pan cotidiano, pan que se hace eucaristía. La propuesta nos invitó a resignificar la importancia de la comunión y el alimento espiritual desde el signo del pan que nutre el andar de cada día.
Un Dios que se hace alimento y envío, y que en la cocina del pan azimo entre el Rabino y el padre Javier nos acercó nuevos aprendizajes desde un encuentro espontáneo y familiar que siempre nos impulsa a ir más allá de nuestros lugares.
Te compartimos aquí el programa completo: